La ridiculez del "carmonazo" en Argentina

En el lujoso hotel Meliá de Buenos Aires, en el "Foro de Buenos Aires por la Justicia, la Concordia y la Libertad", deliberaron durante dos días más de 200 ex altos oficiales, políticos, ex ministros y abogados representantes de las dictaduras en Argentina, Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Perú y Uruguay, entre otras. El anfitrión y organizador del evento fue Alberto Solanet, presidente de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, creada hace cinco años para defender a los militares argentinos condenados por crímenes de lesa humanidad.

Dos de los expositores fueron el general Rafael Montero Revette y el Contralmirante Elías Buchszer Cabriles, por Venezuela, a quien los organizadores identificaron
simplemente por sus antiguos grados militares. Montero Revette y Buchszer Cabriles se desempeñaron como ministro de la Defensa y Jefe del Estado Mayor de la Armada, respectivamente, durante el Gobierno de Rafael Caldera II, entre 1994 y 1998. Montero, en particular, fue uno de los firmantes del decreto dictatorial de Pedro Carmona Estanga en 2002, y Buchszer es autor de fallidos recursos de impugnación contra la toma de posesión de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y contra el CNE "por no publicar" la partida de nacimiento de nuestro actual mandatario.

Las reseñas publicadas en la página web de la Asociación no precisaron a cuál de los dos gobiernos (Carmona o Caldera) representaron los militares venezolanos. Tampoco divulgaron las ponencias –si las hubo- de Revette, denominada "La Defensa Nacional y la función política de las Fuerzas Armadas", ni la de Buchszer, cuyo título no aparece en el programa.

La ausencia de información oficial impide saber si la escasa importancia otorgada a la participación de ambos exmilitares, se debe a la brevedad de la dictadura de Carmona, o a que el discurso opositor sobre la "dictadura" en Venezuela no fue tomada en cuenta por defensores de genocidas con mayor ejecutoria, como el presidente Jorge Videla y sus colaboradores, por cuyos crímenes han sido sentenciados hasta hoy más de 500 militares y civiles, en su mayoría por robo y desaparición y/o muerte de bebés.

En realidad, el discurso central del foro de genocidas fue el de Solanet, quien pidió eliminar el delito de lesa humanidad, que la legislación penal argentina contempla como "imprescriptible", argumentando que los delitos por los cuales los militares condenados o perseguidos "ocurrieron hace 30 o 40 años".

La temeraria agenda del cónclave fue rechazada por millares de víctimas de las dictaduras argentinas y activistas y dirigentes de organizaciones defensoras de los derechos humanos, que atacaron con piedras y palos el hotel sede del evento hasta que fueron dispersados por la policía.

La multitud enardecida, igual que los medios locales e internacionales presentes, desconocieron la presencia de los militares criollos, cuya participación discurrió virtualmente en el anonimato. Algo perfectamente explicable: nadie supo a qué fueron, ni siquiera ellos mismos. Mucho menos nosotros.

@RalPineda



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1034 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter