La información que corrió el pasado domingo 7 como pólvora fue que Gabriel Puerta, con su “Bandera Roja “dejó “el pelero” a la MUD…habrá que recordar a Luis Herrera Campins con aquello de “que tarde piais pajarito”.
Tal vez este sea uno de los saltos de talanquera más tardíos para quienes fueron de la extrema izquierda –incluso, con las armas en la mano y con jefatura en la guerrilla donde estuvo incorporado con Fernando Soto Rojas, Carlos Betancourt y Américo Silva, entre otros- y que hasta ahora no me explico a cabalidad el por qué de su “salto atrás”.
Fui y sigo siendo amigo de otros de la extrema izquierda que, aunque disintieran del chavismo desde el principio, no saltaron hacia atrás, aliándose con lo peor de la oligarquía venezolana; claro, esto no es un caso excepcional. Nosotros lo sentimos por los lazos de coincidencias revolucionarias que mantuvimos por mucho tiempo: pero así es el camino de la lucha: escabroso y con muchas y lamentables heridas, de lo cual tengo varias cicatrices, como la que me causó quien cuando yo era un niño me inspiró a ingresar a las filas del comunismo y luego fuimos compañeros de cárcel cuando Pérez Jiménez en Ciudad Bolívar: LUIS MIQUILENA, quien desde las alturas del chavismo me postuló para la Constituyente, lo cual rechacé para no ir enllavado con un personaje de la política regional señalado como “corrupto”…mas, esas son cosas de la pequeña historia política venezolana.
Sobre Bandera Roja y su máximo líder, Gabriel Puerta Aponte, quien ya debe estar un poco alejado de los 70 años de edad, tal vez este pase al “consejo de ancianos” de su organización porque, desgraciadamente para él –y lamentable para sus viejos amigos como yo- ya no le queda tiempo, ni espacios, para volver a empezar porque en este país el camino está definido, es una falacia la llamada “tercera vía” y tanto los tutores del imperio, como sus pupilos de la oligarquía criolla, ya lograron cuanto querían de él y sus seguidores…ahora, al pipote de sus desechos; además, no creo que a su edad esté entre sus planes volver a empezar.
Es que ahora la MUD parece no tener dolientes y en su despelote, no encuentran como echarse las culpas entre sí ni la manera como recoger los vidrios rotos de una “mesa” donde el único plato a servir era “la salida”…unos, abiertamente y otros, solapados. Ahora todos deambulan como cadáveres insepultos y sobrevivirán quienes se sometan de urgencia a severas transfusiones de sangre no contaminada de odios.
