Los "Narco Revolucionarios" una creación del imperio

El objetivo de la oposición y los factores internacionales aliados es atacar la credibilidad del pueblo en los dirigentes políticos chavistas y las fuerzas armadas. Por eso esta vez la denuncia de narco es contra Diosdado Cabello y el grupo de militares que más firmes apoyan el proceso revolucionario bolivariano y la unidad cívico-militar.
 
La intermitencia en las denuncias genera sospechas de los autores de las mismas, provenientes siempre de la extrema derecha norteamericana en medios ligados al lobby cubano-venezolano de exiliados en Miami y las influencias que tienen dentro de la DEA y de las distintas agencias de inteligencia norteamericanas.
 
El grupo de los Soles, los “narco revolucionarios” es una creación del imperio y sus instituciones para desacreditar al gobierno antiimperialista venezolano. El grupo de oficiales acusados de narcos por el imperio lo encabeza nada  más y nada menos que Diosdado Cabello, uno de los líderes del PSUV y presidente de la Asamblea Nacional. Otros vinculados son el general Rangel Silva, actual gobernador del estado Trujillo; el general Cliver Alcalá, alcalde del municipio Vargas, y ex jefe de la inteligencia; también señalan al general retirado Hugo Carvajal y a otro grupo de altos oficiales que han sido clasificados como “capos de la droga”  por medios de propaganda lacayos y por instituciones del gobierno de los Estados Unidos.
 
El objetivo que se han fijado ahora es tratar de generar un escenario enrarecido que enfurezca al pueblo chavista para fragmentar las fuerzas revolucionarias y el movimiento popular que vota por el PSUV. El propósito es ganar las elecciones parlamentarias, obtener la mayoría en la Asamblea Nacional con la finalidad de intentar cambiar las leyes que impiden a la oligarquía ejercer el control sobre los recursos financieros y la economía venezolana. Atar de pies y manos al presidente Nicolás Maduro para derrocarlo de facto u obligarlo a renunciar.
 
Las acusaciones del desertor contra Diosdado Cabello y las vinculaciones de vuelos cargados de drogas que utilizan aviones de PDVSA para llevar a territorio cubano toneladas de droga que después ingresan a Estados Unidos tienen el sello de los laboratorios de guerra sucia propios del decadente imperio y del exilio recalcitrante. Además del odio que los sectores conservadores demuestran al pretender obstaculizar las conversaciones bilaterales entre Cuba y EE.UU para normalizar sus relaciones
 
Los antecedentes de la insistente campaña  golpista
 
Esta campaña de descrédito es sistemática  contra los Gobiernos  y dirigentes políticos que introducen cambios revolucionarios en sus países y recuperan la soberanía, además de preocuparse por la integración latinoamericana. Los casos más conocidos son los actuales jefes de estado Evo Morales, Rafael Correa y el ex presidente hondureño Manuel Celaya.
 
En la década de los años ochenta, este tipo de campañas fueron utilizadas contra los gobiernos revolucionarios de Nicaragua, Granada y de Cuba. Sin dudas, en el caso de Cuba lograron vincular a oficiales y personal civil a las actividades ilegales con el objetivo de desprestigiar internacionalmente la revolución  cubana. Tanto que Cuba tuvo que tomar medidas radicales ejemplarizantes contra oficiales de las Fuerzas Armadas al descubrir su participación en el tráfico ilegal de drogas hacia territorio norteamericano.
 
El desmantelamiento de las oficinas ilegales de La DEA y la CIA en Venezuela originó el final de la colaboración entre los dos países EE.UU-Venezuela en materia de narcotráfico; esta situación  generó desde esas instituciones  la beligerancia hacia los principales funcionarios militares vinculados a la medida y sabia decisión de Chávez de sacar a la DEA de Venezuela después de comprobar que realizaban actividades de inteligencia ilegales que permitían el tráfico de drogas utilizando el territorio venezolano.
 
El resultado de la decisión venezolana evidenció  de manera pública el mal comportamiento de la DEA. En poco tiempo fueron detenidos en Venezuela un grupo de cabecillas narco-colombianos e internacionales inmediatamente deportados. También realizaron los hallazgos de drogas más importantes en cuanto a volúmenes, encontrados  en Venezuela. Además hay que sumar el derribo de aviones y la incautación de naves aéreas, embarcaciones, fincas con pistas clandestinas utilizadas por el narcotráfico y otros fines ilegales.
 
Hay que recordar que en los últimos meses detuvieron en Aruba  de manera arbitraria al general Hugo Carvajal, cónsul  en esa isla y ex jefe de Inteligencia militar, que fue devuelto a Venezuela en pocas horas pero el objetivo propagandístico se cumplió, era poner en evidencia a lo que la DEA denomina “el grupo de los Soles”, refiriéndose a los militares venezolanos.
 
Otro caso fabricado por la contrainteligencia norteamericana y la DEA dentro de la propia Venezuela fue la detección del tráfico de 1,3 toneladas de cocaína en un vuelo de Air France de Caracas a París. En el cual aparecían implicados 14 civiles y 8 militares.
Desde el inicio del gobierno del presidente Hugo Chávez, incluso cuando aún era candidato presidencial aparecen los primeros señalamientos que cuestionaban su relación con narcotraficantes y con dirigentes de las FARC. Después de iniciado el gobierno y cuando aparecieron las primeras leyes revolucionarias surge el ataque a los altos mandos militares acusándolos sin probar nada de tener  “nexos con los narco terrorista de las FARC”.
 
El combate al narcotráfico ha sido siempre una política del gobierno revolucionario de allí que las mafias dedicadas a la venta y distribución de drogas en Venezuela  están sumadas a generar violencia en el país. Es lamentable que esta maligna estrategia ha sido desatada por el aparato narco-terrorista internacional y que obviamente “beneficia” a la oposición que la estigmatiza y utiliza como bandera política contra el gobierno.
 
Pero ¿Quiénes son los aliados de la oposición? En primer lugar los medios de comunicación de los grupos económicos más poderosos de Estados Unidos y sus filiales en la región. En segundo lugar, la vinculación evidente y descarada de sectores opositores con Uribe Vélez y el paramilitarismo que forma parte del tráfico ilegal de drogas desde Colombia utilizando territorio venezolano, una práctica anterior a la llegada al poder de Chávez, en la que participan grupos ilegales venezolanos y de otros países.
 
El tema de la violencia es utilizado por la demencia opositora bajo el estímulo de mantener activo el golpe de estado en Venezuela, así  la inseguridad cambia de máscara  para convertirse en  la Guarimba, la violencia que promovió el delincuente preso Leopoldo López, conocido aliado de Uribe Vélez.  Promotor del ensayo golpista terrorista puesto en marcha, entrenado y financiado por el narcotráfico internacional que produjo los atentados  en los estados fronterizos Táchira y Mérida.
 
 
agapitoman1926@yahoo.com


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