El mismo guión

La estrategia imperial para propiciar la desaparición de gobiernos soberanos en el continente americano, contempla en su primera fase una campaña de amedrentamiento de forma sistemática y violenta, que busca neurotizar a los ciudadanos, a partir de rumores y notas de tinterillos. Combinan violencia física y acoso mediático.

La mayor virulencia y agresividad mediática la recibe por partida doble nuestra República Bolivariana de Venezuela, la cual inició hace quince años el liderazgo de una nueva independencia latinoamericana. Venezuela, por primera vez en su historia, destina la renta petrolera para gastos sociales como son las Misiones e impulsa, estrecha alianzas con múltiples países con el único propósito de beneficiar al pueblo. Posee las reservas petroleras más grandes del mundo. Este último detalle, revelador, pone los nervios de punta a los muchachones del Norte que no entienden como apenas a una distancia de cuatro días de transporte entre Amuay y Houston no puedan disponer del crudo como se les antoje y como había sido usual hasta 1999. El ejercicio de la soberanía de Venezuela ha sido modelo para otros países de la Región como Ecuador, Bolivia, Brasil, Nicaragua y Argentina. Ejemplo inolvidable para nuestros pueblos y por supuesto imperdonable a los ojos imperiales que creen que el mundo debe funcionar como a ellos le da en gana.

Es evidente la matriz de opinión que la derecha fabricó en torno a la figura del Comandante Eterno, dictador, autócrata, hoy tras su desaparición intenta suavizar con el torvo propósito de confundir y acentuar las campañas de desprestigio contra nuestros gobernantes. España es el mayor laboratorio de guerra sucia comunicacional. Prensa, Televisión y Red se unen al servicio de los grupos económicos que financian El País, El Mundo, ABC, las cadenas televisivas, los periódicos digitales y reenvían esas ollas mediáticas a la SIP que los repica a cada nación de habla hispana.

Pero es Washington quien encabeza la campaña frontal y de financiamiento contra Venezuela y sus revolucionarios. El acoso despiadado contra el compañero Diosdado Cabello tiene ribetes de tragicomedia cuando se le pretende enlodar con el tema del narcotráfico y rematan afirmando que Venezuela es un narco estado. Pienso en la proverbial ignorancia geográfica de los gringos y digo que se confundieron. Seguramente querían decir Colombia, por aquello de la cocaína o México por los cárteles de la droga, las matanzas de jóvenes o los secuestros. Alguien del Departamento de Estado que conoce un poquito de geografía de América Latina debe andar halándoles las orejas a los portavoces que dijeron semejante burrada.

Contra Cristina Fernández de Kirchner existe una campaña que arrancó apenas fue electa Presidenta de la República Argentina. Esta vez y tomando como pretexto el atentado contra Amia la demencia derechista se apoderó de la vida de un alto funcionario para calumniar a esa talentosa y valerosa mujer. Detrás de esta macabra operación y entre bambalinas aparecen los servicios de inteligencia de la dictadura y la presencia activa de las antenas israelíes. Como vemos es el mismo guión.


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Héctor Agüero


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