El cambiazo

¡Queremos el cambio! decían en fáciles publicidades antes del 6D.

Acabar con las colas fue  la gran oferta y la gente, “ingenuamente”, así les votó. A partir del mes de enero otra fue la realidad: una asamblea pitiyanqui  se posicionó en los curules del poder legislativo.

Un cúmulo de mentiras es lo que exhiben actualmente como gestión. Guarimbas, insultos completos a los demás poderes públicos, leyes estafa, ofensas a la militancia chavista y viajes y traición a la patria son las noticias del baremo oposicionista.

Esposas, en apariencia de sufridas divas, viajan en primera clase, pagadas por manos invisibles, cual prostitutas de la mentira y la infamia, de intereses trasnacionales. Van por el mundo montando sus shows, repitiendo sin descanso que este régimen les usurpó los espacios de los que ellas y ellos siempre fueron los auténticos dueños.

Gritan a los cuatro vientos que son torturados por un presidente chofer, que no sabe hablar y que cada día es más impopular.
Una bandada de aves de mal agüero se organiza bajo la tutela del Departamento de Estado de los Estados Unidos para agredir en lo micro y en lo macro al Proceso Revolucionario.

Son varios los frentes que la burguesía ha atacado. Se posicionó (con engañosas ofertas) en la mente del electorado (juventud sin memoria y vejentud viciada al estilo cuartorrepublicano).
¡Queremos el cambio! aullaban…

Y el cambiazo les llegó con bloqueo económico a la patria de Chávez y Simón; asedio programado (pero esa es la naturaleza de la burguesía parasitaria) y el chantaje del bachaquero parásito polar mayor.

Todos los días juegan a la angustia del pueblo, al distribuirle desordenadamente la harina PRAN en abastos, supermercados y bodegas; incrementándole groseramente los precios; al uso yanqui del garrote vil y la zanahoria contra el pueblo, mientras se vanagloria con nueva publicidad y victimizándose, arrastrando a su vez a sus esclavos a repetir sin cesar: Todos somos polar!

Así llegó el cambio del capitalismo popular. Con su garra manipuladora, arrasando con el sueldo del obrero. Son miserables y mezquinos: quieren arrodillar al pueblo, para que trague polvo en el suelo…que no consiga nada para alimentarse, se mantenga flaco, débil y maldiciendo al Gobierno Bolivariano, porque ya no le auxilia, por su falta de divisas para importar comida, por la escabrosa baja del barril petrolero.

Una nueva forma de guerra nos asedia, nos marca, nos mide, nos limita. Por eso sabemos que esta no es una guerra convencional. Los ricos no cambian. Los ricos no tienen alma. A los ricos no les importa el pueblo ¿es difícil entenderlo?

Entre tanto el Gobierno planifica otras estrategias para resolver con socialismo los problemas creados por el capitalismo.
Estamos atravesando momentos de profunda decisión: ¿o seguimos resistiendo y apoyando este inédito proceso revolucionario o nos quedamos cruzados de brazos, esperando que el cambiazo  nos siga arrasando?

Bolívar y Chávez fueron hombres que mantuvieron una firme posición ante momentos de grandes tormentas, y nosotros en esta hora no podemos hacerlo menos. El tiempo es crucial para seguir batallando contra errores, flaquezas y traiciones. Si estamos claros en que somos pueblo heroico y no nacimos para ser eunucos mentales, saldremos triunfantes.

Es fundamental informarnos de lo que sucede fuera de nuestras fronteras, fuera y dentro de nuestra zona de confort, y analizar cuál es el escenario que nos conviene más como país, como sociedad.

No flaquear ante rumores, mentiras y estafas es también una forma de resistir. Resistir en colectivo es mejor.
Estar conscientes de la verdad revolucionaria es una gran victoria…y por eso decimos hoy y siempre decididos: ¡Venceremos!

@macupatra

Macupatra2016@gmail.com



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