Los goles de la Vinotinto, se parecen a los triunfos de Chávez

El público anti Chávez, realmente no tiene remedio. Ayer disfruté como nunca de un triunfo de nuestra selección nacional de fútbol, sin embargo, muchos venezolanos no lo percibieron de esa forma, que lástima por ustedes ¡

Esperar 40 años para saborear un juego es mucho tiempo, y ni siquiera eso los hizo reflexionar. Convertir cada evento deportivo en escenario político, es cosa de desquiciados. Siendo el evento de la Copa América el compromiso más serio asumido por nuestro país desde 1983 con los Juegos Panamericanos, era relevante que todos apoyáramos a nuestra selección, pero como siempre se esconden a las realidades. Los goles de la Vinotinto son refrescantes, son armoniosos, son aliciente para saber que si podemos ser mejores, pero nada, nada los hace cambiar, y es allí donde notamos el trabajo psicológico que ha hecho la televisión venezolana, han convertido a una parte de la población en seres manejables a sus intereses, y mentalmente se han colocado en el lado opuesto de la nación.

Un triunfo de Venezuela, no es un triunfo de Hugo Chávez, es el triunfo de un colectivo que ha recibido una gran ayuda, y que está apostando a convertirse en una potencia suramericana, es decir, nuestro país está dejando de ser la cenicienta en un deporte que no era de práctica popular.

Un gol vinotinto es la máxima expresión de constancia y dedicación, ocultarlo, es la máxima expresión del escualidismo esquizofrénico e indolente de una población irracional. Vivo en el Este de Caracas, y lo vivido ayer es patético, parecía un día de elección desde 1998, los resultados no gustaron, y se esconden como las propias ratas de muelle. Se taponean los oídos para no escuchar los gritos de gol de los venezolanos que sienten el fútbol, y por supuesto, los televisores apagados para no ver el buen juego de nuestra selección. Estamos ante un problema de salud pública mental…Dr. Bianco tiene usted una labor que cumplir.

Otro aspecto interesante que debo comentar, es lo ocurrido ayer en Pueblo Nuevo. Mientras jugaban Uruguay y Bolivia, un grupito de aficionados escuálidos trato de incentivar al resto del público a gritar cosas contra el gobierno, cómo se va, se va, o este gobierno va a caer, sin embargo, otro grupo mayoritario, les respondía, no volverán¡ no volverán¡, y una pita contundente a ese grupo pagado por la oposición venezolana. El resultado de esa intentona se quedó apagada en cuanto el público se percató de lo interesante del juego, y la importancia que tenía para todos los venezolanos y su clasificación por vez primera en una competencia de esta índole. En conclusión, fueran por peras, y se llevaron a duras penas un montón de piedras para colocarlas en su jardín, de adorno.

Es poco probable que estos grupos alteren el buen desempeño de la Copa, y cuando el repudio se apodere de los asistentes, se verán sumidos en una nueva derrota.

Yo quisiera ver a Venezuela en la final de esta Copa, no parece fácil, y si se logra, dirán que Chávez les pago para que todos jugaran mal…que pena¡

dayilegon@gmail.com


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