Así empezó su conferencia el Diógenes zuliano. Él no lleva una lámpara buscando un hombre sino un detector de billetes. Entonces le preguntaron: “¿Y por qué se entrega?”, y respondió: “Ah no chico, tú no entiendes de filípicas; no eres agudo, me entrego porque precisamente no me rindo.” Entonces el filósofo del Zulia, Manuel Rosales, avanzó para estrecharles la mano a los embajadores y a otros representantes diplomáticos de algunas naciones de la Unión Europea.

Explicó a los diplomáticos: "Esto es un círculo de primeras reuniones de un ciclo que realizaremos con diferentes países, porque existe un círculo vicioso ya de preocupaciones viciosas también en el mundo democrático en cuanto a lo que ocurre en Venezuela que es como decir en la patria de Bolívar el Libertador de cinco naciones, que bien nuestros males podrían a la luz de la modernidad traducirse o interpretarse en tragedias griegas, romanas y torturas chinas". Todo esto lo registraron cincuenta dictáfonos en la residencia del embajador de Portugal, en Caracas.

En la conversación participaron diplomáticos de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, España, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Italia, Holanda, Polonia, República Checa y la Comisión de la Unión Europea, y siete traductores se formaron un tremendo lío. Además, estuvieron presentes, por el partido UNT, Omar Barboza, Gerardo Blyde y Timoteo Zambrano. Por cierto que Manuel Rosales sigue llamando en privado a Timote, “Gimoteo El Zángano”, porque tiene casi dos años recibiendo emolumentos (“emonumentos”, dice el filósofo) del Departamento de Estado, y casi nunca se reporta por los grupos que hacen resistencia al dictador Chávez.

El filósofo recalcó ante los periodistas: "Hicimos una prestación de ideas muy fina, clara, concreta aunque inviolatoria de todo contenido de lo sagrado que debe ir en un tema constitucional. Consideramos que la violación viene de la propia estructura íntima de esa magna carta, porque estratifica los elementos internos y golpea los valores fundamentales de la Constitución Bolivariana de Venezuela, que no se deben tocar aunque hayan sido violados porque fue aprobada por la inmensa mayoría de los venezolanos, de una manera clara, terminante y contundente".

-¿Usted votó por ella? –le pregunto Ricardo Pastilini, de Radio Cultura de Argentina.

“Evidentemente que no, y no le veo el fondo a la pregunta. Usted sabe muy bien que yo soy demócrata, y como demócrata debo respetar esa decisión; ahora eso no quiere decir que acepte que otra vez se trate de aprobar por la misma gente que ya aprobó la otra. Por otro lado, lo que más importa es que la Unión Europea está interesada en estos temas, y no nos debemos salir de ese asunto. Ahora si usted lo que quiere es buscarle cuatro patas al gato, búsqueselas, pero mi tiempo es mi tiempo y en eso debemos estar muy claro y pendientes".

Pastilini insistió:

-¿Pero cuáles fueron los argumentos de fondo que usted trató con ellos?

"¿Otra vez? Ciertamente, hoy por hoy, para nadie es un secreto que el sol no se puede tapar con un dedo. Nosotros nos estamos movilizando, organizando, difundiendo, alertando al pueblo sobre esto, sobre aquello, sobre lo otro y sobre lo que venga, esté viniendo o por venir. Por supuesto, en una gran desventaja. El abuso del presidente Chávez, la complacencia del Consejo Nacional Electoral, la ausencia de normas y de condiciones de equilibrio han llegado a un extremo en el país".

- Dénos un ejemplo, por favor.

- “Usted tiene que ser un buen periodista y captar lo que necesita explicación. Ustedes deberían interrogar a los que están en el gobierno, no a los que estamos con la democracia, con la paz, con la seguridad y la armonía del planeta. Bueno, la UNT aspira a la participación de la Unión Europea y de otras naciones, dentro de la influencia diplomática, para buscar mecanismos y salidas al abuso, al atropello que hay en Venezuela, y a la falta de autonomía de poderes en el país. Estamos hablando de un modelo que no permitirá siquiera la diversidad en cuanto a lo político. El que no sea socialista estará excluido y estará violando la Constitución".

- Señor Rosales, ¿pero usted considera que en su corazón, en sus sentimiento no pueda existir una pizca de socialismo? ¿Dígame algo malo que usted vea en el sistema socialista?

"Que aquí vamos a un nuevo país, a un nuevo modelo político de opresión, de limitación, donde ni siquiera vamos a tener la capacidad de decidir qué hacer con nuestras vidas. ¿Eso te parece a ti normal, digno de mutarse. No confundas la magnesia con la magnética?".

-¿Y como ve la unidad de los diversos sectores opositores?

“Muy optimista, pero muy optimista. Todos estamos de acuerdo y estamos marchando por el mismo camino. Claro, optimismo no significa oportunismo aunque éste sea una derivación de aquel. Lo que nosotros no podemos es parecernos a los que están en el oficialismo, que solamente grita uno, manda uno, decide una sola persona. Creo fehacientemente que vamos bien con el trabajo de calle. Y siento que hay un remanente en la inmensa mayoría del pueblo venezolano, incluso de gente que ha votado por Chávez, de gente del oficiasocialismo, allí hay un remante, un río, un caño, una melandro…Este no es el momento ni para acobardarnos ni para acomodarnos ni para replegarnos ni para concentrarnos en espacios siderales. Ha llegado el momento de arriesgarse", exclamó. "El llamado es a organizarse, a leer esa reforma constitucional, a movilizarse, a reclamar nuestros derechos y a participar en todo lo que tengamos que participar. El que no participe en la vida política, no puede ser político, no puede estar dentro de la lucha política". Remató: “el futuro es pasado cuando el país puede depender de "que caiga una solución del cielo, o de que un día lleguen aquí unos marines en unos helicópteros. ¡Vivan los marines, carajo!”

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