27 de mayo 2009. - El canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, indicó, que si la agresión sufrida por la periodista de VTV, Érika Ortega, hubiese sucedido con la empleada de una televisora privada, ya la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se hubiese pronunciado de inmediato, para proteger "la violación a la integridad" de la comunicadora social.
Así lo afirmó Maduro en el programa Dando y Dando, que transmite VTV, donde se preguntó ¿qué hubiera pasado si eso sucediera con cualquier otra periodista de otro canal de televisión? En este momento estuvieran encadenados todas las televisoras internacionales y las privadas, fuera un escándalo internacional", al tiempo que agregó que no lo hacen porque la periodista Ortega no se presta al servicio de causas antinacionales.
Así también aseguró, que la llegada del político Mario Vargas Llosa y otros personeros, forman parte de los planes permanentes de la ultraderecha internacional "para tratar de demostrar que en nuestro país impera un modelo negador de las libertades, de la democracia, de los derechos fundamentales", cuando en realidad se encuentran con una plena democracia, nunca antes vivida en la historia venezolana.
Recordó que tanto Vargas Llosa (padre), como el hijo, han puesto su pluma "al servicio de las peores causas del continente".
La empleada de la televisora privada Globovisión, Beatriz Adrián, obstaculizó la labor periodística de Érika Ortega Sanoja, reportera de Venezolana de Televisión, cuando en horas de la tarde, cubría la llegada al país del político español Mario Vargas Llosa.
Las cámaras de Venezolana de Televisión registraron cuando Beatriz Adrián, intencionalmente, empuja a Ortega Sanoja, en varias ocasiones entorpeciendo el trabajo de la periodista del canal del Estado, y sugiriendo incluso al invitado extrajero a que no atendierá a las preguntas que hacía la reportera Ortega Sanoja.
