23/04/13.-La alta jerarquía de la iglesia católica continúa demostrando su apoyo a la derecha venezolana al respaldar sus matrices de opinión. Esta vez, el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, solicitó este martes “detener de inmediato” la supuesta persecución a funcionarios públicos simpatizantes de la oposición que han denunciado dirigentes derechistas para crear zozobra y miedo en este sector de la población.
Además, el cardenal llamó al “diálogo entre todas las partes para superar la crisis política que vive Venezuela”. Estas opiniones las fundamentó sobre las acusaciones de organizaciones políticas derechistas que han denunciado esta “persecución”, sin pruebas de ningún tipo.
Sus palabras exactas, a la emisora Unión Radio, fueron: “Eso hay que detenerlo de inmediato, debe cesar inmediatamente”.
“No se puede pensar en un diálogo con el país, mientras personas en organismos de Gobierno estén persiguiendo a los venezolanos que allí trabajan simplemente porque haya una sospecha de que haya votado por una opción distinta a la del Gobierno”, declaró a la radio.
Este alineamiento de la iglesia católica con los sectores derechistas del país, no es nuevo, durante todo el gobierno del presidente Chávez, la jerarquía eclesiástica, encabezada hoy por el sacerdote Urosa Savino, formuló denuncias y acusaciones sistemáticamente en contra del Comandante Chávez.
Usando la fe como medio de manipulación, la cúpula católica ha jugado a favor de la derecha venezolana, cada vez que puede. Resulta imposible olvidar, puesto que fue un hecho público y notorio, la participación clave de la iglesia en el Golpe de Estado del año 2002, al prestarse para las mentiras mediáticas, así como en la firma del decreto del dictador Pedro Carmona Estanga por parte del cardenal Ignacio Velasco, quien sonriendo ante las cámaras, apoyó con su rúbrica la derogación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la disolución del Poder Público Nacional.
Actuando como operadores y voceros políticos de la oposición, los sacerdotes que conforman la alta jerarquía eclesiástica prestan sus discursos y opiniones para atacar al gobierno revolucionario. Son muchas las ocasiones en las que el cardenal Urosa Savino acusó a la Revolución Bolivariana y al presidente Chávez en vida de “buscar implantar un régimen socialista marxista en el país y en ese proceso le pasa por encima a la Constitución”.
En su momento, el líder de la Revolución Bolivariana le respondió con entereza, expresando que el Cardenal Savino “representa la más rancia extrema derecha” y que sus acusaciones debería demostrarlas con pruebas.
Sin embargo, esto nunca sucedió, puesto que Urosa Savino no llevó documentos que probaran alguna de sus denuncias, lo que sí hizo fue continuar arremetiendo con un lenguaje pastoral contra el proceso bolivariano, apelando al viejo esquema del anticomunismo y la demonización de la Revolución.
De lo que no ha hablado el sacerdote Urosa, es de los 9 muertos y más de 73 heridos que ha generado la ola de violencia opositora, incitada por el ex candidato Capriles Radonski. La iglesia ha guardado silencio, tanto de estos compatriotas asesinados como antes (en los gobiernos adecos y copeyanos) lo hizo con los revolucionarios torturados y masacrados por los regímenes derechistas que sumieron nuestro país en la miseria.
Es por esto que no sorprende esta nueva acusación, ya que es parte de un esquema que viene siguiendo la iglesia católica con el fin de satanizar a los gobiernos socialistas en el mundo. Ahora, comienzan a querer poner la opinión pública en contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, lo que evidencia, una vez más, su complicidad con la derecha venezolana.