11-03-15.-Tras darse a conocer las nuevas sanciones contra funcionarios públicos venezolanos, así como la posición estadounidense con respecto a nuestro país, catalogándolo como una “amenaza inusual” a su seguridad, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), no ha tardado en celebrar el nuevo ataque del imperio gringo.
Y es que, aunque tratan de disfrazar su satisfacción por la canallada imperial con ambigüedades, el comunicado que ha emitido MUD a razón de la ampliación de las sanciones gringas, deja ver el talante pro-yanki de estos personeros políticos.
“Venezuela no es una amenaza para ningún país. Son las políticas del actual Gobierno venezolano las que amenazan y coartan el derecho de nuestros ciudadanos a vivir y progresar en paz. En ese sentido ratificamos que nuestra lucha es por un cambio pacífico, democrático, electoral y constitucional”, se puede leer en el comunicado.
La MUD fija su postura en torno a lo pacífico de nuestro país en el panorama internacional, e inmediatamente, lanza sus dardos contra el gobierno venezolano, dejando de lado la serie de conspiraciones que se han desarticulado en este 2015, los asesinatos selectivos que ya ocurrieron y la alineación que ha hecho una y otra vez la MUD con los líderes golpistas de oposición, que no quieren el camino democrático.
La ambigüedad también se deja ver que ahora, abandonando la matriz de opinión que habían manejado en este primer trimestre contra el gobierno -basada en el plano económico-, el discurso está enmarcado en lo político y los derechos, siguiendo con descaro la línea gringa y sin ninguna vergüenza.
A continuación el comunicado completo:
A propósito de la Orden Ejecutiva del Presidente de los EE.UU. Barack Obama el 9-3-2015 titulada “Bloqueando las propiedades y suspendiendo la entrada de ciertas personas que han contribuido a la situación de Venezuela”, la Mesa de la Unidad Democrática declara:
Venezuela no es una amenaza para ningún país. Son las políticas del actual Gobierno venezolano las que amenazan y coartan el derecho de nuestros ciudadanos a vivir y progresar en paz. En ese sentido ratificamos que nuestra lucha es por un cambio pacífico, democrático, electoral y constitucional, y que la libramos en Venezuela y junto al pueblo venezolano, su legítimo protagonista.
Esconderse detrás de la bandera para proteger una cuenta bancaria con fondos de la corrupción es inmoral. Ocultarse detrás de la palabra “Patria” para pretender impunidad a violaciones de Derechos Humanos es, precisamente, ofender la Patria. Hay que distinguir entre sanciones a un país y sanciones a unas personas, por lo que hemos sido consistentes en rechazar las medidas generales contra una nación entera. Pero eso nada tiene que ver con las consecuencias personales que a individuos puedan acarrear el cometer actos que violen los Derechos Humanos o atenten contra el patrimonio público y el bienestar de sus conciudadanos.
Preferimos la acción preventiva que implica el acatamiento de los métodos, reglas e instituciones que la comunidad internacional dispone dentro del Derecho, que acciones sancionatorias unilaterales. Pero denunciamos que esta lamentable situación es propiciada precisamente por el gobierno de Venezuela al irrespetar y desacatar los pronunciamientos de instancias de la ONU como el Comité contra la Tortura o el Grupo de Trabajo contra las Detenciones Arbitrarias, que reiteradamente han demandado la libertad de los presos de conciencia venezolanos y el cese de la judicializaciòn de la política, y al ignorar as medidas adoptadas sobre Venezuela por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Al hacer caso omiso de la legalidad internacional, al incumplir los Convenios y Tratados válidamente suscritos por la República, el gobierno venezolano ha propiciado el lamentable escenario que hoy presenciamos. Y corresponsables de ello también han sido quienes durante años han observado estas anómalas conductas con silencio cómplice.
Recibimos con aprecio y agradecimiento el apoyo de la comunidad internacional, pero no aspiramos ni admitimos que la comunidad internacional o alguno de sus miembros asuma deberes que son nuestros. Así como rechazamos la grosera injerencia cubana, no propiciamos ni aceptamos ninguna otra. Esta es una lucha de los venezolanos por Venezuela.
Caracas, 10 de marzo de 2015.