Jorge Beinstein subraya que las revoluciones no son “llave en mano”

“No hay condiciones de una gobernabilidad estable en Venezuela si viene la derecha”

Jorge Beinstein y Jorge Luis Santana Pérez.

Jorge Beinstein y Jorge Luis Santana Pérez.

Credito: Girman Bracamonte

Los unen los nombres y las ideas; de hecho, en algún momento bromearon acerca del nombre que le daría el Correo del Orinoco a la entrevista y propusieron "los dos Jorges". También están entrelazados por su relación con Venezuela -que no es pasión de un día- y su defensa del proceso venezolano (en la que también hay lugar para las críticas). Son el argentino Jorge Beinstein, doctor de Estado en Ciencias Económicas por la Universidad de Franche Comté – Besançon, de Francia y director del Centro de Prospectiva y Gestión de Sistemas (Cepros); y el profesor cubano Jorge Luis Santana Pérez, investigador del Instituto de Filosofía de Cuba.

Ambos -Beinstein y Santana- estuvieron en Venezuela para participar en la actividad Hacia el Socialismo en América Latina: actualidad, desafíos y perspectivas para el siglo XXI, convocada por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. Los dos alertaron sobre el riesgo de "perder la Revolución" en este momento y señalaron que Estados Unidos (EEUU) está dando un salto cualitativo -negativo- en su posición hacia Venezuela.

"Perder la Revolución en Venezuela no es solamente un tema de cambio de gobierno, sino seguramente la instalación de un sistema represivo a gran escala" porque una parte importante de la población "no se va a dejar pisotear así nada más", advierte Beinstein. "Acá la pérdida de libertad es también sangre, mucha sangre, porque además hay un canto de sirenas siempre, que hace el imperialismo, según el cual ‘vamos a hacer un cambiecito gradual, buenito, buenito, buenito, suavecito, suavecito’, y cuando menos te das cuenta tienes un baño de sangre", caracteriza.

INVISIBILIZAR CON UN BAÑO DE SANGRE

Los procesos en América Latina "implican la emergencia de grandes mayorías sociales sumergidas, postergadas, ignoradas", describe Beinstein. En Venezuela "hay una población que no existía y que ahora existe", como también en Bolivia. "El proceso de Evo Morales en Bolivia, de Hugo Chávez acá o de la Revolución Cubana fue la emergencia de esas masas". Volver a las grandes mayorías a la condición de invisibilidad previa "no se hace pacíficamente", sostiene. Además, "el capitalismo no está en condiciones de integrar a esas masas sumergidas, a esas masas que han aparecido".

Para Beinstein la gente debe tener claro que los sectores de poder que abogan por la derrota de los procesos reformistas o revolucionarios ni siquiera se plantean volver al neoliberalismo de los años 90, sino impulsar al continente al caos de Libia: "No piensen en los regímenes de los 90, de los 80; más bien miren Libia, miren esos lugares, o miren México. Lo que ellos ofrecen es eso: México, Libia. Eso no se hace pacíficamente".

-El esquema que se pretendería aplicar en el caso venezolano, ¿sería el de Libia? ¿Partir el territorio en pedazos?

-Yo creo que más allá de Libia, porque Libia es Libia. Yo no sé si van a poder partir o no el territorio, lo que digo es que no hay condiciones de una gobernabilidad estable en Venezuela si viene la derecha. Hoy en día la doctrina norteamericana no es la de la época de la doctrina de seguridad nacional; eso es el pasado. Hoy se controla a través del caos.

Santana Pérez recalca que, en las peores circunstancias, la población debe prepararse para "el cambio de un tipo de lucha a otro tipo de lucha", porque "si ocurriera la eventualidad de un cambio de gobierno, eso no puede significar que se desarticule el movimiento revolucionario, porque el deber de todo revolucionario es luchar en cualquier circunstancia".

El pensador cubano subraya que, "en el caso hipotético de se cayera el Gobierno, hay toda una serie de factores para mantener viva la llama de la revolución y volver a esperar otros momentos en que se pueda volver". Pero insiste en que "prepararse para una eventualidad como esa" no debe impedir "pensar como podemos mantener ese gobierno que es tan importante para mantener la revolución".

El decreto de EEUU sobre Venezuela, señala Santana Pérez, "contribuye a clarificar… a veces los adversarios, en este caso el Presidente norteamericano, hacen mejor que muchos de nosotros explicando. Ahí está clarita la política, la está diciendo abiertamente, está diciendo lo que vendría. Y está señalando cuáles son las claves profundas de la política imperial norteamericana".

NO SON "LLAVE EN MANO"

Tanto Beinstein como Santana Pérez coinciden en que el retorno de la derecha al poder en Venezuela y en la región generaría un caos. Sin embargo, ya la situación del país es complicada debido al desabastecimiento y el costo de la vida. ¿Sería, entonces, la izquierda vista como la causante de un caos que la población soporta?

El intelectual argentino replica tras una brevísima pausa: "Sí es caos, es desorganización de un proceso muy complicado que no tenía muchos cuadros, que lo fue haciendo sobre la marcha".

Beinstein argumenta que "las revoluciones no son llave en mano". Cuenta también un pedacito de su historia personal para ilustrar su punto de vista: "Yo pertenezco a una generación que, cuando yo era muy adolescente, creía que la revolución era llave en mano; entonces nos peleábamos los prosoviéticos, los prochinos, porque ya uno tenía su modelo armado".

Recuerda también que le escuchó decir "al mismo Fidel Castro que ellos no tenían ningún modelo, que ellos lo iban haciendo. Entonces ese es un caos, pero es el caos de la vida también, no hay que asustarse por ese caos".

Relata una anécdota de Lenin y la Revolución Rusa y, con base en ella, considera una tontería solazarse en el caos: "Decir que uno elogia que me robaron en la calle sería una estupidez", pero puntualiza que "ese es un caos creativo, con errores tremendos, errores espantosos que después se corrigen; ese es ese tipo de caos".

En cambio, contrasta, el otro caos, el que atribuye a la derecha es "la guerra de cuarta generación, de la nueva doctrina que se llama nueva porque ya tiene muchos años en los Estados Unidos y que es la que instalarían en Venezuela si ellos consiguen el poder acá". Valora que se trataría de un sistema "hiperelitista, con explotación intensiva de recursos naturales, casi sin gente".

Para estos esquemas, reitera Beinstein, "la población es un obstáculo" y "hay que sacársela de encima". Es gente desplazada de los campos que va a parar a las ciudades donde tampoco hay trabajo. "¿Qué puede hacer esa gente cuando llega? Matarse los del barrio tal contra el otro barrio, traficar drogas, asesinarse unos a otros; ese es el modelo mexicano". Eso es, en su opinión, lo que sucedería en Venezuela de haber un cambio inesperado.

T/ Vanessa Davies


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4320 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter