Solimar Cadenas fue un Silvio Rodríguez, un Pablo Milanés. Sagrada tenue mujer de patria, una de las voces más bellas, parida para nuestro continente.
Hoy debe mirarnos desde El Cuartel de la Montaña, no hay mas sitio para ella. Allá en lo alto, donde solo llegan los dignos hijos de los inocentes de un país, desde donde vigila el gran sagrado padre.
Sintió a Bolívar como es, acalorado, rápido, inmenso y veloz. Tal y como lo asienten los puros jóvenes cuyas voces le cantan a esta revolución.
Muchos como Amilcar, el creador de Febreros y Abriles. Otra como Sandino Primera, hijo del sencillo Ali.
Las revoluciones llevan música, esperanza que marca los himnos gloriosos de una revolución que recién comienza. Aun cuando sintamos que sus canciones no terminan de oírse permanentemente en cada casa de pueblo, están en cada una de las tantas radios comunitarias que con gran esfuerzo se han creado con los esfuerzos de la república.
Desde la región suramericana no solo se promueven las mejores alianzas petroleras, también se entienden cantos y música al tono del cuatro, maracas y arpa.
Por eso es muy importante que a esta revolución la acompañen en cada momento encuentros musicales, espacios de poesía, expresiones artísticas, es decir la conciencia de la resistencia cultural.
Que se escuchen los que callados componen, escriben y cantan. Las voces que deben retumbar en liceos, escuelas, universidades y que cada espacio del país resuene a revolución.
Voces que van hasta una cárcel, acompañando esperanza de quienes desean cambiar. Música que enseñe a nuevas generaciones que a partir de allí, el cambio es político y que la política se entiende desde expresiones musicales.
Es crear lo nuestro, lo que suena bonito, es enfrentar el tsunami alienador de la música bastante parecida a la estupidez, es rescatar nuestra arpa, cuatro y cientos de sonidos ocultos.
La música es cambio y el cambio en revolución son las sublimes voces inspiradas por Ali Primera.
Cantémosle a Solimar como incansablemente le canto a esta revolución, cantemos que de allí nacerá la esperanza a cientos de jóvenes con los cuales debemos hacer revolución.
Para ti Solimar que desde algún lugar nos cuidas, tú, que desde cualquier lugar en que te encuentres, vivo aun esta tu recuerdo y tú ejemplo.
Para: www.aporrea.org
17 de octubre de 2010