Tareas del Pueblo Bolivariano en Lucha

Actitud del Pueblo Bolivariano en Lucha (PBL) ante el presente momento revolucionario latinoamericanocaribeño, en virtud del carácter capitalista de los gobiernos de la región, la agresividad de los imperios y la crisis socioeconómica y ecológica global.

El Pueblo Bolivariano en Lucha (vanguardia del Pueblo Trabajador) es consciente de que su lucha se justifica solamente si el Poder pasa a manos del Pueblo Trabajador (PT) y el consecuente rompimiento con todos los intereses del Capital; consciente de que sin derrocar el Capital es imposible conquistar la sociedad socialista, el ecosocialismo, el Buen Vivir, y así, la paz con justicia social.

La peculiaridad del momento actual en Venezuela consiste en el paso de la primera etapa de la revolución a una etapa superior; en la primera etapa el Pueblo Trabajador ha cedido el Poder a la pequeña burguesía (oportunista, arribista, burócrata, inoperante, ineficiente y corrupta), ello por carecer el PBL del grado necesario de consciencia y su vanguardia militante de unidad y organización.

Esta primera etapa (de la cual aún estamos por salir) se ha caracterizado por el máximo de legalidad, ausencia de violencia de los aparatos represivos del Estado contra el pueblo y, finalmente, por la confianza inconsciente del PBL en el gobierno del Estado capitalista socialistoide, Estado que ha demostrado ser el peor enemigo de la paz, del Pueblo Trabajador (PT) y del socialismo.

Esta peculiaridad exige habilidad de la vanguardia del PBL para adaptarse a las condiciones especiales de la labor revolucionaria entre los diferentes estratos de la sociedad, especialmente, entre un Pueblo Trabajador (PT) que inusitadamente acaba de despertar a la vida política. Ello implica coexistir con un gobierno aferrado al orden burócrata burgués, a la existencia del Estado capitalista-socialistoide que sistemáticamente se opone al surgimiento del Estado Comunal y niega el carácter participativo y protagónico del pueblo como está consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV).

En esta primera etapa del proceso revolucionario la labor de la vanguardia del PBL consistió en explicar al pueblo por qué apoyar a seudo líderes, las más de las veces impuestos por cúpulas de un partido reñido con toda práctica revolucionaria, convertido en vulgar herramienta electoral que execra de sus filas y castiga  a quienes osen apelar a la crítica y autocrítica como método revolucionario de lucha. Le toca a esa vanguardia ahora, en el inicio de la segunda etapa, explicar el porqué de la falsedad de las promesas demagógicas electoreras de un gobierno que mantiene alianzas de clase con la antigua y nueva burguesía.

Hora es de pasar a una etapa superior, a la construcción del Estado Comunal (EC), reconociendo que en la mayoría de los Consejos Comunales existentes el PBL y su vanguardia está en minoría y carente de una organización que guíe la práctica revolucionaria producto de las construcciones teóricas que ha venido definiendo en su constante debate.

Estamos en minoría frente al bloque de todos los elementos pequeñoburgueses y oportunistas atrincherad@s en ministerios y entes del Estado burgués que muy a pesar de sus denominaciones (Ministerio del Poder Popular para…) no permiten la participación y protagonismo del PT, y mucho menos del PBL y su vanguardia, en el diseño y planificación de políticas públicas que apunten hacia la consolidación de los Consejos Comunales y construcción del Estado Comunal.

Nuestra tarea consiste en desenmascarar a este gobierno en vez de propugnar la ilusoria exigencia de que deje de ser capitalista, neoliberal y complaciente con la vieja y nueva burguesía. Explicar al pueblo que su participación en Consejos Comunales y conformación de Comunas (construcción del Estado Comunal) son la única forma posible de gobierno revolucionario y que, por ello, mientras este gobierno esté sometido a la influencia de la antigua y nueva burguesía, nuestra misión sólo puede consistir en explicar los errores de su práctica de un modo paciente, sistemático, tenaz, hologógico y adaptado, especialmente, a las experiencias y necesidades del Pueblo Trabajador (PT). 

Mientras estemos en minoría desarrollaremos una labor de crítica y esclarecimiento de los errores, propugnando, al mismo tiempo, la necesidad de que todo el Poder del Estado pase a las Comunas (comenzando con el Poder concentrado en los municipios), a fin de que el Pueblo Trabajador exija la corrección de los errores y su participación y protagonismo en la conducción del proceso revolucionario, desplazando así al sistema parlamentario burgués que impera en Consejos Municipales, Asambleas Estadales y Asamblea Nacional.

Por eso la tarea inmediata es la organización del PBL y su vanguardia, y para ello que mejores espacios que el brindado por la Plataforma Patria Socialista (PPS) entre otras instancias organizativas que propugnan la unidad del pueblo. Desde la Plataforma Patria Socialista y otros escenarios debemos convocar a la celebración de un Encuentro Nacional del Pueblo Bolivariano en Lucha y el Pueblo Trabajador para diseñar un programa de lucha que abarque diferentes aspectos: (a) posición del PBL y el PT ante el Estado capitalista-socialistoide; (b) acciones y campañas unitarias que conduzcan hacia la construcción del Estado Comunal; (c) convocatoria a Asamblea Constituyente; (d) fundación del Partido de la Revolución Venezolana y (e) relacionamiento solidario y revolucionario con los Pueblos del Mundo en Lucha para enfrentar a los imperios y sus guerras imperiales, consolidar la solidaridad internacional de los Pueblos del Mundo en Lucha y el fortalecimiento de la integración latinoamericanacaribeña.

Apreciación del momento.-

Si queremos dar un fundamento científico a la política debemos hacerlo con las herramientas que el marxismo nos ofrece, ello exige de nosotros tener en cuenta con la mayor precisión, y comprobemos con toda objetividad, la correlación de clases y las peculiaridades concretas de cada momento histórico, es decir analizar el momento real. El análisis de las relaciones de clase es fundamental, estando nosotros, l@s estudios@s del legado de Marx, esforzad@s a ser fieles a este principio, pero sin abordarlo como dogma, sino como guía para la acción.

La situación económica, política y social concreta de este período en particular (transición de la primera etapa de la revolución a la segunda) nos presenta los hechos objetivos que servirán de guía para determinar las tareas y las formas de su acción. En este período de transición la “tarea del día” es la organización del Pueblo Trabajador, y esa tarea le toca al Pueblo Bolivariano en Lucha, fundamentalmente a su vanguardia, para preparar nuestro triunfo en la segunda etapa de la revolución, cuyo esbozo fue dado por el camarada Hugo Chávez en el Plan de la Patria, hoy aprobado y presentado falsificado por la derecha endógena del partido y gobierno, acción de la cual ahora nadie será responsable, pero el pueblo que no se chupa el dedo ya tiene identificado a su enemigo interno y está pronto su des-enmascaramiento. Por ello el camarada Chávez, en el Plan de la Patria, hace hincapié en la necesidad urgente de derrotar al burocratismo, ineficiencia y corrupción dentro de las filas de la alta burocracia gubernamental, expresado este apremiante objetivo revolucionario en su última arenga al Consejo de Ministro de finales del año 2012, contenida en el documento conocido como “Golpe de Timón”, el cual está siendo ignorado y ocultado por el actual equipo de gobierno, especialmente por quienes se auto declaran sus hij@s pero que ocultan este importante legado porque precisamente sus actuaciones son ejemplo de lo criticado por el camarada Chávez; son hij@s negadores de la herencia de su “padre”.

En la primera etapa el Poder del Estado capitalista-socialistoide paso de manos de la dirigencia adeco-copeyana, aliada a la burguesía nacional e internacional (IV República), a las manos de la pequeña burguesía (burócrata, oportunista, inoperante, ineficiente y corrupta), aliada a la vieja y nueva burguesía. Por tanto, la conducción pequeño burguesa, imperante en esta primera etapa, ha de terminar y dar paso a una nueva clase social, la del Pueblo Trabajador que organizado por el PBL y su vanguardia derrotará a los elementos representativos de esa primera etapa.

La segunda etapa de la revolución sólo comienza con la “dictadura democrática y revolucionaria del Pueblo Trabajador”, pero ello requiere organización, fortalecimiento y reorientación de los Consejos Comunales y Comunas existentes que en su mayoría fueron impuestas por la burocracia enquistada en el Ministerio del Poder Popular para las Comunas (último apelativo de un mismo ente perverso que ha mudado de nombre pero no de direccionalidad).

Ignorar esta realidad sería jugar un triste papel en la historia de nuestro proceso revolucionario, ya el camarada Chávez había señalado esta perversidad y anunciado la eliminación de ese ministerio como de otros tantos entes del Estado que cuestionó durante su ejercicio de poder. A la orden del día está la tarea de diferenciar los elementos del PBL y su vanguardia que están por la reorientación y fortalecimiento de los Consejos Comunales, por alcanzar el Estado Comunal, y confrontar a la pequeña burguesía trepadora, hoy en gobierno, enemigos de que se siga el camino que lleva al desarrollo de auténticos y revolucionarios Consejos Comunales; enemigos del Poder Popular, de la democracia participativa y protagónica, clave de nuestro proceso revolucionario y refrendada en nuestra novel carta magna; son partidarios de la alianza de clases con la vieja y nueva burguesía y, a pesar de que todos los ministerios aluden al Poder Popular (Ministerio del Poder Popular para…), excluyen al Pueblo Trabajador y su vanguardia (al PBL) a la hora del ejercicio democrático. Continúan con el viejo y trajinado parlamentarismo como fiel reflejo de la voluntad popular. La realidad nos muestra el hecho de que la gran mayoría de diputad@s, elect@s por el PT, gracias al esfuerzo electoral realizado por el PBL y su vanguardia, entregan el Poder a la vieja y nueva burguesía, han cedido a la influencia del Capital, a causa de la inconsciencia, la ignorancia y la falta de organización del PT. Si acaso, es@s diputad@s han querido remendar el capote con la cantinflada del “parlamentarismo de calle” y ahora con su nueva versión el “gobierno de calle”.

La “dictadura democrática y revolucionaria del Pueblo Trabajador” ya se ha visto realizada en los Consejos Comunales exitosos; a duras penas constituidos en férreo combate contra la burocracia, contra “elementos y organizaciones sociales tarifadas” y “contra franquicias electoreras”, allí la clase trabajadora, el PT y su vanguardia el PBL, ejercen poder revolucionario sobre su territorio.

Sólo en el Estado Comunal el Poder estará en manos del Pueblo Trabajador; el nuevo gobierno no ejercerá la violencia contra el pueblo y no podrá ejercerla porque en el Estado Comunal el pueblo suprimirá los aparatos represivos del Estado, el ejército y las policías no estarán separadas del pueblo, lo sustituirán el pueblo armado que erradicará la burocracia parasitaria y corrupta que hoy mantiene un poder ilimitado sobre el pueblo y hace burla del principio revolucionario “mandar obedeciendo”. El Estado que propugnamos está basado en la Comuna de Paris, no es el Estado capitalista parlamentario, con visos socialistoides, del que estamos ya saciados, sino un Estado sin ejército permanente, sin una policía contraria al pueblo, sin una burocracia situada sobre el pueblo.

Para lograr ese Estado Comunal que queremos construir, ese tipo especial de Estado que conduzca a la construcción del Estado Socialista, la vanguardia del PBL debe concientizar al PBL y al PT pues el Estado Comunal no se podrá implementar inmediatamente porque para ello es necesario conquistar la mayoría de l@s curules de diputad@s de la Asamblea Nacional, la mayoría de l@s vocer@s de los Consejos Comunales, la mayoría de las organizaciones sociales, políticas y gremiales que conforman al PBL y las bases del PSUV y sus partidos políticos aliados, hacer que comprendan cuan erróneas y perniciosas son la táctica y la política del presente gobierno pequeño burgués. Ello requiere una paciente y tenaz labor de esclarecimiento del PT y férreo combate político e ideológico contra la camarilla dirigente del PSUV y de algunos partidos políticos y organizaciones sociales que conforman el Gran Polo Patriótico (GPP).

En el Estado Comunal l@s vocer@s de los Consejos Comunales, el PBL y el PT como un todo, resolverán los difíciles problemas prácticos que nos aquejan y lo harán  mejor que el funcionariado burocrático que actualmente ejerce su dictadura sobre el pueblo. El Pueblo Trabajador (PT), organizado en el Estado Comunal, despertará y desarrollará más de prisa y mejor que el presente gobierno pequeño burgués las iniciativas del pueblo; resolverán mejor, con más sentido práctico y más tino, cómo se puede avanzar hacia el socialismo y qué pasos concretos se deben dar hacia él.

Configurando dentro de sus pasos la confiscación de todas las tierras, nacionalización de todas las tierras del país y su consecuente reordenamiento de uso, ningún área de vocación agrícola podrá ser usada para otro fin. Creación y fortalecimiento de las Comunas Campesinas, planificar los programas agrarios desde las Comunas Campesinas, erradicar la tenencia de pequeñas parcelas por complejos agroindustriales basados en Comunas. Fusión inmediata de todos los bancos del país en un banco nacional único, sometido al control del Estado Comunal. Instauración inmediata del control de la producción social y de la distribución de los productos por las Comunas y el PT.

SABINO NOS MARCÓ EL CAMINO, NOS MARCA EL CAMINO, ME MARCA EL CAMINO.

Pancho Alegría. Hijo de pueblo.

panchojalegria@gmail.com



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Pancho Alegría


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