Reflexiones sobre el Poder Popular

Dieciséis años nos han demostrado lo difícil que desprendernos de mañas políticas, hábitos políticos si prefieren, que frenan los procesos dirigidos a transformar las estructuras socio-económicas en nuestro país. Es que mientras apostamos o decimos apostar al poder popular de las comunidades, no tenemos idea de que supone ello pues quienes suelen llenarse la boca con tan nobles conceptos, muy poco trabajo comunitario han realizado, si no es que ninguno y creen que entre gorras y camisas de la revolución, pueden hablar en nombre de las necesidades del pueblo. El poder popular es la más grande estructura y red que sostiene un sistema de tinte socialista, pues supone el traspaso del poder gubernamental y burocrático a las manos de un pueblo organizado… No obstante, hoy dia en Venezuela, a pesar de que se a iniciado una carrera por la organización comunitaria, las mismas estructura del estado, han servido para frenar estos avances, pues ella misma reproduce su estructura y confunde a los más hábiles pensadores... así creyendo en el poder popular, seguimos reivindicando gobernaciones y alcaldías, a pesar que han demostrado ser ajenas a las voces del pueblo, es decir apoyamos solo lo que no es familiar, incluso si son estructuras contrarias a las premisas del poder popular y más aun a una revolución de las masas. ¿Porque nos aferramos con tanto ahincó a mantener instituciones coloniales? Sabemos con claridad que tales instituciones reproducen un mismo sistema y son ellas las que han impedido con su burocracia, su protocolo y sus recursos mal utilizados, que el poder popular ascienda sobre ellas, pues es que no tienen intención alguna de autodestruirse. ¿Como se ha planteado el traspaso de poder hacia las comunidades, mientras que a la par existan instituciones que lo concentran todo y no han demostrado indicios de querer traspasar nada? ¿Cómo se organiza el pueblo eficazmente con tan gran contendor? Son estructuras contradictorias. La tradición nos demuestra cual es la praxis gubernamental que se desarrolla en una gobernación y alcaldía: dependiendo del color político, deciden los destinos del pueblo, a puertas cerrada, en centro de reunión de partidos o casas de apuesta, mientras las voces del pueblo claman real participación, pues es la comunidad, la única conocedora de las necesidades de su gente. ¿Que pasa con el poder popular, si llega a ganar la gobernación, un representante de la derecha?, ¿se retrasa el proceso hasta que se vaya? ¿Por qué el poder popular en cada estado, debe estar sujeto a una red de burocracia clientelar, a una red de instituciones coloniales? Las mañas política, que no han cesad, pues las formas de hacer política hoy no son muy distintas a las ya conocidas por cuarenta años, (la burocracia clientelar, los juegos de poder entre quienes han labrado una carrera politiquera durante años, las traiciones, saltos de talanquera y enriquecimiento ilícito) nos hacen pensar, a quienes militamos desde la acera de la revolución practica, desde las .comunidades, que el poder popular tiene un único camino y no es otro que la autogestión. ¿Porque?, la repuesta a ello se puede contestar con otra interrogante: ¿como practicamos el poder popular, si para emprender proyectos, debemos pasar por un infierno burocrático? ¿Nos quedamos esperando infinitamente por permiso, por recursos, mientras pudiésemos emprender el trabajo? ¡Que perderá de tiempo! El poder popular, no debe entender de burocracia, de instituciones... el poder popular entiende de trabajo comunitario y en este momento, es crucial que las comunidades entiendan que la única vía para acabar con las instituciones coloniales y la burocracia que ella engendra, es la no dependencia hacia recursos estadales y mucho menos permisos protocolares. Demostremos al gobierno cual es el camino, ya que vemos claramente que se confunde ante los encanto de las viejas mañas. Pues aunque suene fatalista, no vemos desde las comunidades un traspaso de poder alguno por parte de las instituciones, vemos más bien la puesta en el camino de obstáculos, pues claro está que una institución colonial es ajena e indudablemente opuesta al poder comunitario. Si la autogestión reina en la organización social, jamás sucumbiría ante cambios presidenciales, ante juegos de poder, en su seno encontraría las repuestas y recursos a sus necesidades y seria pues indestructible y perenne en el tiempo… si el poder popular se fundamenta en el mantenimiento estatal, es posible que se haga de las mañas parasitas que hoy son las que esgrimen tácitamente a quienes se hacen llamar, representantes populares. La representación popular señores, está en las comunidades, No en quienes un partido elige a puertas cerradas. Desde esta humilde reflexión que no pretende ofender a nadie, invitamos a las comunidades a tomar las riendas de la revolución.

ABAJO LA BUROCRACIA, ABAJO LAS INSTITUCIONES COLONIALES…

ARRIBA EL PUEBLO ORGANIZADO

“Capacidad, eficiencia y
eficacia, orientadas a la
satisfacción de las necesidades
de nuestro pueblo, son los
objetivos supremos de nuestra
Revolución.”
Hugo Chávez Frías


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