PetroComunas

Los primeros habitantes de las Comunas fueron los indígenas, los mismos que en Venezuela llamaron al petróleo Mene. Vivían en comunidades palafiticas a orillas del Lago de Maracaibo, es decir a las riberas del Lago Madre, y aún habitan concentrados en familias numerosas. Dentro de su equilibrio en su modo de vida ejercían un poder social, económico y político, ya que hacían sus propias leyes (normas de convivencia), aunque no eran escritas se respetaban las reglas.

Ahora, la comuna nace como entidad local para que los ciudadanos en ejercicio del Poder Popular ejerzan pleno derecho de su soberanía y desarrollen la participación protagónica mediante formas de autogobierno, por ello los Consejos Comunales a su vez deben de formar parte integrante de la comuna.

Así, toda comuna debe funcionar bajo el ejercicio de trabajos organizados, y sus principalísimos pasos deben estar en el diagnóstico de sus necesidades a corto y largo plazo, logrando para ello determinar causas y soluciones emanadas de forma organizada por un gobierno local, para posteriormente inclinar los proyectos que den solución a las diversas problemáticas de su comunidad.

Ahora bien, por eso podemos hablar de la creación de un Consejo Petrolero Comunal, integrado por voceros de los diferentes consejos comunales conformados en la comuna. Este consejo será planificador de la propuesta petrolera en educación, salud, vivienda, deporte, cultura, capacitación y formación geopolítica, toda orientada a la función petrolera. Hasta ahora siendo habitantes de un país históricamente petrolero no tenemos al menos las pinceladas para crear una propuesta de convivencia producto de su principal producto de exportación: el petróleo. Por tanto, la falta de esta base debe crearse tras la inspiración de la nueva formación del compromiso espiritual de la conciencia petrolera. Es decir, falta primero ver con alma los ingresos del Estado provenientes desde las inversiones del petróleo, para no seguir siendo un país rentista, es decir, ahora debemos reinvertir en la tierra lo que a diario le extraemos como es el caso petrolero.

Por eso una de sus herramientas como es el Banco de la Comuna debe en conjunto con el Consejo Popular Financiero Comunal permitir orientar las inversiones hacia una articulación del hecho en la geometría territorial del Estado Comunal Socialista. Con esto quiero explicar que debemos invertir en proyectos a través de los cuales se oriente a las comunidades hacia el compromiso petrolero.

Hasta ahora no existen estas delimitaciones territoriales inspiradas en el área energética. Lo que tenemos inoculado es el mal término de los estados petroleros, vocablo nada compartido tras los graves resultados obtenidos en los análisis de la justicia financiera del petróleo, la cual debió desde un inicio ser por igual para todos, tan igual como el tema financiero de la cobertura social, esto con el fin de ejecutar trabajos, beneficios, participación y crecimiento social por igual.

Pero si analizamos la estructura primaria de las comunas —Consejos Comunales— se necesitará un trabajo social completo e integral el cual permita desarrollar la base de la planificación proyectada desde los censos en las áreas de la salud, educación, vivienda, economía, cultural, seguridad ciudadana, entre otros. Estos son los censos que arrojaran estadísticas confiables que permitirán elaborar diagnósticos para la comuna y así elaborar planes de trabajo de acción inmediata a corto y largo plazo.

Lo planteado no es sencillo, pues el desamparo histórico de la cultura petrolera ha sido dominado por lo fácil, esto viene en una primera etapa desde 1914 cuando el presidente en funciones —Juan Vicente Gómez— después de una traición política se apodero del poder por 28 años y las primeras concesiones petroleras se las dio a sus amigos y funcionarios de gobierno como Max Balladares, quienes al día siguiente vendían aquel poder dado en aquel documento a las ansiosas trasnacionales petroleras holandesas e inglesas quienes se las compraban, así se apropiación de la renta y como hasta ahora esta discusión no se ha dado, pues esto no ha permitido ver la creación de Consejos Populares petroleros.

Este servicio novedoso del Poder Comunal tendrá como finalidad desarrollar y planificar dentro de su gestión un Consejo Popular Petrolero, es decir, creación de PetroComunas.
Desde allí surgirían creación de fábricas de mediano tamaño, donde puedan elaborarse actividades primeramente de conciencia tras el tema petrolero y segundo beneficiar a nuestras comunidades de la bondad del petróleo, aquí me refiero por espacios de tiempo a solucionar los problemas del gas y el conocimiento, aplicabilidad y desarrollo de materiales derivados del petróleo: Vaselinas para aseo personal, plásticos utilizados en la fabricación de bolsas, envases, trastes, botes, sillas, mesas, discos compactos e infinidad de utensilios más, jabones, cosméticos, perfumes y tintes, esto generaría puestos de trabajo, lograría reducciones de precios. Es decir, las PetroComunas construiríamos una herramienta venezolana.




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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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