6D, despues de los resultados...

Se iniciarán los saqueos y con vítores en caravanas celebrarán el desplome del gobierno y del Proyecto Bolivariano. La hecatombe estará en marcha después de anunciarse los resultados electorales que darían como ganadora a la oposición.

Las encuestan ya lo decretaron: la población reprueba la gestión de Maduro con un 60%. Y si todo va a suceder como dicen esas tantas encuestas-escuetas, y el presidente de Datanalisis al asegurar que "Venezuela, en corto plazo, va a vivir etapas de convulsión económica y políticas complejas, difíciles. La crisis no ha llegado aún al clímax y vamos a ver unos deterioros importantes (en la calidad de vida)", cualquier persona común diría: "Hay que sacar a los chavistas ya". Y esa es la medula de la metáfora que se viene urdiendo con distintas formas para llegar a todos los segmentos de la población y hacer creíble la necesidad de borrar de la faz de la tierra a todo vestigio chavista inmediatamente después del seis.

Muy a pesar de ese discurso bien trabajado que remueve la psiquis de la población, aunado a las condiciones objetivas creadas poco a poco desde hace quince años, que hoy se han potenciado, las conquistas históricas no se obvian y menos aniquilan con un proceso que forma parte de sus entrañas. Decenas de elecciones con la participación popular protagónica han cimentado este lapso de nuestra historia, en las que se acercaron los centros de votación a los barrios más recónditos de la grandes ciudades y del campo donde casi nadie podía votar, el voto indígena ahora se hizo preponderante, y como corolario a esta dinámica, se instituyó la paridad de género en las postulaciones para estas elecciones.

Y como esos, hay suficientes argumentos que se agitan en el imaginario colectivo que deberán imponerse para salir airosos de esta prueba determinante.

Aunque todo eso no tiene importancia para quienes con un plumazo pretendieron borrar la República Bolivariana de Venezuela, los mismos que siguen apostando a que suceda un golpe de cualquier estilo, entre ellos el de Pinochet. Ellos, en última instancia, de ganar la mayoría de las 87 circunscripciones electorales y como le están dando a ese supuesto hecho carácter plebiscitario, al no poder consumar el objetivo arrebatar la presidencia a Maduro después de inducir el caos, lo que de seguro buscarán es "una salida" parlamentaria, como muchos lo insinúan y otros lo vociferan abiertamente. O convocar a un referéndum revocatorio, que para los más desesperados, sería de muy larga espera.

Después del anunciar los resultados, lo que sí creo que el chavismo debe hacer (me refiero a la dirigencia), aparte de proscribir cualquier tipo de celebración clásica y la arrogancia que puede ser propia sobre todo de los noveles diputados electos, es enfilarse enseguida a atender con vehemencia en conjunción con el ejecutivo, las causas estructurales de la inflación y el bachaqueo, sus raíces endógenas-institucionales, tanto como las que provienen de la acera de enfrente. Es necesario actuar con la presteza que exige el momento. Asimismo con mucha humildad, debe asumirse la autocrítica como la principal arma en la praxis de un revolucionario.

 

 



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Aquileo Narvaez Martínez


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