Hace 17 años fuimos testigos del nacimiento de un proceso, en base a un plan el Comandante Chávez nos llamó a refundar la Patria. Esa misma que muchas veces fue violada por los amantes de la codicia, el dinero y del poder. No es una novela lo que hemos vivido, estamos viviendo y vamos a vivir en los próximos años, de nosotros depende continuar siendo los actores principales de esta historia continuada por más de 200 años de lucha independentista. Basta solo con mirar en nuestro pasado reciente para darnos cuenta que falta mucho por hacer por nuestra Venezuela y que de los errores cometidos tenemos que aprender.
Sigue siendo un momento estelar para Venezuela. La gran politización de nuestra población nos da una ventaja para manejar los temas más trascendentales, que en otros países es exclusividad de los sectores intelectuales y de la alta política, lo que antes en nuestro país era inalcanzable ahora es manejado por todos nosotros. Es fácil ver que en cualquier hogar se hagan análisis económicos en base al contexto político nacional e internacional, la crisis definitivamente es económica, es de un sistema en decadencia, más no es política, al contrario no nos cansamos de decir que existe una masificación de estos temas.
Existe la imperiosa necesidad de fundar desde el pueblo organizado la nueva institucionalidad revolucionaria con un metabolismo propio que pueda hacer las cosas distintas al viejo estado, para ello es necesario que se continúe con el debate primordial sobre el concepto del poder popular, su organización y como comprender la realidad que vivimos actualmente para transformarla.
Los consejos comunales y comunas son parte de la nueva institucionalidad, nacieron en el seno del pueblo, son formas de autogobierno para construir desde nosotros mismos una nueva vida, el renacer de la patria. Representan una gran oportunidad para rehacer la sociedad como soñamos los oprimidos de siempre, para pensarnos como actores primordiales de la nueva vida, sin explotación, con nuevas relaciones totalmente distintas a las del capitalismo a las que estamos acostumbrados y nosotros mismos reproducimos todos los días.
Los comités de los consejos comunales deben funcionar como una escuela de gobierno local para el control del territorio, para conocernos aún más como vecinos y constituirnos en la unidad de los oprimidos que nos libere del capitalismo y nos emancipe como comunidad. Comenzando por asumir organizadamente las responsabilidades adquiridas y construir en base a la formación nuevos conocimientos que nos lleven a la resolución colectiva de los problemas más sentidos de nuestra comunidad.
Este análisis tiene la intención de hacer énfasis en la construcción política pero científica, disciplinada y revolucionaria de las instituciones que sólo nosotros como pueblo nos podemos dar, no es el ejemplo de las instituciones capitalistas el que debemos seguir, es la planificación estratégica planteada por grandes pensadores, luchadores y combatientes como el Che Guevara por ejemplo o del gran Fidel Castro que nos enseñan con su ejemplo a vivir cada día más ajustados a nuestras convicciones revolucionarias.
Esta lucha del pueblo venezolano debe continuar, pero cada día con mayores niveles de organización social, poniendo atención primerísima a las competencias de cada institución que se crea, su significado y funciones. Por ejemplo: Los CLAP que en principio fueron creados por comunas en distintas partes del territorio nacional para distribuir alimentos del campo casa por casa no son una marca, son los Comité Locales de Abastecimiento y Producción, su nombre encierra un gran contenido de organización popular, territorialidad, soberanía política y económica, así como una fuerza revolucionaria que jamás puede ser minimizada al tema de un artefacto de nombre bolsa que sirve para guardar en su interior alimentos y productos de primera necesidad. En el seno del pueblo debemos proteger nuestras instancias de participación de este tipo de errores, omisiones, descuidos, distracciones o como ustedes las quieran llamar. Lo peor del caso es que muchas veces sabemos que estas políticas tienen toda la intencionalidad de matar lo revolucionario de las propuestas que nacen en el seno del pueblo, llenarlas de ineficiencia, contaminarlas con lo viejo y terminar llenando al pueblo de frustración que es muy peligrosa consejera.
Por último debemos comprender que los enemigos del pueblo se encuentran en todos lados, unos actúan violentamente, atacando directamente con la fuerza de sus armas, otros se esconden en la autoridad del estado, el gobierno y sus instituciones para lanzar sus dardos mortales contra la inocencia de un pueblo que se encuentra en un proceso de formación constante. También existen otros que se enmascaran en las marcas, la publicidad, la televisión, el consumo masivo y el nombre de empresas, ellos nos roban lo que le producimos a través de un sistema lícito que consiste en un contrato que firmamos esperanzados en poder trabajar, ignorando que nuestra corporalidad está llena de trabajo vivo y los que supuestamente nos dan trabajo carecen de esta condición porque ellos solo nos dan la oportunidad de obtener un empleo en sus medios de producción. La violencia contra el pueblo está presente en el sistema capitalista y debemos unidos conseguir las formas más inteligentes de protegernos y vencer.
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