Este sábado 9 de octubre, como parte de las Jornadas Anticapitalistas promovidas por el Consejo de Movimientos Sociales del ALBA capítulo Caracas y la Red Nacional de Sistemas de Trueke, se realizó en la sede del INCES de Caricuao (parroquia ecológica de Caracas), el foro llamado Agronegocio: Consecuencias del capitalismo en la agricultura y alternativas desde la agricultura tradicional y la urbana.
En este presentaron sus experiencias: el movimiento campesino Jirajara de Yaracuy con la lucha campesina por la tierra actualmente criminalizada, con más de 1590 campesinos y campesinas imputados por delitos falsos de invasión a la “propiedad privada” y otros 230 asesinados a través del sicariato; además hablaron sobre las experiencias en los fundos rescatados de producción agroecológica; el Núcleo de Desarrollo Endógeno La Limonera de Baruta con su experiencia en la construcción de un espacio socialista que tiene como punta de lanza el área productiva agrícola, la formación política para la conciencia ciudadana y la vivienda como servicio público; el Movimiento ecológico Bolívar en Martí de Caracas con su experiencia en el eje Junko-Carayaca en la construcción de un modelo educativo agroecológico para la formación de campesinos y campesinas fundado en el reconocimiento y valoración de los saberes campesinos y orientado a la transformación de la realidad local siendo esta zona de producción un espacio gravemente contaminado por residuos tóxicos agrícolas y un vertedero de basura a cielo abierto; y el colectivo agroecológico Senderos también de Caracas, quienes llevan una experiencia en agroecología urbana que se apoya en la documentación audiovisual, así como en la formación para la búsqueda de experiencias y saberes agroecológicos que permitan transformar la ciudad a través del cambio de conciencia y de relaciones con el espacio, los alimentos y los otros y otras.
Se fijó una postura de respaldo total a la medida de expropiación de Agroisleña como un paso importante en la construcción del nuevo modelo socialista que debe ser agroecológico, planteando como reto el avance en la verdadera transformación de este modelo a través de la erradicación del Agronegocio, sus insumos agrotóxicos, latifundios y cadenas especulativas, que nos han dejado cientos de miles de campesinos y campesinas con malformaciones atroces y nuestros campos, aguas y alimentos contaminados. En ese sentido también dijo que pueblo y gobierno Bolivariano deben movilizarse para obligar a este consorcio empresarial multinacional, a pagar por los pasivos ambientales y sociales que dejan en el país, haciéndose responsables de los graves daños provocados a la salud de los venezolanos, sobre todo en las poblaciones campesinas, obligadas por el sistema de agricultura capitalista, a trabajar como peones de haciendas y a aplicar venenos extremadamente contaminantes, que generaron enfermedades crónicas e intoxicaciones agudas, en muchos casos letales.
Igualmente se discutió la necesidad que existe de hacer visible en la ciudad la lucha campesina en la ciudad y construir desde la organización popular articulada entre el campo y la ciudad, un modelo de distribución alimentaria más justo tanto para los campesinos y campesinas como para los consumidores y consumidoras, víctimas actuales de la especulación imperante en la cadena agroalimentaria en la que los intermediarios son los únicos beneficiados. Así también ser reconoció la importancia de la formación política del pueblo para la profundización del proceso revolucionario y avanzar en la transformación del modo de producción de alimentos, reconociendo además que contamos en este momento histórico con la oportunidad de impulsar este proceso desde las bases y activando al pueblo legislador.
Al finalizar se asumió como compromiso realizar una próxima actividad para la construcción de una agenda popular para la transformación agroecológica esta se realizaría a mediados de noviembre y se concluyo presentando un documento final que se transcribe a continuación:
Caricuao, 9 de octubre 2010.
Hoy denunciamos y condenamos la perversión del Agronegocio como manifestación del sistema capitalista e imperialista en la Agricultura, que atenta contra los principios fundamentales de la vida, haciendo depender a todo nuestro sistema agroalimentario de grandes cantidades de agrotóxicos, además de amarrar al sistema a una lógica de especulación, usura y explotación que destierra y envenena a nuestros campesinos y campesinas, e intoxica y extorsiona a los y las consumidores por medio de la mercantilización de los alimentos.
Por ello consideramos imperante y urgente la transformación profunda de todo el sistema agroalimentario, fundado en el principio de respeto por la vida a través de la Agroecología y la construcción del poder popular, enlazando las luchas del campo y la ciudad, para alcanzar nuestra Soberanía alimentaria.
El Agrotóxico es el lenguaje del imperio, la Agroecología es la voz de la Revolución, debemos ir a la conversión agroecológica para no dejar cosechas al capitalismo. Es urgente y vital que de una vez por todas radicalicemos la propuesta agroecológica y empecemos a trabajar para transformar definitivamente el modo de producción convencional depredador.