Con el acompañamiento de la GMBNBT

En el corredor Mamera-El Junquito se ejecutan 20 obras para la comunidad por medio de la autogestión

El pueblo organizado trabaja  solidariamente construyendo  casi 2 Km de vialidad en su comunidad "La Peña Baja" a través de la Autogestion

El pueblo organizado trabaja solidariamente construyendo casi 2 Km de vialidad en su comunidad "La Peña Baja" a través de la Autogestion

Credito: Ecc/ Alcaldía de Caracas/ FundaCcs

Habitantes de La peña baja trabajan alegremente en su vialidad

Habitantes de La peña baja trabajan alegremente en su vialidad

Credito: Ecc/ Alcaldía de Caracas/ FundaCcs

Habitante de la comunidad de la Grama II de Mamera, en plena acción

Habitante de la comunidad de la Grama II de Mamera, en plena acción

Credito: Ecc/ Alcaldía de Caracas/ FundaCcs

"El fantasma que vive en nuestra casa"

Noviembre13 de 2014.-Cuando usted pisa el suelo por donde camina, cuando reposa su cuerpo cansado sobre algún muro o banco puesto en la vía que lo lleva a casa, cuando escucha el sonido de la lluvia que golpea insistentemente el techo firme que a usted lo protege, lo menos que asalta a su conciencia es la pregunta fundamental que involucra repentinamente al otro: la pregunta por el quién. Y es que sobre los fantasmas por lo general se piensa muy poco. Pero es justamente ese quién, ese otro que está y vive en su casa, en su calle, en su plaza, en la escalera o el pasillo, del que nunca usted se acuerda. Ese quién ausente en su pregunta, es justamente el eterno obrero.

No se asombre cuando le digo que el obrero, no es más que un fantasma. Sí lo es. El modelo capitalista lo ha convertido en eso, y no piensa reivindicarlo. O dígame usted qué es lo que encuentra cuando acaricia la pared de su cuarto, o la escalera que lo eleva a la calle en donde se encuentra su hogar. ¿Qué es lo que encuentra? Me atrevería a responder por usted: encuentra a un fantasma, alguien sin identidad, sin nombre ni apariencia, sin historia ni familia, pero que posee una inmensa capacidad creadora, esa capacidad que ha construido la ciudad entera, y que seguramente le han pagado algo por eso, algo que tal vez le alcance para poder ir a trabajar desayunado el día siguiente. Haciendo un esfuerzo de reflexión, eso es lo máximo que podría decir sobre él. Aun podría usted decir alguna otra cosa: que aunque ha construido nuestras casas, nuestras calles, nuestras plazas, y el resto de los espacios públicos, seguramente vive en un lugar muy pequeño, precario e incómodo, el cual está muy lejos de poseer todas las comodidades que con su fuerza de trabajo éste nos proporciona.

¿Por qué esto se da así? Porque el trabajo en el que se desenvuelve el obrero es el trabajo enajenado. Es decir, el trabajo que el obrero crea, no le pertenece; se le presenta como un objeto extraño a sí mismo. Es por esta razón que las maravillas que éste crea, se le arrebata, y a cambio de ellas se le da un salario miserable que no le alcanza ni para recuperar las fuerzas gastadas en un día de trabajo.

Usted debe entender que todo lo que he dicho es referido a las condiciones en que se presenta el trabajo para el obrero en la sociedad capitalista, y por tanto en una empresa privada.

Ahora bien, si usted se siente aludido con la crítica que he esgrimido, y lo he hecho reflexionar, yo lo invito a que vea cómo se ha intentado resolver este problema, y cómo el obrero está siendo reivindicado en el seno de la Revolución Bolivariana: La Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, ha ejecutado las obras en los sectores de barrio con la participación absoluta de sus habitantes. Si un obrero u obrera-porque en el barrio las mujeres también trabajan- realizan una escalera, serán aquellas por las que ellos mismos subirán y bajarán; si construyen alguna casa, será aquella en la que vivirá él o alguno de su vecino o vecina. Todo lo que el obrero u obrera construye le pertenece en su totalidad. Ya no más extrañamiento ni enajenación del trabajo, ya no más trabajo “mal asalariado” generador de riquezas para los demás y pobreza para quien la crea. Ahora el trabajo es liberador. A esta manera de trabajar se le ha llamado AUTOGESTIÓN.

Un excelente ejemplo, de este trabajo liberador está el Corredor Mamera-El Junquito, en donde Barrio Nuevo BarrioTricolor, está ejecutando 20 obras por medio de la Autogestión. Son obreros y obreras de la misma comunidad, desarrollado su capacidad creativa. Es así que en Mamera ya no existen los fantasmas.
 



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