La situación económica que enfrenta el pueblo crea oportunidades de innovación

"Toda crisis crea oportunidades de oro", considera Edgar Guerrero

"Toda crisis crea oportunidades de oro", considera Edgar Guerrero

Credito: Prensa MPPC

12 sept. 2016 - "Toda crisis crea oportunidades de oro, oportunidades fantásticas, y es exactamente ahí donde son más poderosas las revoluciones, porque la gente deja a un lado su zona de confort y busca revolucionar su condición desde todo punto de vista. El ser humano tiene dos condiciones: o vives y creas o pereces. Allí está nuestra elección", explicó.

Miembro del colectivo de artistas Unión Bolivariana de Creadores y Cultores de Venezuela, Edgar Guerrero ha apostado a la búsqueda de una economía sustentable no solo desarrollando su oficio creativo, sino también a través de la elaboración de caballetes, bastidores y otros artículos de pintura, que vende a los demás artistas a precios asequibles.

"Se trata de crear más posibilidades de adquisición para la gente, apostando a que nuestro colectivo se pueda autosustentar. Tenemos una suerte de economía que no va a depender de todos los recursos del Estado que, como en todos los países, son fluctuantes", comentó.

Considera que el ataque por parte de factores de derecha nacionales e internacionales del cual ha sido víctima nuestro país ha sido motivado por el cambio de paradigmas que ha significado la Revolución Bolivariana para el mundo estos últimos 17 años.

Enfatizó que es imperativo afianzar las bases de este proceso bolivariano a través de la cultura, pues lo único que no es efímero en el mundo es la huella que deja el arte en la historia. "El tiempo, los períodos políticos, los políticos pasan, pero los artistas quedamos y lo que queda es la huella infrenable de lo que dejamos en este tiempo y espacio", acotó.

"Hay gente que quiere rebajar el país a un rollo de papel toilet, rebajar todo al nivel de su bolsillo y de su corto pensamiento. Es vital que el venezolano culturalmente no pierda sus derechos conquistados y los artistas siempre tendremos una gran responsabilidad en eso", agregó.

AMOR POR LA PATRIA

Oriundo de la parroquia Caricuao, en Caracas, este popular pintor ha dedicado toda su vida a rescatar, a través de sus obras, la identidad nacional y los valores que caracterizan a nuestro país. "Desde pequeño he sido un apasionado por la gesta libertadora. Una vez de niño, cuando estaba en segundo grado, abrí un libro de historia y vi la pintura de Martín Tovar y Tovar de la Batalla de Carabobo, así como las obras de Arturo Michelena y Tito Salas, y me acuerdo de que pude sentir ese drama, esa convicción con la cual pintó cada artista", relató.

A partir de ese momento Guerrero descubrió que podía expresarse a través de la pintura. Sus obras combinan el romanticismo con el discurso de nuestros aborígenes, héroes patrios e incluso luchadores anónimos que dieron su vida por la libertad, soberanía e independencia.

Precisamente, una de sus piezas titulada En honor a los caídos, que forma parte de la colección permanente del Museo Nacional de Arte Popular (Munap), rinde homenaje a los soldados que han muerto en batalla, a través de la imagen de un militar que en su último momento de vida está siendo acogido por un ángel indígena con alas de guacamaya.

UNA PASIÓN QUE NO MUERE

A sus 44 años de edad ya perdió la cuenta de cuántas obras ha realizado, pero asegura que todavía le falta mucho por aprender y mucho por seguir dibujando. "Para mí el arte rescata lo más íntimo y aflora lo más bello del ser humano. Busco con mi trabajo rescatar la identidad, mostrar esa parte sublime e íntima del ser humano que te lleva a lo más originario", expresó.

Creyente de la reencarnación, Guerrero confiesa que seguramente en su próxima vida siga siendo artista, pues nadie más que un creador tiene la virtud de recrear el alma, llamar a la reflexión e iluminar nuevos caminos para que existan espacios de convivencia dentro del espíritu.

"Si tu creación puede llevar a que el colectivo pueda reflexionar y ser feliz hay que hacerlo. Yo no creo en el mito de que los pintores somos la Cenicienta. Cuando tú te amas y das a respetar tu trabajo, lo que tú crees y lo que sientes, las puertas se te abren en todos lados, porque marcas una huella no para imponer sino para compartir y dar a conocer la verdadera identidad", agregó.



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