En el Estado Mérida se pierde la revolución, otorgar silencio seria concurrir hacia una indiferencia imposible. Los diversos y amplios sectores convencidos en recoger con sencillas ideas el relanzamiento de esta entidad, hoy prefieren apartarse ante acontecimientos políticos que constatan un gran revés en este año electoral.
Este sencillo pero práctico llamamiento es el constante interés público de quienes sumados a las mayorías, sentimos con suma preocupación como desde el PSUV se le ha dado un mortal revés al proceso bolivariano, dirigiendo desde allí beneficios personales de quienes hábilmente se han adueñado de este espacio de pluralismo político, acentuándose esto aun mas, con las cercanas elecciones parlamentarias para el próximo mes de septiembre.
El Gobernador Marcos Díaz Orellana dirige el escenario próximo de separarse definitiva y formalmente de los que él considera es la última tarima que lo atrapa, el Presidente Hugo Chávez Frías.
El actual gobernador innegablemente ha sido una considerable ficha en el silencio del partido Copei, desde sus años de estudiante en la Facultad de Medicina su mayor logro fue la creación y protección de una “flamante” cartelera alusiva a su militancia con la Juventud Revolucionaria Copeyana, allí contaba con la protección del Decano Freites Ocallagham, elocuente representante socialcristiano.
Marcos Díaz con su grupo de gobierno justifica enfrentamientos contra un equipo de hombres y mujeres, quienes como muestra de sus años de vida han construido desde los tiempos duros el forjamiento de vías hacia la perseverancia revolucionaria
Actualmente se dedica a perseguir abiertamente a quienes impulsaron y construyeron desde los primero días el proceso bolivariano, revolucionarios dedicados y sacrificados desde tiempo atrás a la labor socialista, quienes ayer construyeron en común una ciudad con estrategias bolivarianas.
Muchos son hostigados, desprestigiados, justificando en ellos los errores y el desgobierno que mantienen desde la gobernación del Estado.
Sus planteamientos son independientes, desintegradores, plasmados en sacar el mayor beneficio posible que logre aumentar su blindaje hasta las elecciones a la Asamblea Nacional, para esto ha presentado un grupo de aspirantes identificados con la derecha merideña.
El actual gobernador rechazo desde un inicio colocar su nombre al lado de siete millones de inscritos en el PSUV. En los sucesos del 11 de abril nunca dio la cara, aun cuando formaba parte del tren de directores del entonces gobernador Florencio Porras.
Inaugurando su gobierno, sus escoltas personales abatieron impunemente a ocho muchachos en lo que se conoce y lacera el recuerdo de la llamada” Masacre de Onia”, (Municipio Alberto Adriani) trasformo a policías -quienes deben proteger con las armas que les da la república- en vulgares asesinos. Funcionarios a quien defiende abiertamente, utilizando su poder para que el juicio se radicara en el Estado Falcón.
Justifica abierta y descaradamente las más cercanas relaciones con sus “amigos los copeyanos” sus compañeros van desde el actual gobernador paramilitar del Estado Táchira, Cesar Pérez Vivas, a quien le prestó el helicóptero del empresario mafioso Marcolli, con el cual se estrello en el municipio Jáuregui de la Grita de esa entidad andina.
Sus relaciones son intimas con el arzobispo de esta ciudad, Baltasar Porras Cardozo, el Rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci y el alcalde de la ciudad de Mérida, Lester Rodríguez, todos rancios opositores.
La prensa reaccionaria contra el gobierno bolivariano y desacreditadores del Presidente Hugo Chávez, lo tratan con manos de seda.
Los esfuerzos de los Consejos Comunales como principales demandantes de una ciudad posible y de lo que debería ser una gobernación responsable, están totalmente ausentes, el reclamo por una ciudad en paz, esta imbuida en el espiral de la violencia como acto cotidiano.
Desde su llegada a lo gobernación es el único mandatario regional que en un tiempo muy corto de su gestión, han sido asesinados más estudiantes, y esto lo comparamos con los diez años que lleva gobernado la Quinta República.
Consideramos que para el conjunto de los actores económicos, sociales, políticos y culturales, en nada se contribuido a formular un Plan Estratégico para los principales problemas de ingobernabilidad que se atomizan con el pasar de los días y cada vez se acentúan aun mas en esta ciudad.
Lo expuesto no es más que lanzar las alarmas de un gobernador que no durara más allá de las elecciones parlamentarias para terminar de sacar y saltar la talanquera.
Con este incierto escenario debemos estar alertar una vez más, sumados a innumerables sectores que igual se añaden a nuestras voces, debemos rescatar la gobernabilidad de este importante estado andino.
Apalancar nuevos retos políticos, el crecimiento social, crear nuevos espacios que permitan la consolidación revolucionaria, actividades detenidas totalmente bajo la gobernación de Marcos Díaz.
ivanyaritagua@gmail.com
30/05/2010