Mi reacción frente a la traición del PCV y su fementido apoyo al (entre muchas otras nefastas características escojo la que debiera importarle al PCV) anticomunista Porras, ha estado relegada a un segundo lugar, dedicando mis escritos a Léster (alias) Pester Basura, el otro candidato de la derecha. Y es que no hace falta gastar pólvora en espantapájaros, porque el perfil de la campaña y las encuestas, arrinconaron al candidato que cabestreo al PCV, a un honroso tercer lugar.
No habría problema, pero temo que las camisas de fuerza no van a alcanzar y que sucederá lo que pasó con Capriles y su entorno de reiterativos voceros de la MUD. Se desgañitaron tanto para convencer del triunfo asegurado, que la frustración cundió cuando no sucedió lo imposible y el estrés traumático post electoral se convirtió en epidemia. Los más valientes, los más disociados, quienes nunca pusieron en duda la prédica embustera, seguirán pensando que no ganaron porque se cometió fraude. Y Frrrrrrrrrauuuuuudeeeeee es lo que el gallito del PCV está listo para cacarear una vez que los resultados los haga salir de la hipnosis, porque es de admirar el convencimiento del triunfo de su candidito, el alarde que hacen de su ceguera política, la actitud de ratas de Hamelin, la creencia infantil en los cuenta cuentos, la estupidez hecha partido.
En frontinoso2.blogsport.com (¡Más rápido se agarra un mentiroso que un cojo!) publiqué fotos que demuestran como Porras no se aprovecha de Chávez para la campaña, ¡cosa fácil! Demostrar que tienen el mismo comportamiento en la prensa y en las intervenciones orales de cualquier tipo, es harto difícil en un artículo. En estos medios sigue siendo el candidato . . . por las fuerzas bolivarianas y revolucionarias, el de los verdaderos chavistas, el fundador de los consejos comunales, la organización popular y “montaña adentro”, el descubridor del agua tibia. . . y los huelepedos del PCV babiándose de admiración, comiendo por primera vez en los más exclusivos restaurantes chinos de la ciudad o en hoteles de testaferros de políticos adecos.
Mientras, el otro candidato de la derecha, en procesión. Fui testigo de una y quedé atónito y anonadado. Por la avenida principal de mi parroquia, lo llevaban, no en andas, pero casi alzado. Del grupo de fieles surgían tres banderas blancas, con su correspondiente escudo de AD, tres de Voluntad Popular, 2 de Primero Justicia, 2 verdes, una con la identificación “democracia cristiana” y una de UNT. Un personaje con una cara de pocos amigos con unas 25 banderas enrolladas de UNT debajo del brazo. Pester era guiado por un “adivino” que le señalaba las casas que podía “visitar”, la de los escuálidos. ¡Me la perdí! No llevaba la cámara conmigo, porque recientemente había bajado fotos y la había dejado al lado de la compu.
Estas visitas “casa por casa”, con estética de procesión, apenas animan la insoportable levedad de la campaña de la oposición (Léster y los cinco candidatos menores), casi ausentes de la forma tradicional de hacer campaña. En la del 7-O, había una apabullante presencia de activistas a sueldo en los “puntos amarillos”, de manera que el PSUV tenía que madrugar para instalar sus puntos rojos en los lugares estratégicos; ahora, pueden llegar a mediodía y no consigues amarillos ni pa´remedio. La parroquia donde habito (conté una vez que aquí siempre ha ganado la oposición) en perfecta calma; en la campaña para el 7-O, estaba revuelta, con un grupo facho muy activo destrozando propaganda chavista y pintando consignas ofensivas y amenazantes. En toda la ciudad sufríamos la presencia de Capriles en postes, muros, emisoras, camiones con fotos gigantes y sonido atronador, en los volantes que casi nos obligaban a recibir, en calcomanías, en las conversaciones de la gente. En fin, una campaña saturada que, comparada con la actual es como de 10 a 1. Si esta es la situación para el principal candidato de la derecha, se imaginan lo que queda para los cinco candidatos menores.
Esta campaña, venida a menos, es demostración de que el rechazo por Pester es abrumador, de que muy pocos partidos y activistas están “montados” en ella. De quienes lo rechazan, la mayoría se abstendrá, como lo van a hacer los que se consideran engañados por el falso triunfalismo de Capriles, y otra parte va a votar por . . . ¡Adivinen! . . . por ¡Porras! Allí está arañando votos, y ojalá recoja bastantotes, porque debilita a Pester pero no lo sacan del tercer lugar.
Muy poco tiempo para la noche del 16 de diciembre, cuando comenzará el ratón moral (situación físico mental más intensa y duradera que el estrés traumático post electoral) de los traidores. El tiempo que resta, quizá me alcance para dos o tres acercamientos a la realidad electoral de Mérida, en la medida en que los provoque el principal candidato de la derecha o alguno de los cinco candidatos menores.
¡Salud, amigos! Que los Dioses y san Alejos me acompañen y no permitan que deba personalizar el envío. (061212/20:25)
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