Balance político del Zulia 2014

Cercana ya la finalización del 2014, se hace necesario un balance en lo político de la acontecido en el Zulia. Debo comenzar reconociendo que desde la Gobernación se viene haciendo un esfuerzo de articulación del proyecto socialista bolivariano, por lo menos en sus lineamientos generales, eso es, el desarrollo de las grandes líneas dictadas desde el poder ejecutivo nacional. Ello se ha traducido en la consolidación de la figura del Gobernador, Francisco Arias Cárdenas, en términos de su posicionamiento personal. Esta afirmación requiere unas precisiones. La primera, es que este posicionamiento esta relacionado con el carácter conciliador de clase del propio Gobernador. Desde su primera gestión (1996-2000) Arias se caracterizó por un acercamiento no conflictual con los actores políticos y sociales históricamente hegemónicos en el Zulia. Me refiero a los sectores económicos asociados a la actividad comercial, agraria y pecuaria del Zulia.

Estos grupos, tradicionalmente hostiles al proyecto bolivariano, por el impacto que un discurso de diferenciación cultural ha tenido en el pensamiento político de los zulianos, se han venido acercando de nuevo a la órbita de influencia del Comandante Arias. Elementos cercanos a su entorno, han servido de puntos de conexión con esos sectores opuestos al sentido y propuesta de independencia y soberanía contenido en el proyecto bolivariano. Ese acercamiento se ha traducido en una relación no conflictual del Gobierno Regional con los sectores propietarios de tierra en el sur del Lago y en la subregión Machiques, que reunen el pulmón productivo del Zulia. Esa relación no conflictual, le ha dado al Gobernador la tranquilidad política para ejecutar las acciones que desde el Ejecutivo nacional, se le pide al gobierno regional. De esta manera, Arias mantiene un posicionamiento positivo con Caracas, asegurando a la Dirección Nacional del PSUV contar con el peso politico que aporta Zulia, al denominado corredor electoral.

Por otra parte, ese apoyo y reconocimiento de Caracas, le ha facilitado a Arias reconstruir sus propias redes de poder con esa burguesia antiboliivariana y anti-chavista, conteniéndola pero sin desmovilizarla.

El resultado de esta operación, es que el PSUV se asegura el control político – a través de Arias- de la mayoría electoral y ello al mismo tiempo, fortalece las propias posiciones del Gobernador. El problema, en mi perspectiva no es tanto Arias, sino su entorno. Su entorno se ha mimetizado en el aparato del partido, tomando el control a través de acciones clientelares y burocráticas. Con ello se viene gestando una reacción hacia lo interno, hacia esos elementos que tienen posiciones de peso en Secretarias claves de la Gobernación y que aparecen como ejecutores políticos de los lineamiento de Arias.

Creo que el desorden de la oposición política (Primero Justicia, COPEI, AD, Nuevo Tiempo) hace posible que Arias controle en este 2015 el escenario electoral, o por lo menos así lo intentará. Para Arias es clave no solo tener el control político del PSUV en la región (que ya lo tiene) sino controlar las esferas de poder y eso significa imponer sus candidatos (de su entorno) en las elecciones parlamentarias. Así en su relación –que no es fácil con Caracas, que sabe de su histórica ambigüedad- con el poder central, tendría un factor adicional para su supervivencia: contar con sus “propios diputados” a la Asamblea nacional.

Lo que afirmo es que Arias, a través del control del aparato político del PSUV en el Zulia se ha asegurado desarrollar la gestión de las líneas vitales del Gobierno de Maduro (vivienda, vialidad, etc) sin entrar en disputas graves con las redes de poder regional, que han mantenido desde el siglo XVIII una posición hostil contra el proyecto revolucionario bolivariano.

En términos políticos, el 2015 significará para el Zulia una pugnacidad de fuerzas. Entre los actores del entorno de Arias, cuya fidelidad, constancia y compromiso al proyecto bolivariano es cuestionado y los demás actores que mantienen un desenvolvimiento en lo interno del PSUV y las fuerzas del Polo Patriótico. Como siempre Arias mantiene un juego muy inteligente, que yo denominó de ambigüedad no confrontacional, tal como ya lo hizo en el proceso electoral de 1998, cuando por un lado recibía a la candidata de COPEI, Irene Saez, y por el otro, a Chávez, sin comprometerse abiertamente. Creo que en una perspectiva coyuntural, a la Dirección Nacional del PSUV le resulta útil el hacer de Arias, pues permite desarrollar las grandes líneas del proyecto bolivariano (las denominadas revoluciones de Maduro) sin conflictuar y crear un escenario de enfrentamiento en una región como el Zulia.

Creo eso sí, que más temprano que tarde habrá una reacción contra el hacer perverso del círculo inmediato al Gobernador, de parte tanto de la Dirección del PSUV como de los sectores populares y revolucionarios del Zulia, que observan estos elementos que he señalado. El 2015, el PSUV consolidará sus fuerzas políticas en el Zulia, pero ello significará una confrontación no abierta hacia lo interno, de quienes saben y conocen los intereses económicos y sociales del circulo íntimo del Gobernador. Eso se mantendrá hasta que ese círculo lleve a Arias – tal como sucedió en el 2000- a confrontarse con el proyecto bolivariano. Amanecerá y veremos.

Historiador/politólogo

Juane1208@gmail.com


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Juan Eduardo Romero J.

Dr. Mgs. DEA. Historiador e Investigador. Universidad del Zulia

 juane1208@gmail.com

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