“A llano cuando era llano, Cuando era llano, ya solo quedan recuerdos”.
Omar Moreno, Compositor Apureño.
El pasado fin de semana, visité de nuevo el pueblito donde pasé toda mi infancia feliz. Las Mercedes del Llano, Estado Guárico, entidad a la que quiero como uno más de sus hijos porque de allí guardo los mejores y más gratos recuerdos. Sin embrago de allá me traje el sabor amargo de quien regresa y no encuentra sino eso, recuerdos. Porque hoy por hoy, mi pueblo y mi estado lucen desolados. Entre el sur de Aragua, vía por la que uno accede desde Barbacoas – Aragua - a la carretera que une a las poblaciones de El Sombrero y Chaguaramas, el estado de la vialidad es desastrosa. Huecos, desniveles, cunetas, bateas y asfalto cuarteado por doquier es con lo que uno se encuentra. Y entonces uno no entiende que hace Tarek El Aisami, Gobernador de Aragua, en cadena de radio y TV, desde el Palacio de Miraflores como si fuera el Presidente de la República, entregando parte de las operaciones referidas al cierre fronterizo que el gobierno nacional instrumentó en días recientes en los Estados Táchira y Zulia, cuando el sur de la entidad que se supone él gobierna sucumbe a la ineficiencia y al abandono.
Adentrado ya en jurisdicción guariqueña, puede usted oír por el dial 91.3 FM, la incesante propaganda del ahora denominado “Gobernador de la Revolución irreversible”, el inefable Ramón Rodríguez Chacín, a quien pareciera habérsele mojado la pólvora, toda vez que es público, notorio y comunicacional que en esta entidad llanera, quien gobierna de verdad, es el hampa organizada en las bandas criminales que lideran “El Picure” y “El Juvenal”, a quienes el gobierno nacional y regional no ubican ni detienen, ni siquiera porque allí en pleno corazón de Venezuela, se operan en la base aeroespacial “Manuel Ríos”, los satélites “Simón Bolívar” y “Miranda”. Desde el sector La Guamita hasta Chaguaramas, la carretera es una cancha de obstáculos, un calvario por donde deben transitar a diario ricos, pobres, oligarcas, chavistas y escuálidos, trabajadores o turistas, corriendo los riesgos democráticamente compartidos: de accidentarse, de matarse, de que lo maten o de que lo atraquen a cualquier hora del día, sin que ningún burócrata de la gobernación o de las alcaldías diga o haga algo. Al alcalde de mi pueblo, Elías Zurita, la gente le dice Dios, porque todo el mundo sabe que existe, pero nadie lo ve. Las calles están destruidas, el servicio de energía eléctrica, solamente entre el día viernes y sábado se fue 6 veces.
Y el agua es todo menos potable. La carretera que conduce a Cabruta, es una trocha que ya el monte amenaza seriamente con tragarse y créanme los lectores que también las troneras en ella presentes pueden engullirse un carro sin problema alguno. Buena parte de los créditos de siembra que antes y ahora se dieron para el sector agrícola, fueron a parar no a la tierra cultivable, sino a la financiación de centenares de motocicletas chinas que operan ordeñadores, queseros, jornaleros, arrieros, devenidos en moto taxistas y a los que el socialismo enajenó de tanta opresión capitalista, sacándolos del campo donde antes producían alimentos, para que ahora produzcan problemas en los centros urbanos, donde pulula la droga, el alcohol y la desesperanza. Lo que si no va a faltar este venidero 23 de septiembre en nuestra plaza Bolívar, es un templete auspiciado y financiado con dinero del tesoro municipal, donde van a tocar la Billo´s Caracas Boys y Los Melódicos, en unas festividades dedicadas a nuestra patrona, la Virgen de Las Mercedes, pero en las que ningún ciudadano tiene nada que celebrar.
No sería malo que cualquier representante del Gobierno Nacional o de los medios de comunicación oficiales, se dieran un vueltica por allá, para que constaten con sus propios ojos que ese llano ya no es llano, sino un desastre del que ojalá no nos queden pronto ni recuerdos.
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