Este pueblo de rica historia no ha podido escapar a las ambiciones de una familia que se apoderó de todo, hasta del modo de caminar. Los que figuran tanto en el gobierno o en la oposición tienen que ver directamente con ellos, bien como testaferros, socios, o cómplices de esta siempre activa diversidad delictual que se practica en nuestro estado, bajo su anuencia, su dirección, o complicidad, es indetenible el narcotráfico, el blanqueo de capitales, o el robo descarado con obras inconclusas, nauseabundos negocios con la comida del pueblo, tráfico de combustibles y repuestos para automotores alimentan un continuo flujo de contrabando de extracción permite que las más diversas mercancías adquiridas con dólares preferenciales terminen siendo negociadas en territorio colombiano. Ninguna de estas prácticas le es ajena a la familia, es mucho el dinero que se mueve, y aún, a pesar de su decadente prestigio político todavía éste les permite gozar de impunidad.
Le va mal a quienes suelen denunciar, aún cuando lo hagan en los modestos y menguados medios de comunicación que todavía se atreven a hacerlo; enfrentan de inmediato la posibilidad de ser asesinados, presos perseguidos, o acosados, mediante la modalidad de ordenar que les roben sus exiguas propiedades. Respuestas de nuestro gobierno regional no hay, viven en el limbo, o son sencillamente incapaces e indolentes, un cerco de aduladores permanente les dibuja una realidad inexistente. El gobernador, máxima autoridad regional luce trastocado, como imbécil, víctima de los encantadores de serpientes que lo complacen y divierten. Son sus asesores y ayeros, lo hacen repetir un discurso mentiroso, demagógico o que simplemente agotó el tiempo, y que irremediablemente muere destrozado por una práctica que lo contradice. Últimamente pudimos observar un tímido intento por limpiar los mandos de las fuerzas policiales, militares y judiciales. Algunos cambios se hicieron, pero nada, todo quedó nada. Ni justicia, ni ley que valga, y el honor, el honor no se divisa, el horizonte sigue a una distancia enorme.
Nuestro desencanto es total, ni el chavismo ni la oposición están interesados en la búsqueda de soluciones. Esta gran crisis los alimenta, son parte de ella. Aquí en Barinas la MUD tiene cinco diputados en la Asamblea Nacional, tres en el Consejo Legislativo Regional, las dos principales alcaldías (Barinas y Socopó) y además un total de 25 concejales; a pesar de esto no denuncian, ni investigan ni acusan a nadie del gobierno. Aquí como en aquel viejo programa de televisión: "Todo es en broma, nada es en serio" No existe una representación y mucho menos una participación popular en ningún organismo del Estado. Lo que si existe es un bojote de politiqueros directamente beneficiados por dádivas provenientes del Estado Delincuente Colombiano o del Makle barinés. Algunos casos han sido señalados en el semanario "La Razón" y se sugiere que deben ser sancionados por el uso indebido de recursos en dólares, divisas que el gobierno les asignó. Lo cierto es que el más prominente de estos delincuentes se mudó recientemente a una lujosa residencia situada en una urbanización de la ciudad de Barinas, sitio en donde conviven otros protegidos del Makle barines. La mudanza la hicieron en camiones identificados como pertenecientes a la Gobernación de otro estado llanero, y cuya primera autoridad ha venido siendo señalado por estar incurso en delitos de lesa humanidad. Con la inclusión de este personaje, en esta urbanización barinesa, el lugar se reafirma como un territorio privilegiado, de uso exclusivo de esta oligarquía que parió el saqueo de la cosa pública en estos últimos años.
Barinas 28 de abril de 2016