Luego de la partida física de nuestro Comandante Supremo Chávez, la pronta agonía de la caña de azúcar, era casi segura al faltarle su mayor protector en los últimos 15 años. Esta quimera, de pronto suceder es obligación de nuestro Presidente Maduro, pararla con prioridad creando mesas de trabajos del azúcar y derivados. Nosotros (ateinav) estamos dispuestos a conformar una de ellas --la hemos pedido sin éxito tiempos atrás – y así aportar algunas denuncias técnicas con suficientes evidencias – cero chismes – al equipo de gobierno en la calle, que permita al Presidente Maduro, aplicar con mano dura cambios puntuales muy necesarios, y anhelados por una buena cantidad de productores, y profesionales azucareros descontentos, en especial con los cuadros directivos de las corporaciones cval-azúcar y pdvsa – agrícola, uno de los dos principales autores desde hace un buen rato, de la escasa producción del azúcar que cada año se hace mayor, creciendo la importación del crudo con perjuicio al pueblo (precio) y al cañicultor, quien ha visto su labor pasar a un segundo plano como materia prima del azúcar. Estos cambios además, deben resurgir las otrora ideas hechas por el Eterno Chávez a favor del rubro azucarero; todas útiles en su momento, hoy cuestionadas algunas de ellas, gracias a la incapacidad de éstos escogidos a dedo, que dan la impresión de estar solo cuidando sus intereses, al unísono con los del poderoso grupo traidor, quienes los protegen en sus cargos y hasta los premian con uno de mayor rango, sin considerar los malos resultados de producción, y carencias de requisitos mínimos exigidos del cargo; como son: Profesional Azucarero Experto, leal al líder, y defensor del poder popular.
Entre los proyectos a recuperar, creados a partir del 2.000 o antes por el Supremo Chávez, están los siguientes: El convenio azucarero con Cuba, las 15 plantas de etanol, la instalación de los nuevos centrales azucareros; la carrera de ingeniería del azúcar en la Unefa; el inicio de siembra de caña (200 mil/ has) como rubro bandera; la repotenciación de centrales inactivos rescatados; la preparación y formación de jóvenes profesionales relevos de foráneos, y de los criollos que van a disfrutar de sus familias a tiempo completo; entre otros. Es cruel haber perdido tanto tiempo y dinero, sin terminar de armar estos planes, la situación azucarera fuera otra de haber realizado al menos un 50%, de estas ideas. Es Ley del Azúcar, lograr este porcentaje bajo cualquier repotencia, con ayuda de un estudio rigoroso, de los países del Brasil y Argentina. En particular y urgente, a los tres primeros garantizados por Cuba, los cuales se hayan muy atrasado y algunos paralizados. De igual manera, los otros también necesitan ajuste a la situación actual del sector. Solamente un nuevo e idóneo equipo azucarero lograría todo esto, además bajar las importaciones, y empezar a trabajar en la base que pide el país, para la transferencia técnica del Mercosur y la Celac.
Con relación a la parte privada, el mal hecho a la caña de azúcar es presentar como único remedio de salvarla: El precio; por encima de todo, sin mirar el pasado azucarero donde los organismos encargados sostenían un precio hasta por veinte años, y aun así exportábamos; como lo diría en el año 1.974 el Dr. José R. Colmenares Peraza, presidente de la distribuidora venezolana de azúcar (DVA), justamente al recibir un aumento: “El precio congelado por 20 años, ha sido una camisa de fuerza”. Este gobierno revolucionario, se ha dado el lujo de subir todos los años el precio, logrando en los últimos seis años un acumulado de 500,38 % de aumento. También este gobierno, ha logrado con la ayuda de los productores y los centrales las dos mejores zafras de toda la historia nacional, al producir un aproximado de 700.000 tns de azúcar en las zafras 2.005-06 y 2.006-07, que demuestra la capacidad y decisión fuera del precio, que tienen los trabajadores en Venezuela cuando quieren lograr una meta. Sin embargo, a pesar de las subidas del precio anual, el gobierno no ha logrado en los últimos años, que las grandes sociedades (socas) y los seis centrales privados que tienen la mayor capacidad para producir en el país -- 65 % de la demanda nacional --, cultiven y fabriquen lo necesario, en provecho de la avidez de azúcar del pueblo, al convertirse en el brazo opositor cañero que impiden las políticas del gobierno asumiendo razones ciegas y sin razón, a pesar de disgustar a sus pequeños socios que no se sienten representados por ésta yunta. Quienes más se enlazan y lisonjean, sólo cuando van a pedir aumento. Intolerable: Hay una fundación de caña de azúcar, que Ciencia y Tecnología le paga, sujeto a la producción de los centrales, ésta presiona y culpa al gobierno por no subir el precio, cuando la presión debería ser a los centrales privados a que fabriquen más azúcar (37,5%), para que la fundación consigan un mayor recurso.
*ATEINAV – Blas Eloy García R. – Presidente
laseloy_garcia@yahoo.es
