¿Algo que celebrar?: El surrealismo en ciencia y tecnología

I.

Según la matemática el número expresa la medida de una magnitud, que es la propiedad que poseen las relaciones entre ellos. Dice la matemática que es posible medir la magnitud de algo con las categorías y subcategorías que poseen los números naturales, enteros, racionales, complejos, hipercomplejos, reales (positivos, negativos) y surreales.

Así las cosas el 14 aniversario de la creación del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación (Mppcti) y a propósito de las declaraciones hechas en la ocasión por parte de sus voceros oficiales y adicionalmente la información pública que circula, sirvieron para hacer una analogía con los números de la matemática. Tal y como los voceros oficiales informan, tenemos:

1) Números Hiperreales:

- 3.000.000 de niños han recibido de forma gratuita las computadoras “canaimitas” para la educación. En los próximos 2 años se espera alcanzar la cifra de 5,3 millones de equipos entregados.


2) Números Defectivos:

- Desde el 2007 hasta el 2012 existen en el Registro Nacional de Innovación e Investigación (RNII) 6.388 proyectos de investigación inscritos, 16.722 investigadores e innovadores y 66.264 productos de investigación que se corresponden con las áreas prioritarias definidas por el gobierno bolivariano: Energía y Petróleo, Telecomunicaciones, Política y Sociedad, Educación, Seguridad y Defensa, Vivienda, Hábitat y Desarrollo Urbano, Salud Colectiva, Seguridad y Soberanía Alimentaria, Minería, Metalurgia y Materiales.

- 5.000.000 millones de personas están “conectadas” a través de las 8.000 “conexiones” que proporciona el Satélite Simón Bolívar.

- 900 Infocentros están en todo el territorio nacional de los cuales 84 han sido “transferidos” al Poder Popular organizado y 602 conectados al satélite.


3) Números Periódicos:

- Con la nacionalización de CANTV y Movilnet, el número de suscriptores de Internet pasó de 600 a 2,1 millones.

- De los 2,6 millones de líneas fijas que existían ahora hay 7,2 millones y de los 20 millones de usuarios de teléfonos móviles ahora son 32 millones.

4) Números Irracionales:

- 2.100 venezolanos formados en el campo de la tecnología satelital –una buena parte en China- y quienes “han hecho una efectiva transferencia de conocimiento”.


5) Números Complejos:

- El Satélite Miranda ha tomado 60.000 imágenes en un año, de las cuales cerca de 15.000 son “imágenes venezolanas”, siendo 10.000 de ellas útiles “porque no tienen nubosidad”.

- Por su parte el Satélite Simón Bolívar “permite” que 360.000 hogares en el país tengan televisión directa.

- En colaboración con Argentina, se construirán en nuestro país 13 estaciones para la televisión digital abierta que cubrirán 50% del territorio nacional.

6) Números Abundantes:

- Del Primer Congreso Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación celebrado en el 2012, en cuatro días se presentaron 2.065 ponencias, según voceros del Mppcti esta es una cifra “de alto impacto”. La intención inicial era presentar más 2.400 ponencias.

7) Números Imaginarios:

- El sector de comunicaciones aumentó su aporte al PIB nacional de 2,5% en el año 1998 a 6,7% en el año 2012.

- Venezuela invierte en ciencia y tecnología de acuerdo al PIB nacional aproximadamente 2,7%, lo cual lo ubica como uno de los países del mundo que más invierte en esta área y primero en América Latina, superando incluso a Brasil que invierte 1,8 de su PIB.

- Se ha dado lugar a la “transferencia tecnológica” a través de la construcción de fábricas de televisión digital y de las “canaimitas”; sobre estas últimas, 600 se han fabricado en el país y en el 2014 se espera producir la “circuitería electrónica” y el “montaje de sus componentes internos”.

8) Números Áureos:

- El primer logro de la revolución fue la creación de un (1) Ministerio de Ciencia y Tecnología, gracias al Comandante Eterno Hugo Chávez Frías.


Se deduce de esta analogía la importancia en la matemática de los Números Transfinitos del alemán Georg Cantor. Son los números mayores que cualquier número natural o finito y con los cuales es posible diferenciarlos de los números reales o absolutos. Así las cosas, pareciera que los resultados alcanzados de la política científica y tecnológica venezolana están minados por este tipo de números y por una mezcla de valoraciones limitadas expresadas en el uso del lenguaje científico.

II.

La matemática nos proporciona también los Números Necesarios para Tratar, y de acuerdo a las definiciones en bioestadística y medicina, se trata de indicadores específicos para aplicar un tratamiento a una determinada enfermedad.

Supongamos que la patología se llama “Venezuela Rentista”, que como el Chagas y la Leishmaniasis son enfermedades ya históricas en el trópico y sobre ellas se sigue en la búsqueda de un mejor tratamiento. De acuerdo a la información pública tenemos algunos indicadores de esta patología rentista:

En la producción de petróleo el desgaste de infraestructura tecnológica básica supera el 85% del volumen de producción, desarrollo científico entre 3-10 veces inferior al de hace 20 años, volumen de compra de tecnología “llave en mano” en el extranjero entre 85-87%, disminución de la inversión en exploración y producción de petróleo de 12.230 millones de dólares en el 2010 a 9.900 millones en el 2012, disminución de la productividad por empleado de 9.946 en la relación B/D/Año/Empleado entre el 2004 y el 2012 (siendo el promedio internacional entre 15.000 y 20.000 B/D/Año/Empleado), aumento de los pasivos de la industria petrolera desde el 2005 ubicándolos en la actualidad en 23.270 millones de dólares, caída en la producción de gas en donde por ejemplo la empresa PDVSA-GAS ANACO presenta una disminución de producción cerca de los 1.000 millones de pie cúbicos por día,, incremento en la importación de combustible por 10.000 millones de dólares y la compra reciente de 4 tanqueros construidos todos en China con un costo de 105 millones de dólares por unidad.

Otros números relevantes –de acuerdo a la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para Industrias- son los que presenta el sector hierro y acero, en donde se registraron pérdidas de Bs. 5.800 millones en el 2012. Adicionalmente, las empresas Venalum y Alcasa en conjunto poseen 1301 celdas, de las cuales están operativas sólo 412.

En el sector agrícola tenemos baja producción y una importación de alimentos para el consumo nacional de 8.120 millones de dólares en un año a esto habría que agregarle el bajo impacto de los proyectos científicos en biotecnología agrícola para aumentar la calidad en la producción nacional de alimentos.

En el campo de la formación, tenemos que la investigación en el área de ingeniería se encuentra por debajo de 0.7%, lo cual es muy bajo en comparación con otros países de América Latina que alcanzan el 1,4% y a esto se le suma que anualmente se gradúan aproximadamente entre 5000 a 6000 ingenieros, cifra alarmante si se le compara con otros países de la región donde se gradúan entre 10.000 a 25.000 por año.

Esto es apenas una mínima parte de los Números Necesarios a Tratar, no por capricho ni por azar, sino porque hoy en día son parte de la grave enfermedad que tiene el país y en consecuencia ha convertido en médicos “malabaristas” al gobierno revolucionario.

Que el Mppcti no haga matemática con ello, no es como para asombrarse y que el gobierno no lo note, no es casualidad y que el país no se entere, no tiene la culpa. Pero algo si es cierto, la crisis económica y la situación actual de rezago tecnológico actual tiene entre sus causas más importantes el bajo impacto de la actividad de producción de conocimiento.

III.

También están los Números Negativos, según la matemática, se refiere a todo valor menor que cero y para efectos de un análisis cualitativo son todos los números que representan, pérdidas, deudas, disminuciones, decrecimientos, entre otras cosas.

Pareciera que para la revolución, en ciencia y tecnología, no hay números negativos. Puede haberlos en economía, finanzas, agricultura, salud, educación, infraestructura, pero allí no. Y no por casualidad en nuestro país se les pide la renuncia a los ministros de cualquier cartera ministerial, pero al de ciencia y tecnología no, ni siquiera se le interpela, como si ocurre en otros países donde se sabe que sin ciencia y tecnología no hay producción y desarrollo posible y que quienes están al frente de la política científica y tecnológica deben estar informados de tamaña responsabilidad.

No se requiere mucho análisis para saber que los Números Negativos sobre ciencia y tecnología están regados por todas partes.

No hay suficiente ciencia para: recuperar y modernizar a la industria petrolera nacional, del hierro y del acero, hacer en el país partes y piezas de tanqueros con los que se cargue y se exporte petróleo, hacer de los centros de investigación una referencia internacional por los conocimientos que allí se generan, tener cientos de científicos para producir más y mejores alimentos para el consumo nacional y la exportación, reducir la dependencia tecnológica a través de la tecnología de abastecimiento (la que hoy existe en el país con las empresas extranjeras).

Que se diga que hoy tenemos soberanía tecnológica porque hoy las “canaimitas” se producen en el país, porque los venezolanos tienen más teléfonos móvil que antes, porque hoy contamos con dos satélites como el Simón Bolívar y el Miranda y que a través de ellos nos conectamos mejor o vemos mejor al país a través de imágenes criollitas, porque tenemos muchos más investigadores e innovadores como nunca antes, porque hoy se financian más proyectos científicos y tecnológicos en comparación con la IV República, porque la televisión digital abierta cubrirá nuestras casas, porque hoy se garantiza la transferencia tecnológica, es sencillamente analfabetismo y surrealismo científico, si es que de científico tiene algo.

Habrá que preguntarse: ¿cuántos venezolanos han sido formados para producir conocimiento científico que permita superar el proyecto de las “canaimitas”, la fabricación de televisión digital abierta y la fabricación y operatividad de satélites?; ¿cuántos doctores se han formado en China en Física, Matemática, Criptografía y Materiales?; ¿cuánta investigación y cuánto impacto tienen los miles de proyectos financiados por el Estado desde el 2007 y los más de 60.000 productos de investigación registrados en el RNII en sectores críticos de la economía nacional?. Y más importante aún es saber: ¿por qué todo eso no ha servido para producir y mejorar las condiciones tecnológicas de la industria nacional y depender menos de la tecnología del extranjero?.

También despierta la curiosidad sobre: ¿cuál ha sido el beneficio que en nombre de la transferencia tecnológica ha generado los 40.000 millones de dólares provenientes del Fondo Chino para proyectos de desarrollo tecnológico?, asimismo saber sobre los resultados del Convenio Cuba-Venezuela que fundamentalmente se creó para transferir conocimientos científicos al país. Todavía, desde el 2006, como producto de estos convenios existe infraestructura científica y tecnológica no culminada como el Centro de Inmunoproduccion Masiva de Anticuerpos-CIMA.

No menos importante sería el tener alguna pista sobre cuántos venezolanos preparados y formados están de vuelta al país y cuántos no se han ido porque les importa al Estado.

IV.

Para quien crea que no hay Números Perfectos, la matemática otorga una ayudadita para sospechar que si los hay. Según ella el Número Perfecto es aquel que es amigo de si mismo, es decir, es el número natural que es igual a la suma de sus divisores propios positivos.

Esto nos lleva a decir por analogía, que el desarrollo científico y tecnológico necesita de la ciencia básica. Para superar cualquier malabarismo político a causa de la economía y la pobreza, sustentar objetivos a mediano y largo plazo, salir del subdesarrollo y transitar a una fase de desarrollo científico y tecnológico superior a la ya existente, se necesita de la creación y desarrollo del conocimiento que aporta la ciencia básica.

Se necesita ciencia básica no sólo para la producción, también para mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Se necesita para reducir la mortalidad infantil por desnutrición o enfermedades respiratorias, reducir la incapacidad parcial o total a causa de enfermedades neurodegenerativas, disminuir la tasa de mortalidad a causa del cáncer, saber más del dengue, mejorar el tratamiento para el Chagas y Leishmaniasis y para evitar tanta contaminación.

Dónde están los Números Positivos que digan cuánta investigación básica y cuáles resultados han generado los miles de millones de bolívares que se les ha dado a los centros de investigación adscritos al ministerio y a los laboratorios de las universidades públicas y cuántos investigadores realmente hacen investigación científica de los 16.722 registrados en el RNII.

Finalmente, no hay buena matemática y sabemos de las deficiencias que sobre ella el país tiene, pero entre otras cosas no la hay porque no existe respuesta política lógica a una pregunta política lógica, pero habrá que decir que no hay respuesta lógica fundamentalmente a causa de las reformas y los reinventos de la ciencia que se hicieron de un tiempo para acá.

No obstante, los responsables siguen siendo grandes matemáticos y protagonistas y no se cansan de celebrar. Sólo queda la esperanza que en el próximo aniversario del Mppcti no tengan más lugar el mismo discurso y los mismos números transfinitos, que lo único que hacen es recordar, confundir y decepcionar, por suerte para el gobierno, apenas a unos pocos.

rafael.palacios-bustamante@guest.uni-tuebingen.de

@rpalaciosb69


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