De muchos es sabido que uno de los objetivos de la globalización, consiste en eliminar de raíz las tradiciones endógenas de cada nación, para sustituirlas sistemáticamente por patrones de consumo capitalistas, borrando con el tiempo, las identidades locales y con ello, las motivaciones de los pueblos para defender su acervo cultural.
La primera invasión viene por las mentes.
Venezuela, por supuesto, no escapa de ello. Y tomaré como ejemplo el caso de la muy sabrosa arepa, como firma de identidad gastronómica nacional. Conocemos de sobra las colas que se forman y la velocidad en que se corre la noticia, cada vez que se sabe en cual establecimiento comercial se está vendiendo la harina precocida.
¿Es peor la debilidad material que la debilidad de conciencia?
Sobrará quien recuerde este repetido fenómeno de forma desagradable y concluya que la culpa es del gobierno, por no dotar a las empresas tales y pascuales, de los dólares para sus importaciones. Incluso, personas que militan en la revolución, acudiendo al argumento de la ineficacia en las medidas económicas.
¿Por qué no usamos el boicot contra algunas marcas?
Pero se está olvidando de raíz, que la tradicional arepa venezolana es la elaborada con maíz pilado y que el invento de la harina precocida, se le debe al ingeniero Luis Caballero Mejías, cuya creación fue “expropiada” por las industrias Polar (ver articulo de Humberto Gómez García, El robo de patentes de las empresas Polar, http://www.aporrea.org/actualidad/a105480.html publicado en Aporrea.org el 06/08/2010).
Osea, arepa privatizada.
Con lo anteriormente expuesto, deseo exponer la autenticidad del hábito gastronómico, versus, el hábito hacia una marca comercial. Para ilustrarlo, supongan que por carencia de la harina pan, la gente olvide su arepa y decida desayunarse con las hamburguesas del payasito imperial. Entonces, ¿Será culpa del gobierno, el día que esa pobrecita transnacional, cierre sus puertas en Venezuela por cualquier razón que le venga en gana?
¿Qué pasaría con algunas empresas si le boicoteamos sus productos?
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