Y después del germinador, ¿qué?

Quizás muchos recordemos nuestros instantes escolares cuando llevábamos a nuestras escuelas los frasquitos de compotas con cuatro semillitas de alguna leguminosa envuelta en papel periódico húmedo, para demostrar el proceso de germinación. Tal vez con el transcurrir de los años la historia se ha repetido con nuestros hijos y tal vez aquéllos que tienen nietos también han visto repetir la lección del germinador, pero nos hemos preguntado ¿a qué lugar fueron a parar aquellas plantitas que nuestros "nobles" maestros nos enseñaron a observar como algo separado de nuestra vida? O lo que es lo mismo, a no tener responsabilidad por aquella forma de vida que a veces involuntariamente habíamos ayudado a desarrollar.

Charles Darwin nos describe en su famosa obra “El Origen de las Especies”, la increíble ruta seguida por los organismos para llegar a un estadio evolutivo mayor, son millones de años que se resumen en ese proceso maravilloso que produce el milagro que tan espléndidamente denominamos vida. Esa semillita que germinamos y de la cual no nos hacemos responsables posteriormente, es una muestra de ese milagro de la naturaleza, la reproducción de las plantas hace posible obtener el oxígeno que respiramos y de su conservación depende en buena medida la supervivencia del hombre en el planeta.

Acaso ¿nos enseñan la responsabilidad que adquirimos al germinar una semilla? ¿Nos preocupa el futuro de esa especie que le damos vida al plantarla en la botellita o frasco de vidrio?  ¿Nos sentimos cultivadores, acto que sigue luego que sembramos? ¿Cuántas semillas puede plantar el hombre en el planeta, si logra que cada niño que hace su "experimento" de reproducción cuide con esmero sus plantitas y las cultive para luego obtener sus semillas? ¿Pueden nuestros maestros enseñar que la responsabilidad del niño no culmina en la observación sino en la conservación y reproducción del fruto del conocimiento? ¿Podemos con el "experimento" de la germinación contar la historia de la agricultura, revisar su pasado para comprender el presente y sobre todo, tener un compromiso con el futuro?

Son sólo preguntas que pudiesen detonar la imaginación de aquéllos que nos quieran acompañar en la tarea titánica de salvar a la humanidad y garantizar la preservación de cualquier forma de vida en el planeta.

 

arnaldoguedez2014@gmail.com

 



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