Que el sentido común es el menos común de los sentidos es un tópico que oculta –y revela- la inquietante crisis de valores de nuestra sociedad.
Ya nadie recuerda que el sentido común no es otra cosa que ¡el sentido de comunidad! Por tanto, no es de extrañar que sea “el menos común de los sentidos”.
Quienes viven en una “comunidad de propietarios” saben perfectamente qué quiero decir. No hay términos más antagónicos que “comunidad” y “propiedad”. La suma de individuos egoístas no produce comunidad, solo acidez y “stresñimiento”.
En un régimen de Dictadura del Propietariado, en una sociedad donde el ánimo de lucro es el motor principal, donde los propios miembros de la Comunidad nutren un Mercado excluyente y aniquilador, donde el individuo libre –para consumir- es el amo ¿cómo diantres podría sobrevivir el sentido común?
Nuestra avanzadísima sociedad occidental rebosa de expertos, especialistas, peritos, técnicos, doctores honoris causa y premios nobel. Hasta ayer, la enorme mayoría de los “con bata” aseguraba “científicamente” que el cambio climático y la crisis del petróleo eran para dentro de cien o doscientos años...
Tanta información, tanto progreso ¿para qué? ¿Para crear una Comunidad sin Sentido?