29 de octubre 2008. - El satélite venezolano, Simón Bolívar, conocido internacionalmente con
las siglas Venesat-1, fue lanzado al espacio a las 12:24 del mediodía
(hora de Venezuela), desde el Centro de Satélites de Xichang, ubicado
en el suroeste de China. Los medios del Estado venezolano, así como el
canal multiestatal Telesur y el canal estatal chino CCTV, transmitieron
en directo el conteo regresivo y el posterior lanzamiento del cohete
Larga Marcha 3B.
El cohete, luego de ser impulsado al espacio, inició las fases de desprendimiento de sus sistemas de propulsión.
El satélite tardará entre cinco y diez días en llegar a su órbita final, a 36.500 kilómetros de altura.
Una vez esté en dicha órbita, tardará exactamente 24 horas en dar una
vuelta al planeta. Como la Tierra también tarda 24 horas en girar sobre
su eje, el satélite -si pudiéramos verlo- parecerá estar inmóvil en el cielo,
lo que nos permitiría apuntar una antena parabólica especial hacia él y
captar su señal, tal y como se hace con las conocidas antenitas de
DirecTV. Eso es lo que se conoce como un satélite geoestacionario.
Venesat-1 fue lanzado a bordo de un Larga Marcha 3B: un cohete de tres etapas y 54,8 metros de altura,
capaz de llevar hasta 5.100 kilogramos de peso a una órbita de
transferencia geoestacionaria (aquella necesaria para que el satélite
pueda llegar a su punto definitivo a 36.500 kilómetros de altura). El
cohete pesa 425,8 toneladas y tiene cuatro impulsores de combustible
líquido.
Para que usted tenga una idea de dónde estará el satélite: imagine
que en Ecuador, a unos cuantos kilómetros de Quito, se construye un
gigantesco ascensor de 36.500 kilómetros de altura, y en el tope se
coloca el satélite venezolano. Ese es el equivalente de la posición 78 grados de longitud oeste y a 0 grados de latitud,
donde está siendo colocado el satélite usando una órbita que Uruguay
cedió a Venezuela, luego de problemas y obstáculos con la órbita
andina, que originalmente iba a usarse para el satélite bolivariano.
Una vez esté en órbita y haya desplegado sus paneles solares,
comenzarán las "Pruebas de Certificación en Órbita", un proceso que
dura entre uno y dos meses, donde se harán diferentes pruebas al
satélite y sus componentes. Aproximadamente el 20 de diciembre de este mismo año,
el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología entregará a
Cantv los servicios del satélite, pues será esa institución la que
administrará el uso del artefacto. Durante las primeras semanas del año 2009
se podrá prestar servicios a terceros, principalmente entes del Estado
que requieran del mismo para las misiones sociales o para propósitos de
comunicaciones.
Basado en el DFH-4 Bus chino
El Venesat-1 está basado en el sistema DFH-4 Bus (DongFangHong-4),
que es la plataforma de satélites chinos de tercera generación, la más
moderna del gigante asiático. Posee transmisores de alto poder y un
sistema de transmisión directa (DBS o direct broadcasting system), que puede transmitir datos a los usuarios sin necesidad de una estación de retransmisión en tierra firme.
Explicado de forma más sencilla: Es algo parecido al satélite de la empresa DirecTV, cuya
señal puede captarse con una pequeña antena parabólica de 45
centímetros, de bajo costo, sin necesidad de grandes y costosísimas
estaciones receptoras. El interés del gobierno venezolano es
obvio: es posible colocarle a una pequeña escuela bolivariana en el
estado Amazonas una antena como éstas, y darle así acceso a la gran
variedad de servicios del satélite.
Los satélites DFH-4 estándar pesan unos 5.100 kilogramos y se
estabiliza en sus tres ejes. La serie está equipada con 22 transponders
de banda Ku (cuatro a 54 Mhz y dieciocho a 36 MHz), tres antenas
receptoras y dos antenas de transmisión, pudiendo soportar la
transmisión de 150 a 200 programas de televisión simultáneos a personas
en tierra que tengan una antena parabólica de 45 centímetros. Posee
además dos paneles solares de seis metros cada uno.
Seguridad
El satélite tiene capacidad para soportar interferencias de elementos hostiles, así como "jamming"
(interferencias hechas a propósito para intentar sabotear el satélite).
Aclaramos, sin embargo, que las especificaciones antes mencionadas no
necesariamente se corresponden a las de Venesat-1; muchas de sus
características se han mantenido en absoluta reserva y fue muy difícil
para Yvke Mundial conseguir algunas fotos de su ensamblaje o
construcción. Las razones son obvias y comprensibles: temor tanto de
China como de Venezuela a sabotajes por parte de terceros países, muy
interesados en que la misión fracase.
También usado por otras naciones
La serie DFH-4 Bus ya ha sido usada por otras naciones: el satélite NIGCOMSAT-1,
el primero de Nigeria y de África, fue construido por China y puesto en
órbita el 13 de mayo de 2007 y también estuvo basado en el DFH-4 Bus.
Al igual que el Venesat-1, fue lanzado por un cohete Larga Marcha 3B
desde Xichang.
Paquistán también ordenó la construcción de otro satélite similar,
el Paksat 1R, que se pondrá en órbita tentativamente en 2011. El Grupo
APT (privado) también ordenó a China la fabricación de otro DFH-4 que
será lanzado en 2009.
No todas las historias han sido felices: el satélite chino Sinosat
2, también basado en el DFH-4 Bus y que tenía como propósito dar una
mejor cobertura a los Juegos Olímpicos de Beijing en diferentes lugares
de China, fue lanzado el 28 de octubre de 2006 pero, al llegar a
órbita, sus paneles solares no se abrieron adecuadamente. El satélite
se perdió por completo. Sin embargo, otros 3 satélites Sinosat están en
elaboración y se espera estén en órbita antes de 2011.
Los cohetes Larga Marcha chinos también han tenido algunas manchas
oscuras en su historia, al igual que casi cualquier sistema impulsor
estadounidense o europeo. El primer Larga Marcha 3B sufrió una falla en
su sistema de guías dos segundos después del despegue el 14 de febrero
de 1996, estrellándose en una aldea 20 segundos después y matando a una
cantidad no precisada de personas.
Sin embargo, después de ese terrible incidente, ocho cohetes Larga Marcha 3B han completado sus misiones exitosamente. China
tiene una gran reputación colocando satélites en órbita, compitiendo de
tú a tú con Francia y Estados Unidos. Aún así, siempre hay un pequeño
riesgo de falla en ésta y en todo tipo de misiones espaciales, dada su
enorme complejidad y el uso de combustibles líquidos y sólidos
altamente volátiles, enfriados a bajísimas temperaturas: El Larga
Marcha 3B fue cargado este martes con unas 400 toneladas de combustible, informó VTV.
Puede usarse con propósitos militares, si hiciera falta
Diversas fuentes explican
que, si bien el satélite es para usos civiles y pacíficos (como lo ha
garantizado el gobierno bolivariano), también puede usarse con
propósitos militares, para distribuir información a todos los niveles
de batalla en un campo de guerra. El satélite puede transmitir datos
(mapas, imágenes e información del enemigo) bajo demanda a pequeñas
unidades militares, con el fin de enviarles órdenes e información
situacional de forma encriptada.
Sin embargo, por ser un satélite geoestacionario que orbita a
36.500 kilómetros de altura, es imposible utilizarlo como satélite
espía para obtener fotos del terreno o de enemigos potenciales. Para
ello se usan satélites de órbita baja, que funcionan a menos de mil
kilómetros de altura y poseen sofisticadas cámaras de alta resolución.
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