El profesor de derecho especializado en internet, Michael Geist, afirma que los países deberían resistir a las tácticas "bravuconas" de Estados Unidos en temas de derechos de autor y propiedad intelectual.
Esta semana, la oficina de representación comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), el departamento del gobierno de Estados Unidos responsable por el comercio internacional, emitirá su informe anual sobre la protección de la propiedad intelectual en el mundo.
Es informe -conocido como Especial 301- siempre identifica a 50 países a los que les exige una reforma legal.
El informe a veces recuerda a la película "Casablanca": el USTR señala a los principales países sospechosos y se sorprende al descubrir que sus reglas legales no se asemejan a las adoptadas por Washington.
Históricamente, este informe tiene un impacto significativo en muchos países que temen posibles sanciones comerciales.
De hecho, la reciente queja de piratería de Estados Unidos contra China en la Organización Mundial del Comercio envió un mensaje mundial: de ahora en más, los temas de propiedad intelectual son un tema clave en cualquier debate sobre comercio.
Sin embargo, la insatisfacción de Estados Unidos con el incumplimiento de algunos países muchas veces tiene poco que ver con los estándares internacionales fijados.
"Certeza virtual"
Por ejemplo, este año es casi seguro que Canadá recibirá atención especial, con Estados Unidos acusando a su vecino de que no ha hecho lo suficiente para combatir temas críticos y sugiriendo que se está transformando en un paraíso de la piratería.
Mientras que el informe generará atención mediática y llamados a la acción, la realidad es que Canadá cumple todas sus obligaciones sobre derechos de autor según los estándares internacionales.
Además, las diferencias entre las economías de Estados Unidos y Canadá -Estados Unidos es un importante exportador de productos culturales y Canadá un importador neto- significa que las políticas promovidas por EE.UU. generan más daño que beneficios.
Tres temas del Especial 301 generarán polémica: la ratificación de tratados de propiedad intelectual en internet, la extensión de los derechos de autor (de regir durante la vida del autor más 50 años, a regir durante la vida del autor más 70 años), y la aprobación de legislación en contra de la presencia de videocámaras dirigidas a reducir la piratería de películas.
Pese a la presión sobre muchos países para que actúen en estos temas, incluso algunas personas que los apoyaban en Estados Unidos han comenzado a dudar de ellas.
No sólo las políticas son sospechosas, sino que el informe del USTR debe ser visto como lo que es: un análisis parcial de leyes extranjeras apoyado por una campaña de presión muy bien orquestada.
Acuerdos comerciales
Son decenas de países -Chile, Singapur, y países centroamericanos, entre otros- los que han suscrito acuerdos con Estados Unidos, según los que prometen cumplir con las exigencias de Washington.
Aún algunos gobiernos con acuerdos comerciales ya firmados con Estados Unidos no han podido evitar la intensa presión de ese país.
entre ellos se ubica Canadá, que ha recibido pedido públicos de Washington para que introduzca leyes que prohíban el ingreso de videocámaras a los cines.
Mientras que el informe del USTR y quienes lo apoyan buscan hacer quedar a muchos países como rezagados en temas de propiedad intelectual, esta retórica deja de lado el hecho de que muchos de esos mismos países sí cumplen con las regulaciones internacionales.
De hecho, de los temas antes mencionados, son sólo tres países miembros de la Organización de las Naciones Unidas -Estados Unidos, Singapur, y la República Checa- los que han completado las tres reformas.
Ningún país debería apurarse para ser la cuarta nación
de esa lista. El USTR puede repartir muchos "desaprobados", pero el
verdadero fracaso sucede cuando los países ceden a estas "bravuconadas"
que no juegan a favor de su interés nacional.
Michael Geist es titular de la cátedra de Derecho de Internet y Comercio Electrónico en la facultad de derecho de la Universidad de Ottawa (Canadá). Puede contactarlo en mgeist@uottawa.ca o en su sitio www.michaelgesit.ca.