El embajador de los Estados Unidos en Argentina, Earl Anthony Wayne, el presidente de la Cámara Argentina de los Estados Unidos y presidente del CitiBank en dicho país, Juan Brochou, junto con el presidente del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial de la Argentina (INPI), Mario Aramburu, y el director de relaciones externas del laboratorio Merck, Sharp & Dome, Raúl Gatica, hablaron en conferencia de prensa realizada en la sede de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires sobre los “delitos internacionales” que se están cometiendo en territorio argentino.
El evento organizado con motivo de celebrarse el día internacional de la propiedad intelectual, fue aprovechado para denunciar mediante una encuesta de 1200 casos, que la Argentina “genera y consume piratería” y que “los niveles de población de altos ingresos son los que consumen”.
La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en el país (Amcham), presentará en la segunda mitad del presente año al gobierno del presidente Kirchner, un plan para luchar contra la piratería comercial. La iniciativa será una segunda etapa de un programa de acciones de la entidad destinada a crear lobby sobre el gobierno del presidente Kirchner.
Algunos especialistas y organizaciones no gubernamentales en propiedad intelectual, han denunciado internacionalmente las maniobras de los Estados Unidos utilizando a la piratería como excusa para denunciar a gobiernos “poco amigables” de estar violando los derechos de propiedad intelectual, acusándolos de fomentar la piratería y la falsificación de marcas, el financiamiento de la delincuencia internacional y el terrorismo, siendo en verdad que, los supuestos delitos de piratería se remiten exclusivamente a delitos navales consistentes en la apropiación, sin permiso de su titular, de la mercancías transportadas por buques.
Lo llamativo en el caso argentino fue la acusación realizada en la propia embajada con representantes de multinacionales norteamericanas y en presencia de un funcionario argentino, quien se limitó a afirmar que “la Argentina tiene la tasa de innovación por habitante más alta del continente, dado que se presentan 85.000 solicitudes de marcas de productos y servicios al año”.