El pasado día 31 de
mayo la Comisión de Administración Pública del Senado votó la enmienda
de la Ley de Acceso Electrónica de los Ciudadanos a las
Administraciones Públicas (LAECAP).
(AI) Entre las enmiendas propuestas se encontraban algunas presentadas
por los grupos Mixto, integrado por IU y BNG, y Entesa Catalana del
Progrés (PSC, ERC, ICV) que eran apoyadas por las principales
organizaciones sociales dedicadas a la fomentar la creación, uso y
difusión de las nuevas tecnologías. En contra de los principios
defendidos por estas organizaciones se posicionaron principalmente PP y
PNV.
Así, las referidas enmiendas aseguraban tres derechos básicos de los ciudadanos:
El primero y más importante es, en consonancia con el Artículo 14 de la
Constitución, el derecho a no ser discriminado por razón del tipo de
hardware y software que cada ciudadano decida usar para comunicarse con
las administraciones públicas. Para ello se establecía que las
administraciones públicas deben siempre usar los llamados legalmente
"estándares abiertos" (públicos) a la hora de comunicarse con la
ciudadanía. Esto es, aquellos estándares públicamente conocidos que
están libres de cualquier restricción legal o atadura tecnológica, de
forma que cualquier empresa o ciudadano puede libremente usarlos.
Desgraciadamente, la mayoría de la Comisión formada por PP y PNV, lejos
de aceptar esta línea de trabajo garantista, adoptó justo la contraria,
la que restringe o anula los derechos de la ciudadanía. Más
concretamente, la enmienda 19 al artículo 4, aprobada por dicha
Comisión, viola este derecho. También lo viola la eliminación de la
definición de "estándar abierto" producto de la enmienda 21.
Es absolutamente inaceptable e inconcebible en un país democrático que
para que un ciudadano pueda ejercer derechos y obligaciones sea
obligado por su administración a ser cliente de empresa alguna
concreta. Recíprocamente, tampoco es aceptable ni económicamente
justificable que una Administración Pública esté obligada a adquirir
una marca concreta para atender a los ciudadanos. Para cumplir ambas
condiciones con neutralidad se necesitan formatos y protocolos que así
lo permitan, y esos sólo son los denominados estándares abiertos.
Así, de no aprobarse la enmienda nº 6 el Estado quedará en situación de
cliente cautivo de una multinacional concreta con el consiguiente
sobrecoste y derroche del erario.
La segunda gran demanda de derechos tiene que ver con el software, y en
general el conocimiento, que se produce para satisfacer las necesidades
de nuestras entidades públicas y que es pagado con los impuestos de los
contribuyentes.
La propuesta de enmienda que daba esta garantía establecía que todas
las Administraciones Públicas compartieran el software del que son
propietarias con una licencia que permitiese a cualquier otra entidad
pública, ciudadano o empresa su uso para cualquier propósito, su copia,
modificación y redistribución con o sin cambios, siempre que las obras
derivadas mantuviesen esa misma licencia.
El software es la infraestructura que más impacto tiene hoy día en la
economía y es necesario ponerla a plena disposición de todos ya que,
además, todos la pagamos. Sin embargo la Comisión ha decidido en contra
de este derecho también, al rechazar la enmienda 12 que así lo
garantiza.
El tercer derecho que se reclama es que cualquier ciudadano debería
poder auditar el código fuente, esto es, cómo funcionan internamente
los programas que ejecutan sus trámites administrativos.
Desgraciadamente también a caído ese derecho fruto del pacto PP+PNV.
Esa era la función que cumplía la enmienda nº2 también rechazada.
Pero los ciudadanos tenemos derecho a saber que se hace exactamente con
nuestros propios datos. ¿Cual es el procedimiento que se sigue? ¿A
dónde van? ¿De dónde vienen? ¿Quién los ve? ¿Para qué son usados?...
Tenemos derecho a auditar de que no se haga nada que no esté previsto
en las leyes, que no se manipulen inadecuadamente, aunque sea de forma
inadvertida. Tenemos derecho a esa garantía y no se satisface
suficientemente con la mera promesa acerca de que algún organismo lo
controlará tal y como ha decidido la mayoría en la Comisión.
Así, la mayoría formada por PP y PNV en la Comisión de Administración
Pública, en representación del resto de sus compañeros de grupo, ha
decidido que no, que los ciudadanos no debemos tener esos derechos.
Pero las asociaciones más representativas de mundo digital español
exigimos que, en el Pleno del Senado del día 7 de junio, cada senador
vote por otorgarnos derechos por ley. Y esto lo exigimos por la simple
y afortunado peso de poder o no votarlos mediante listas abiertas en
breves meses.
Igualmente, esperamos también que los diputados del Congreso tomen
buena nota de lo que pedimos los ciudadanos a través de sus colectivos
más representativos y dinámicos en materias digitales: que lleven a
cabo la ratificación de esos derechos cuando les llegue de vuelta esta
propuesta de ley. Será sin duda la mejor forma de estimular la
participación y valoración de nuestros representates y partidos
políticos.
Firmantes:
* Jorge Fuertes, presidente, en nombre de "Asociación Española de
Usuarios de Software Libre" (Hispalinux), Madrid, +8.000 miembros,
ámbito estatal
* Pieter Hintjens, presidente, y Alberto Barrionuevo, vicepresidente,
en nombre de "Förderverein für eine Freie Informationnelle
Infrastruktur eV" (FFII), Munich, +100.000 "supporters", +2.000 "active
members" y +3.000 "corporative members", ámbito internacional.
* Asier Martínez Hernán, presidente, en nombre de "Asociación Nacional
de Estudiantes de Ingeniería e Ingenierías Técnicas en Informática"
(RITSI), Sevilla, +100.000 miembros, ámbito estatal y profesional
(informática).
* Julian Coccia, presidente, en nombre de "Asociación Linux Español"
(linux.es), Salamanca, 12.985 suscriptores, ámbito iberoamericano
* Fernando Piera, vicepresidente, en nombre de "Asociación de Técnicos
en Informática" (ATI), Madrid, +7.000 miembros, ámbito estatal y
profesional
* Víctor Domingo, presidente, en nombre de "Asociación de Internautas" (Internautas), Madrid, +2.000 miembros, ámbito estatal.
* Roberto Brenlla, presidente, en nombre de "Asociación de Usuarios
GNIX" (AGNIX), Santiago de Compostela, +60, ámbito regional (Galicia).
* Antonio Rueda, presidente, en nombre de "Asociación Malagueña de
usuarios de Linux de Málaga" (LiMa), Málaga, +130 miembros, ámbito
provincial (Málaga)
* Pablo Álvarez de Sotomayor, presidente, en nombre de "Asociación
Linux Córdoba" (LiCor), Córdoba, +30 miembros, ámbito provincial
(Córdoba)
* Juan Carlos Moral Payá, presidente, en nombre de "Asociación de
Informáticos Penitenciarios", Valencia, +70 miembros, ámbito nacional.
* Gonzalo Luis Aller Arias, en nombre de "Asociación de Empresas de
Software Libre de Canarias" (ESLIC), Santa Cruz de Tenerife, 12
empresas con más de 40 trabajadores, ámbito regional (Canarias) y
empresarial (informática)
* José Raúl Vaquero, presidente, en nombre de "Fundación Ciencias de la
Documentación", Mérida, ámbito iberoamericano y profesional
(documentalistas).
* René Mérou, vicepresidente, en nombre de "Asociación Iniciativa de
Gestión Libre Universal para Empresas y Sociedades" (Iglues), Palma de
Mallorca, 40 socios, ámbito nacional
* Antonio Rivera, presidente, en nombre de "Asociación Iniciativa
Focus", (Iniciativa Focus), Málaga, +400 socios, ámbito regional
(Andalucía)
* José María Lancho, presidente, "Asociación Legalventure" (Legalventure), Madrid, ámbito estatal y profesional (abogacía).
* Alberto Barrionuevo, coordinador, en nombre de Proyecto
EstándaresAbiertos.org (proyecto jurídicamente dependiente de OPENTIA,
S.L., Colmenar Viejo), 59 participantes, ámbito iberoamericano y
profesional (informática).