El premio Nobel de Economía 2001,
Joseph Stiglitz, afirmó hoy que el sistema de patentes de medicamentos
impone altos precios a países en desarrollo -como Argentina- y aumenta
la brecha con los ricos, por lo que propuso cambiarlo por un sistema de
premios que permitiría a la industria farmacéutica de los primeros
competir en el mercado internacional.
El economista norteamericano se reunió hoy con el ministro de Salud,
Ginés González García y explicó que deberían premiarse las innovaciones
que contribuyen a la mayoría de la sociedad y luego permitir la
competencia con productos genéricos.
“El sistema de patentes forma parte del sistema de producción de
conocimiento, pero es una parte que actualmente no está funcionando
bien, especialemnte en el área de salud, donde lleva a altos precios
monopólicos y muy poca producción e innovación del conocimiento”,
indicó.
El encuentro duró una hora, en la sede del Ministerio, y luego Stiglitz
mantuvo una conferencia de prensa en la que criticó a los monopolios
farmacéuticos y afirmó que sus fallas comienzan a ser reconocidas por
la sociedad.
“Las compañías farmacéuticas gastan más plata en marketing y publicidad
que la que gastan en investigación, porque el retorno por acrecentar el
monopolio es mayor que el retorno que tiene la innovación”, indicó.
De hecho, el ganador del Premio Nobel 2001, por su estudio sobre los
efectos de desinformación en el mercado, consideró que las empresas
“gastan más dinero en investigación para drogas de estilo de vida, como
por ejemplo para que te crezca el pelo, que en remedios para salvar la
vida”.
Además sostuvo que “casi todo aquello que efectivamente gastan” es
destinado a investigaciones para curar enfermedades de países ricos y
no de países pobres.
Sin embargo, remarcó que como están las cosas “es entendible”, porque
“uno de los problemas de ser pobre es... no tener dinero, y si no tenés
dinero no podés comprar drogas y generar más ganancias para las
empresas farmacéuticas”.
En este sentido, tanto Stiglitz como González García coincidieron en
que es necesario generar alternativas para que países en desarrollo
puedan colocar medicamentos en el mercado global y adquirirlos sin
gastos excesivos.
“Un medio alternativo para incentivar investigaciones es usar premios
para la gente que crea cosas nuevas. La idea es que alguien que inventa
una cura para una enfermedad como la malaria, que salvaría a cientos de
millones de vidas, ganaría un gran premio”, explicó el norteamericano.
No obstante, señaló que “luego cualquier compañía genérica podría hacer
la droga y la competencia bajaría los precios”, lo que aseguro que
beneficiaría a Argentina.
“Hay que usar las fuerzas del mercado competitivo. Esto es fundamental
para Argentina, donde hay una industria competitiva” que podría
impulsar este desarrollo de genéricos, lo que a la vez ayudaría al país
a desarrollar innovaciones, explicó. (Télam)