La protesta de los estudiantes se inició contra un decreto del gobernador de la región, Jose Serra, que implementaba cambios en la administración de la Universidad. Según los universitarios esta nueva regulación atacaba la autonomía de la institución.
Durante la protesta un grupo se dirigió al rectorado ocupando el recinto y modificando la configuración de los equipos informáticos.
Formatearon los discos reemplazando Windows XP por Linux.
La rectora de la USP, Suely Vilela, acusó a los estudiantes de provocar con esta acción la perdida de datos de la institución. La ocupación duro unos 50 días y en la primera evolución de datos, la Universidad inventario los daños en el mobiliario y dependencias del rectorado.Ahora están evaluando el coste que supondrá la perdida de todos los datos almacenados en los 46 PCs que fueron formateados para instalar Linux.