La Fiscalía rusa pidió hoy el arresto del empresario Yuri Shefler, exiliado en el extranjero, que le disputa al Estado ruso los derechos de propiedad de famosas marcas de vodka, como Stolichnaya y Moskovskaya.
El Tribunal Municipal de Moscú informó de que la Fiscalía ha pedido a la corte del distrito Basmanni de la capital que emita una orden de arresto en rebeldía contra Shefler, dentro de un pleito que se arrastra desde 2002.
Dentro de este caso penal, la Fiscalía presentó a Shefler el mes pasado acusaciones de contrabando de bebidas alcohólicas, de organización de una red mafiosa y de empleo ilegal de marcas comerciales que son propiedad exclusiva del Estado ruso.
La agencia Interfax recordó que Shefler es accionista y jefe del grupo SPI, que desde hace un lustro se querella con la empresa estatal rusa (EE) Soyuzplodoimport por los derechos de propiedad de varias marcas comerciales de vodka ruso muy conocidas en el mundo.
La disputa empezó después de que a principios de 2002 Rusia restableciera el control estatal sobre 17 marcas comerciales de vodka, entre ellas Stolichnaya, Moskovskaya, Kubanskaya, Russkaya, Limonnaya y otras.
Soyuzplodoimport fue el nombre de la empresa estatal soviética de comercio exterior en materia de agroalimentación, que tras la caída de la URSS en 1991 Shefler dio a su propia distribuidora privada, hasta que entró en conflicto con la resucitada compañía estatal rusa del mismo nombre.
En julio de 2002, el Gobierno ruso cedió a EE Soyuzplodoimport los derechos exclusivos de emplear estas marcas en nombre del Estado, si bien en muchos países extranjeros esas marcas siguen siendo propiedad del grupo SPI y de las compañías distribuidoras.
El propio Shefler denunció hoy en un comunicado que su persecución judicial es resultado de una 'sucia competencia desleal' por parte de Soyuzplodoimport.
'No he cometido los delitos que se me incriminan. Todas las acusaciones son inventadas y jurídicamente inconsistentes', subrayó el empresario en su nota, difundida por Interfax.
Agregó que desde 2002 vive de forma permanente en el extranjero, donde tiene sus negocios, y en Rusia no lleva a cabo ninguna actividad comercial relacionada con las acusaciones presentadas, sino sólo proyectos benéficos.
Shefler afirmó que este nuevo capítulo en su acoso se debe a que ninguna corte de ningún país extranjero ha dado la razón en este pleito a la firma estatal rusa, ni ha suspendido los derechos de propiedad del grupo SPI.
'Por el contrario, los órganos judiciales de otros países reconocen una y otra vez que el grupo SPI posee de forma legal esas marcas comerciales', señaló Shefler, quien hace cinco años trasladó su producción a Letonia.
Soyuzplodoimport, 'tras agotar los recursos legales, ha optado por jugar su última carta en esta lucha y declararme delincuente para así desacreditar mi buen nombre y socavar la reputación del grupo SPI', denunció.
El Tribunal de Arbitraje de Moscú devolvió al Estado los derechos sobre las marcas de vodka más vendidas el 31 de enero de 2002, en lo que fue la primera nacionalización de la propiedad intelectual en Rusia tras el colapso del imperio soviético.
El Gobierno ruso pretendía así recuperar los ingentes ingresos de las ventas de las marcas más famosas del vodka ruso, que en el 2000 habían alcanzado los 1.974 millones de dólares, de acuerdo con cálculos extraoficiales.
Según la Fiscalía rusa, la empresa de Shefler, aprovechando el caos legal en el país, en diciembre de 1997 pagó apenas 283.000 dólares por los derechos de esas marcas comerciales y, tras registrar su producción en la Comisión Estatal de Patentes, se proclamó propietario exclusivo de las mismas.
Medios de comunicación rusos afirmaron en el mismo año 2002 que el presidente ruso, Vladímir Putin, había creado en secreto una comisión oficial encargada de recuperar para el Estado los derechos sobre las marcas de más renombre internacional desde los tiempos soviéticos.