Dando un gigantesco salto en la historia para caer en el siglo XX, vale señalar que Mohammad Mossadegh, electo Primer Ministro de Irán en 1951, en elecciones democráticas, tuvo la osadía de decretar la nacionalización del petróleo el 20 de marzo de ese mismo año, medida que llevó a la intervención de Estados Unidos y Gran Bretaña, potencias que financiaron un golpe de Estado organizado por la CIA en 1953, que lo derrocó y estableció una dictadura monárquica en cabeza del Sha Mohammad Reza Pahlevi. En 1979, una revolución popular da al traste con la dictadura de Rheza Pahlevi, año en que Irán asume la denominación oficial de República Islámica a través de un referéndum que abolió la monarquía hereditaria ejercida hasta ese año por el Sha.
Quienes diariamente somos telespectadores del programa Dossier, que conduce Walter Martínez y estamos familiarizados con su cátedra diaria de geografía universal, podemos ubicar exactamente la localización de Irán, que con una población de 71.290.000 habitantes en 2009, es el decimoctavo país más grande del mundo. En un territorio de 1.648.000 km2, su producto interno bruto (PIB), de 341.000 millones de dólares estadunidenses, ocupa el lugar 29 en el concierto mundial. Hoy día, esta república es más conocida por su producción de 4.050.000 barriles diarios de petróleo, por su posición nacionalista, por sus relaciones con Venezuela y por la publicitada producción de uranio enriquecido con fines médico - científicos, hecho éste demonizado por la prensa imperialista internacional, que pasa por alto la posesión de bombas atómicas en más de una decena de países, entre ellos EE.UU, Israel, la Federación Rusa, China, India, Pakistán, Francia…
Otros datos de interés de la República Islámica de Irán, según la OPEP, son sus reservas probadas de petróleo que, para 2009, alcanzan a 137.620 millones de barriles, mientras que el valor total de sus exportaciones se eleva a 108.470 MMUS$ y las de petróleo alcanzan los 2.430.000 barriles diarios por un valor de 88.920 millones de dólares. En términos de comparación con Venezuela, nuestro país exportó un promedio diario de 2.605 barriles por un valor anual de 47.175 MMUS$ calculados sobre la base de 36,36$ el barril. Es de considerar que el precio de la canasta petrolera de Irán, por sus características, tiene un precio superior al venezolano en el mercado internacional y superior al precio promedio de la canasta OPEP. Posee, asimismo, reservas probadas de gas en 29.610 billones de pies cúbicos, mientras su capacidad refinadora asciende a 1.470.000 barriles diarios. Su consumo interno de refinados, en tanto, es de 1.770.000 barriles diarios, por lo que presenta un déficit en este rubro que es suplido en parte por Venezuela a través de un convenio por 20.000 barriles diarios de gasolina.
Por este último hecho, voces agoreras como las de José Toro Hardy, pronostican –o mejor, desean- que Venezuela sufra sanciones por parte de EE.UU, algo muy improbable en razón de que la gran potencia no tiene cómo sustituir las importaciones de crudo venezolano y además se le presentaría un grave conflicto de intereses, ya que tendría que sancionar a China, uno de sus socios comerciales y financieros más importantes, que también suministra combustible a Irán.
(*)Economista – Investigador