Recordando los vivos suspiros del glorioso movimiento 26 de Julio que llevo al triunfo a la Revolución Cubana, viene a mis pensamientos que la lucha de los pueblos es por su liberación, esto a propósito de la recién muerganada que hace el desgobierno colombiano a Venezuela.
Pinche del imperio, sirviendo la bandeja barata para desbaratar la integración de la región.
El último suspiro de Álvaro Uribe Vélez es necrófilo. Desde Colombia ultiman todos los detalles para que su nuevo gobierno empiece mal las relaciones con Venezuela.
Los últimos agonizantes minutos de toda una gestión de gobierno, la cual deja sin inmunidad a un candidato a extraditable y prófugo, sirve la mesa al chantaje imperial para que este le perdone en el gobierno de Juan Manuel Santos.
Mientras este lo tiene en sus manos, le exige montar un escenario para balcanizar las relaciones con Venezuela, las cuales vienen en los últimos ocho años de mal en peor.
La sinfonía es perfecta, el despliegue de un importante poderío militar naval en la zona contigua a los estrechos atlánticos, conformada entre otros por veinte y cuatro buques, portaviones y submarinos, preparados en aguas costarricense, emplazados con una feroz campaña mediática contra nuestra región.
Este planificado ataque contra el país, encierra las amenazas contra Nicaragua y Cuba, naciones involucradas en la propuesta bolivariana de integración centro-sur-caribeña.
El objetivo es detener las enormes alianzas con los países de Centroamérica que lideran una fuerza de resistencia, como los Zapatistas en México y Honduras, igual contener los cientos de reclamos de convocatorias a referéndums que hacen las islas del Caribe, para zafarse del milenario control de sus economías y de sus vidas.
Y por ultimo fragmentar los importantes avances que lidera Venezuela en la región suramericana con Brasil, Ecuador, Argentina y Bolivia.
Lo que está en juego por parte de la economía de EE.UU. muy bien lo ha dicho en las recientes horas el Presidente Chávez, su nombre es petróleo y su apellido Venezuela.
Vienen por nuestro petróleo, ahora a sus juegos de guerra les dan un importante revés, la suspensión inmediata de nuestro petróleo a su necesitada economía si Venezuela es atacada militarmente.
Saben los EE.UU. que la negociación de la sobrevivencia en la región parte por mantener relaciones de iguales con los países mayores poseedores de crudo en la zona, y saben que esta realidad se triplica para las naciones integrantes de la propuesta de la Alternativa Bolivariana para Las Américas (ALBA).
Ahora que las reservas latinoamericanas se multiplican y como región empiezan a advertir la estocada donde las nuevas negociaciones de los productos de la cesta petrolera debe ser en bloque, es decir, desde un bloque integrador dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Empezó
el juego del ajedrez geopolítico centroamericano, sudamericano y caribeño.
Veremos quién mueve mejor las fichas, ojo, EE.UU. juega con las negras.
Para: www.aporrea.org
26 de julio de 2010