En este siglo, después que comience a declinar el petróleo (estiércol del diablo) sin que se avizore un sustito de esta energía en el mediano plazo, ha de comenzar desde los estados más desarrollados y principales derrochadores de energía, toda una desbocada carrera por hacerse –por las buenas o las malas— de los recursos más apremiantes: agua (petróleo blanco) y alimentos.
¿Estará Venezuela, nuevamente en las próximas décadas, en la mira de los voraces consumidores de esos recursos naturales a los que se hace mención? No hay que ser tan desorientado o lerdo como para no entender que en nuestro suelo, bañado por la providencia, se alojan además de las inmensas reservas de hidrocarburos una de las reservas acuíferas más importantes del planeta, y eso, ante las naciones más ambiciosas y poderosas del mundo, nos hace proclive a ser invadidos y sometidos por la fuerza.
En reciente informe elaborado por el ejército canadiense, titulado "El Contexto de la futura seguridad 2008-2030", se confirma que la madre de las guerras, tan anunciadas por los apocalípticos, será por el control del petróleo blanco (agua potable) y alimentos, donde adelantan algunas iniciativas para amortiguar o controlar parte de lo que ya se prevé que va a ocurrir. [1]
Estas revelaciones provienen de un documento de 176 páginas denominado "El Contexto de la futura seguridad 2008-2030", aprobado en enero de 2009 por el estado mayor y obtenido por el periódico canadiense Le Devoir. El informe es un resumen de las futuras amenazas y de las posibles intervenciones militares en los próximos años. ¿Está preparada o se está preparando Venezuela para afrontar esta contingencia apocalíptica? Porque no es que sea que vaya a ocurrir dentro de 20 o 30 años, no, esos problemas y desastres medioambientales ya están en pleno desarrollo y ya comenzaron a ocurrir en todo el orbe planetario.
Entre los numerosos factores de desestabilización del planeta para los próximos años, el impacto ambiental ocupa el centro de atención de dicho informe. Y revela el documento canadiense que “Las Fuerzas Armadas se están preparando para responder a los cuatro rincones del planeta, debido a las guerras regionales y eventuales hechos violentos por la competencia de los recursos naturales. Las futuras operaciones militares debidas a la multiplicación de motines provocados por el hambre darán lugar a intensos combates".
En un periodo de 20 años los problemas medioambientales, así como la escasez de agua y de alimentos, supondrán un riesgo de desestabilización en regiones enteras. "Se prevé que las presiones causadas por las migraciones y los flujos de refugiados o de personas desplazadas conllevaran a un recrudecimiento de las tensiones étnicas, religiosas o territoriales, inestabilidad y, posiblemente, crisis de gobernabilidad en esos estados.
Según los analistas militares, los efectos del cambio climático serán severos y tendrán consecuencias catastróficas, especialmente sobre el deshielo de los casquetes polares, la subida del nivel del mar, la creciente desertificación y la disminución del rendimiento de los cultivos en ciertas regiones (especialmente en África), la transformación de hábitats, la extinción de numerosas especies y la creciente propagación de enfermedades tropicales en las zonas templadas. [2]
El aumento del nivel del mar y el deshielo de los glaciares aumentarán sin duda la superficie de tierras perdidas, mientras que las infiltraciones salinas y la contaminación reducirán el acceso a los recursos de agua potable. La productividad agrícola de África caerá en picado. "La pérdida de tierras de cultivo debida a la desertificación conllevará una disminución de las cosechas en un 50%". Además, "los glaciares del Himalaya desaparecerán sin duda hasta 2035, lo que privará a 750 millones de habitantes de la región del Himalaya-Hinde-Kush y China de su fuente de agua potable". ¡Todo un dantesco cuadro, nada halagüeño, con visos apocalípticos que están a la vuelta de la esquina!!
[1] Pronostican la gran guerra por el agua potable
[2] El ejercito canadiense se prepara ante el cambio climatico joseagaporam@gmail.com