El Gobierno de Estados
Unidos por medio de los labios carnosos de quien alguna vez parecía
atractiva, la dama implacable, Hilary Clinton, anunció durante el mes
de mayo sanciones contra la petrolera estatal de Venezuela (PDVSA),
por sus relaciones con Irán. Estados Unidos mantiene relaciones
con el país que quiere – incluyendo el genocida Israel – con todo
derecho. Todos los países del mundo tienen relaciones con quienes
les da la gana según los acuerdos de las Naciones Unidas.
Venezuela, país energético, tiene relaciones energéticas con Irán,
país productor de petróleo y si no las tuviera sería asunto de Venezuela,
aunque no tenerlas sería idiota y antinatural.
Es elemental: estas sanciones
hieren la dignidad de América Latina y forman parte de las antiguas
mañas odiosas, del imperio yanqui. Nuestra solidaridad con la Venezuela
Bolivariana y nuestro hermano el gladiador Hugo Chávez.
Recordamos a la altanería
del gobierno yanqui de que nuestros países – por lo menos la mayor
parte – han decidido ser soberanos, libres como las águilas.
Pedirle sensatez, respeto y cortesía al imperio es como rogarle objetividad
a la derecha o fealdad a la luna llena, o a como se dice aquí, peras
al olmo. Seremos independientes, señores yanquis, señores de
la derecha, por nuestra propia e irreversible cuenta.
(*) COMANDANTE TOMAS BORGE, FUNDADOR DEL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL (FSLN)
ansonithalbano@gmail.com