El Globo en peligro de explosión

“Que el fraude electoral jamás se olvide.

Ni tampoco los miles de muertos inocentes

No soy muy dado a las especulaciones de carácter esotérico pero hay coincidencias que invitan a la reflexión. Me refiero a lo que los estudiosos de la cultura Maya postulan como las profecías del Rey Pakal el Grande, que gobernó en Palenque del 631 al 683 de nuestra era y cuyo recinto funerario fue encontrado en el llamado Palacio de las Inscripciones de esa importante zona arqueológica en 1950. De los mensajes consignados en los jeroglíficos de las estelas de dicho monumento los mayólogos han derivado el conocimiento del Calendario Maya y de las referidas profecías, entre las que destaca el cálculo de la duración de la actual época, correspondiente al Quinto Sol de la mitología maya, y cuyo término se fija para el solsticio de invierno de 2012. Entre las profecías destacan la que predice que, entre la actual y la nueva época, se registrarán cataclismos de diversa índole: terremotos, huracanes, aumento de la temperatura global, sequías, entre otros. Así mismo, se predice la manifestación de tensiones sociales extraordinarias, propias de la caducidad del régimen vigente y la entronización del nuevo estado de las cosas. Será por coincidencia, pero en nada difieren las profecías respecto de lo que hoy se vive en el mundo. Afortunadamente, también se predice que la nueva época será una de felicidad, en la que el espíritu vencerá la hegemonía de la materia y la solidaridad y el amor desplazará al egoísmo y la injusticia. Menos mal.

De lo que sucede con la naturaleza dan cuenta las dramáticas noticias de los ecologistas que advierten las peores catástrofes si se continua con el actual modo de producción y de explotación de los recursos de la naturaleza, que amenazan con la extinción de la especie humana; el deshielo de los casquetes polares, la reducción de la disponibilidad de agua potable, la desertificación de amplias zonas, la pérdida de la capacidad de producción de alimentos, etc. No hay día en que no tengamos la noticia de una nueva catástrofe en algún lugar del mundo, además de las de carácter permanente representadas por la hambruna en amplias regiones del mundo. Cada vez es más clara la urgencia de salvar al mundo y de regresar al respeto a la madre naturaleza.

De las tensiones sociales dan cuenta las noticias de lo que sucede en el llamado primer mundo; las de los países pobres nunca fueron noticia relevante para los analistas “occidentales y cristianos”, era parte del destino manifiesto. El agotamiento de la época de la fórmula capitalista y de la cultura correspondiente se hace obvio en la profunda crisis financiera y económica que arrasa al mundo de los negocios y, de paso, condena al sufrimiento a poblaciones que habían alcanzado un nivel relativamente satisfactorio de felicidad. La pugna de los gringos por el techo de su endeudamiento, en la que fueron puestas en la balanza las alternativas de aumento a las contribuciones de los ricos y la de la reducción del dinero destinado al bienestar social, que se decidió por ésta última, manifiesta claramente los síntomas del agotamiento del sistema. Las soluciones dadas a las crisis de deuda de los europeos, siempre en detrimento de la expectativa de bienestar para la gente, lo corrobora plenamente. La indignación de los españoles, los incendios en la flemática Inglaterra, las protestas de los estudiantes en el Chile neoliberal, las revueltas del norte de África y del Medio Oriente, tanto las auténticas como las fabricadas por la CIA, y todo lo que hace que la presión de la olla aumente peligrosamente, otorgan verosimilitud a la predicción del gran cambio.

También resulta emblemático que ya algunos países latinoamericanos se han adelantado y anticipan el advenimiento del Mundo Nuevo, de los que Bolivia es punto de avanzada con un gobierno indígena que privilegia el respeto por la Pacha Mama.

Para los que han leído el Nuevo Proyecto de Nación postulado por el Movimiento para la Regeneración Nacional podrá quedar en claro que es una apuesta a la incorporación de México al proceso de cambio universal y adquiere especial relevancia el énfasis otorgado a la recuperación de valores de respeto a la naturaleza y a la sociedad, cifrados en el amor y la solidaridad. Ojalá lo sepamos comprender para optar por subirnos al carro del cambio y evitar ser arrollados por su ímpetu.

Coincidencias o no, vale la pena tratar de entender la los antiguos mayas.

Correo electrónico: gerdez999@yahoo.com.mx


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Gerardo Fernández Casanova


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