En el terreno están los sidafistas, brazo de grupos terroristas amparados por la CIA y encubiertos por los Sunitas, estos son los mismos que intentan dividir el sur de Yemen, todo por sus pletóricas reservas de petróleo y por terminar de entregar la entrada del Cuerno del África a los estadounidenses.
También esta, Abdelhakim Belhaj al mando militar de la capital del país. Este sanguinario terrorista es el numero dos dentro de la red terrorista Al-Qaeda. Igual, operan terroristas traídos desde la cárcel de Guantánamo en Cuba, hombres torturados hasta la saciedad, locos por matar, y los mercenarios de Sudan, Túnez y de otros países que integran el Magreb.
Desde barcos que atracan en los puertos de Bengasi y Trípoli, llegan cientos de legionarios y armamento de los países que invaden esta nación, todos en la legalidad de la máscara OTAN.
En nada queda la capital Libia, -Trípoli- ciudades y pueblos convertidos en añicos por la furia de los vuelos Tornado GR-4. Aves de hierro agazapadas lanzando misiles Crucero, sin dialogo, solución, negociación y menos paz.
Es la guerra combinada con trances impíos de extremistas enardecidos, es una fiesta de mercenarios, avalada por los países mas “desarrollados”. La meta es destruir a los pequeños.
Pero esto no se atreverían a hacérselo a Rusia, China, Estados Unidos, menos a cualquier país de los saqueadores europeos. Para los llamados países del desarrollo no hay sanciones, amenazas, mucho menos desembarco de mercenarios, y cuando necesitan fabricar cualquier invasión, ellos mismos crean sus terroristas y se hacen atentados tontos que con el pasar de los pocos años, el mundo queda turulato antes las invenciones norteamericanas-europeas.
Ahora solo queda esperar, aguantar, soportar, pero con la seguridad que esto no será igual a lo sucedido en los pasados años.
Para: www.aporrea.org
Septiembre 05 de 2011