Los sucesos de los últimos años en EEUU y las potencias europeas revelan la profunda conmoción social, política y económica que sufre el llamado "primer mundo", cuyos regímenes capitalistas han perdido credibilidad ante la gente y son incapaces de sostener la estabilidad interna.
El antiguamente admirado "Estado de Bienestar” que le ofrecía mediana subsistencia a la explotada clase trabajadora a través de la "teoría del goteo", ha quedado evidenciado como una enorme falacia propagandística pues mientras que los empresarios se apropien del valor del trabajo ajeno, las pocas "gotas" de riqueza acumulada que dejen caer sobre sus subalternos siempre serán insuficientes para saciar la sed de bienestar en el colectivo.
La praxis demuestra que la equidad en el capitalismo es una fantasía, pues la lógica de la clase dominante siempre será maximizar sus ganancias por medio de la explotación y expoliación sobre los oprimidos, por ello democratizar la propiedad de los medios de producción es el único camino para materializar la igualdad social.
Privatización de servicios básicos, quiebras bancarias, estafas hipotecarias, expropiación de viviendas familiares, desempleo, despidos masivos, flexibilización laboral, menoscabo al sistema de jubilaciones y recorte a la protección social son algunas de las calamidades causadas por las elites gringas y europeas contra masas indignadas que buscan lo que Venezuela ha logrado: un liderazgo capaz de unificar al pueblo, derrotar el bipartidismo burgués y ser la fuerza organizada que impulse la democracia revolucionaria.
*Constitucionalista y penalista. Profesor universitario.
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