10- La Revolución Verde que emprendió Muamar Al-Gaddafi en Libia, desde el 1º de septiembre de 1969, era un mal ejemplo para los países en desarrollo que aún se hallan bajo la órbita neocolonial. Sólo por ese hecho, Gaddafi caía “antipático” en las élites mundiales. 9- En Libia no hay partidos políticos. Por el contrario, cogobiernan las tribus que coexisten en ese enclave del norte de África: Árabe-Bereber, Bereber, Tuareg y Tibbu. Es un paradigma muy peligroso para el Estado burgués decadente y su discurso ramplón sobre la quintaesencia de la organización partidista para cimentar la “verdadera” democracia. 8- La posición estratégica de la tierra de Gaddafi es clave para controlar el norte y centro del continente negro. El objetivo es intimidar a Argelia (otro miembro OPEP) y a otras naciones de la región que no se subordinan al mandato imperialista de EEUU y la Unión Europea. 7- Las reservas internacionales de Libia, que ascienden a más de 200 mil millones de dólares, eran un botín muy atractivo para los países industrializados que atraviesan en este momento la agudización de la Segunda Depresión Capitalista. El vulgar robo del dinero de todos los libios reafirma la naturaleza hamponil de la alta dirigencia estadounidense y europea. 6- Los precios justos del crudo, a escala mundial, molestan al Gran Capital dependiente del combustible fósil. Por tal razón, ocupar militarmente a Libia incidiría en el hundimiento de la cotización del petróleo. Esto último haría más barata la producción de bienes y servicios e incentivaría –en teoría- el consumo en un deprimido sistema globalizado de la plusvalía. 5- La radio internacional de la Jamahiriya (Estado de las Masas), “La Voz de África”, emitía por onda corta en árabe, inglés y francés, con potentes transmisores de 500kW cada uno, hacia Europa, Asia y América. La programación de “La Voz de África” daba a conocer los avances innegables de la Revolución Verde en Libia y propiciaba el debate ideológico necesario para emprender movimientos sociales contestatarios en otras latitudes del orbe. Destruir este vigoroso órgano de propaganda política era un punto de honor para la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y las devaluadas potencias imperialistas. “La Voz de África” fue escuchada por última vez –en árabe- el 20 de agosto pasado en la frecuencia de 1251kHz, onda media, según el reporte publicado en la lista del British DX Club, apartado de Libia, en la página: http://homepage.ntlworld.com/bdxcuk/africa.pdf 4- La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), ha sido siempre un “casse-pieds” para EEUU y Europa. La reducción de esta organización a su mínima expresión es el plan maestro del Gran Capital, el cual va de la mano con el afán de dominación universal del “establishment” yanqui. Gaddafi era uno de los líderes más emblemáticos de la OPEP y precursor de la Unión Africana, por ende, era necesario pulverizar su simbología en el ideario de resistencia de las masas explotadas. El monopolio de los recursos energéticos es inexorable para el éxito del expansionismo voraz del Gran Capital; la OPEP es un obstáculo evidente en la concreción de tal estratagema. 3- Estados Unidos y Europa mantienen una actitud hostil en contra del proceso de integración de la tierra de Nelson Mandela y Patrice Lumumba, ya que éste consolidaría un novel núcleo de poder en el globo terráqueo, lo cual es contraproducente para la hegemonía de Washington y Bruselas. Por tal motivo, cavilan los agresores, el asesinato físico de Gaddafi sería el homicidio moral de África, el tiro de gracia a los anhelos de mancomunidad de quienes han sido expoliados hasta el hartazgo por los viejos colonialistas. Sólo que la bala que mató a Gaddafi no es el fin de la batalla, sino el comienzo de una nueva guerra. ¡Malas noticias! 2- La propuesta de sustituir el dólar estadounidense por una moneda panafricana, en las transacciones comerciales consumadas en el continente de ébano, es la gota que rebosó la paciencia de los amos imperialistas y genocidas. Colocar en entredicho la “supremacía” del billete verde puede significar muerte, destrucción y ocupación. Libia pagó ese alto precio por retar al “Tío Sam”. Como consecuencia, la Humanidad estará en la antesala de una nueva conflagración mundial cuando Rusia y China abandonen el dólar como moneda de reserva, y ofrezcan el rublo y el yuan como alternativas. 1- Gaddafi se llevaría a la tumba el secreto mejor guardado: que los atentados terroristas en Europa Occidental atribuidos a supuestos agentes libios –incluido el de Lockerbie- fueron en realidad perpetrados por la CIA, el MI6 y el Mossad, entre otros servicios de espionaje, con el fin de desprestigiar a la Revolución Verde en el marco de la Guerra Fría (*). Si el líder libio iba al Tribunal Penal Internacional de La Haya, muchas verdades habrían salido a la luz pública. Un Gaddafi muerto era más conveniente. ADÁN GONZÁLEZ LIENDO (*) La verdad sobre Lockerbie: http://elmossad.wordpress.com/2010/05/01/yuval-aviv-y-la-verdad-sobre-lockerbie/ P.D. En el marco de los cursos preparatorios para la Segunda Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OPEP, que se realizó en Caracas en septiembre de 2000, nos enteramos de algo bien interesante relacionado con Libia. Después del triunfo de la Revolución Verde en 1969 y de las transformaciones que ésta trajo consigo, se decidió repartir equitativamente –entre los ciudadanos del país- las ganancias petroleras. Aunque usted no lo crea, cada libio tenía una cuenta bancaria en la que se le depositaban los “royalties” derivados de la venta del crudo de Trípoli. Desde luego, dicho aspecto positivo del “maluco” de Gaddafi jamás fue resaltado por algún medio de comunicación privado. De nuestro lado, sólo Walter Martínez hizo un pertinente comentario hace unas semanas. Tremenda dictadura la que había en Libia, ¿no? ¡Viva Gaddafi! elinodoro@yahoo.com