Colombia y la OTAN: ¿Blancanieves en el palacio de Narquiño?

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), fue creada por una asociación de doce países en Abril de 1949, convirtiéndose en una oposición militar al bloqueo de Berlín por parte de la Unión Soviética en Junio de 1948. En una descripción más amplia, esta se convirtió en la estructura militar de Europa Occidental opuesta al Pacto de Varsovia durante la guerra fría y liderada por los Estados Unidos quien siempre mantuvo su posición de dirección y comando dentro de la alianza y los europeos lo aceptaron de esa manera. A pesar de las solicitudes de los países Europeos a que este tratado amparara a sus colonias fuera del área de influencia - Europea/NorAtlántica – Estados Unidos siempre se negó bajo el argumento de no comprometer su influencia política en determinadas zonas.

Posteriormente a esto la alianza admitió a nuevos países integrantes, casi todos provenientes de Europa Oriental, esto, a pesar de la desaparición del Pacto de Varsovia y de la URSS en el año 1991, lo cual por contraposición, debía por dar como finalizado el Tratado y el desmembramiento de la OTAN, para así, dar paso a la formación de un Ejército Europeo como era impulsado inicialmente por Alemania y Francia. A esta Pretensión se opusieron los norteamericanos quienes le “asignan” nuevas tareas a sus socios Europeos en: la ex – Yugoslavia, Afganistán, Irak, Bosnia, Kosovo y más recientemente en Libia y Siria, Convirtiéndose en una de las Organizaciones Militares mas Criminales que recuerde la Historia de la Humanidad.

Sorprendentemente y dos días después de recibir en Colombia al candidato bi-derrotado y Gobernador del Estado Miranda, el Presidente Juan Manuel Santos anuncia que su país está “en la disposición de ingresar a la OTAN”, anuncio que levanta inmediatamente una ola de malestar y enciende las alarmas en casi todos los países de nuestra América. Inmediatamente voceros de esta organización manifiestan que “Colombia no cumple con los criterios geográficos para ingresar a la OTAN”.

Debemos estar en cuenta, que el primer país de Sur-América en ser “extra-OTAN” es Argentina, quien cumple este rol desde la época Menen en el año 1998, después de participar en la coalición durante la guerra del golfo. Este estatus “extra-OTAN” es un invento del Congreso de los Estados Unidos y que permite que un estado fuera del ámbito geográfico del tratado, ingrese mediante otros mecanismos a la alianza y que permita por esta vía la desestabilización de cualquier país opuesto a la esfera de Washington, por tanto, la afirmación de Santos tiene una base totalmente cierta.

Las preguntas son entonces: ¿Ha cedido Colombia o está en camino de hacerlo, toda la Soberanía Política, Moral y Militar de su Territorio a Potencias Extranjeras? ¿De ser así, quien es el interlocutor válido en las conversaciones Bilaterales con Venezuela? En efecto, tanto Colombia como la OTAN dan como un hecho la firma de un tratado de “cooperación y asistencia mutua” que permitirían a la Organización entre otras cosas: contar con un gigantesco recurso humano –soldados preparados en combate real - para conflictos en cualquier lugar del mundo y a Colombia un paraguas militar que los envalentonaría en sus pretensiones territoriales históricas sobre el golfo y otros territorios de Venezuela, aparte de la información de inteligencia levantada por los agentes Colombianos dentro de nuestro país.

Paralelamente a esto, asistimos a un festín de declaraciones de dirigentes de partidos opositores al Gobierno Venezolano, que, en sintonía con la matriz de opinión imperial, descaradamente apoyan la pretensión Colombiana y persisten en su bien pensada crítica a: el internacionalismo de la Revolución Bolivariana, el apoyo y la ayuda a países Hermanos, al Alba, a Petrocaribe, a Unasur, a la Celac y la oposición furibunda a una Venezuela Bien Armada y Celosamente Custodiada por Equipos Militares de Última Generación, que garantizan la Unidad e Integridad de la Republica.

Definitivamente debemos cerrar filas con Nuestro Presidente Nicolás Maduro y a hacer un llamado para la continuación de la Política Militar de Modernización y equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas Bolivarianas, bajo el concepto ideado por nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, porque, pareciera que desde hace rato en el Palacio de Narquiño manda Blancanieves, lo arrecho es que ahora están llegando los enanos.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria!


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Gaspar Méndez Castro


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