Aprovechando el auditorium en LXIX Asamblea Anual de las Naciones Unidas, nuevamente el Presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, arremetió en contra Venezuela al exigir la liberación de Leopoldo López, quien permanece encarcelado por su presunta participación en las guarimbas e incitación a la violencia este año en todo el país.

En cortas líneas, y siguiendo el sentir de quienes SÍ conocemos la historia de los Estados Unidos (con sus maravillosos presidentes), el último petitorio del Premio Nóbel de la Paz, Barak Obama, actual presidente de la unión, quien ordena el bombardeo de civiles, ancianos y niños en Irak, Afganistán, Libia y ahora en Siria, raya en una absoluta intromisión en los asuntos interno del país, aprovechando para ello la presencia de Nicolás Maduro en el foro internacional donde se aventura a “exigir” la liberación de un “terrorista” de derecha: Leopoldo López.

¡Tamaña irresponsabilidad!

Que yo sepa, Venezuela jamás se ha pronunciado por los enjuiciamientos de muchos disidentes que, frente a las abominaciones de los grupos de poder o de las transgresiones que las multinacionales hacen en contra del medio ambiente en su país, han realizado las autoridades norteamericanas y su sistema judicial. Ese es su problema, no el nuestro y respetamos la soberanía de los pueblos y de sus sistemas políticos y judiciales.

Pero las declaraciones de Obama no son para nada gratuitas: forman parte de la nueva escalda mediática, de violencia y desestabilización que recientemente fue develada por nuestros sistemas de inteligencia, con detenidos y todo como ya sabemos.

Las declaraciones de Barak también coinciden con la nueva “rotación” de los cuadros políticos dentro de la MUD, donde, es de suponer, ya recibieron el “nuevo manual de operaciones desestabilizadoras” con nuevas caras al frente de ese bodrio político por su desgaste lógico ante el fracaso rotundo de esos planes golpistas.

Es el llamado “Lobby Internacional”, del cual, desde hace ya siete meses, vienen haciendo uso los derechistas radicales de este país para “sensibilizar” a la opinión pública internacional en torno al preso, con la “vocería”, de nada más y nada menos, que la del propio presidente de los Estados Unidos de América, ungido como él se siente de intervenir y destruir naciones y pueblos enteros y ser el árbitro de hasta una pelea de perros.

Hay que ser cara dura para hacer esta petición. Hay que tener solvencia moral para hacerlo y Obama no posee las mejores credenciales para ello con todo y su “comprado” premio Nóbel.
En Venezuela hay un sistema de justicia que, con sus imperfecciones y todo, no se parece en nada a las ya defenestradas tribus de David Morales Bello, de Octavio Lepage o de otros ilustres de la cuarta república.

La cortina de humo

Hay que tener los ojos bien abiertos. Ya están insinuando que desde Venezuela, estamos apoyando a grupos Yijadistas y al propio EI. El argumento “montado” por los enemigos internos y externos de Venezuela (MUD y Uribe) incluye la desertificación de Venezuela porque, en su sentido más embustero, los Estados Unidos argumentan que no colaboramos en la lucha contra el narcotráfico.

Adicionalmente, insinúan que Venezuela entrará pronto en Default cuando para nadie es un secreto que si los Estados Unidos no entra pronto en una “guerra más” (emulando el slogan del colega Leopoldo Castillo), su economía se terminará de derrumbar cual castillo de naipes por el tamaño colosal de su deuda externa, la cual es tan grande que tendrían que pagarle a los chinos con parte de su territorio; por ellos los 133 conflictos mundiales en los cuales están interviniendo directa o indirectamente.

Venezuela es la última presa del hambre de energía y de dominio planetario del país norteño. Lo triste es ver a muchos intelectuales ¿? venezolanos, columnista y periodistas, expresarse de USA con el servilismos más insano y podrido que jamás país alguno permitiría entre sus conciudadano, ¡y aquí no hay libertad de expresión!, descarados infelices.

Estamos frente a una nueva arremetida, ante otro zarpaso que nos quieren asestar desde dentro y fuera de nuestras fronteras, pero bien lo dijo el comandante, que el chavismo no era él sino todos quienes queremos de corazón este país el cual defenderemos con sangre, sudor y lágrimas, citando a Winston Churchill.


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