La estrategia del Mar Negro - ¿Umbral de la guerra mundial?

El artículo de George Friedman (1) titulado "Ucrania, Irak y la Estrategia del Mar Negro" llamó la atención de los analistas internacionales. Se conoce al autor como alguien que no tiene pelos en la lengua cuando se trata de expresar sus opiniones. Mientras otros escribían sobre los valores europeos, la democracia y la sociedad dispuesta para establecerse en Ucrania, él dedicó sus escritos a la posición estratégica de Rusia, su planificación estratégica y su política gasífera y petrolera. Friedman abiertamente señala que Estados Unidos vio los eventos de Ucrania como una oportunidad para una pose moral o para un golpe estratégico contra la seguridad nacional de Rusia. También señala que "la geografía y el poderío norteamericano permiten un cierto grado de incertidumbre." En realidad, este autor está hablando de una geo-estrategia que apunta hacia hundir al mundo en el caos. Aunque esto no sea lo principal.

Existen graves evidencias que permiten suponer que las tesis utilizadas en el artículo sirven como un indicador del hecho que la elite norteamericana viró hacia la noción que los actuales y futuros eventos son percibidos en términos de una guerra mundial en curso. "La expresión "Guerra Mundial" es impresionante, pero no es nada nuevo pensar en esos términos: la anterior crisis económica mundial de escala comparable, fue superada gracias a la guerra mundial. Una guerra mundial permite rediseñar el mapa del mundo, obtener acceso a nuevos mercados, cancelar viejas deudas y establecer nuevas reglas del juego en los asuntos internacionales. Este es el factor más importante para Estados Unidos. Jugar según las reglas establecidas por él mismo en el pasado, no podría permitirle mantener la supremacía mundial y tendría que ceder esta posición a la China emergente.

Según George Friedman, el problema más crítico para Estados Unidos es la creación de un solo plan integrado que tome en cuenta los desafíos más acuciantes. Desde el punto de vista operativo, no podría ser posible enfrentar a todos los adversarios de manera simultánea, pero conceptualmente, es fundamental pensar en términos de un centro de gravedad coherente para las operaciones. Para el autor del artículo, resulta cada vez más claro que ese centro sería el Mar Negro. Actualmente existen dos escenarios activos de operaciones militares de amplia y potencial significación.

Uno es Ucrania. El otro es la región de Siria-Irak donde las fuerzas del Estado Islámico han lanzado una ofensiva diseñada como mínimo para controlar regiones en ambos países y como máximo, dominar el área entre el Levante e Irán. En muchos sentidos y aparentemente no hay conexión entre estos dos escenarios. El autor señala que Rusia tiene un problema en desarrollo en el Alto Cáucaso y existen informes que señalan que asesores chechenos están trabajando con el Estado Islámico. Friedman comenta que los rusos no se sienten muy cómodos con lo que "está sucediendo en Siria y en Irak. Al mismo tiempo, cualquier cosa que desvíe la atención de Estados Unidos sobre Ucrania es beneficiosa para los rusos. Por su parte, el Estado Islámico en el largo plazo, debería oponerse a Rusia. No obstante, su problema inmediato es el poderío norteamericano de tal modo que si algo distrae a Estados Unidos es beneficioso para el Estado Islámico."

Estados Unidos no va a emplear su poderío militar en gran escala. Más bien planea alcanzar sus metas a expensas de sus aliados regionales. Turquía y Rumania son dos relaciones clave.

El artículo es significativo para aquellos que tratan de comprender la política norteamericana hacia Rusia. Una de las tesis es engañosa. Se describe al Estado Islámico como enemigo de Estados Unidos, que libra una feroz lucha contra este. En realidad, el Estado Islámico es un valioso aliado para Estados Unidos, país que persigue la idea de convertir al Medio Oriente en un enorme foco de hostilidad, azotado por un caos que se extendería hacia Europa, Rusia, China y a otras regiones a elección de Estados Unidos.

El Estado Islámico es demasiado especial como para mencionarlo como un aliado estratégico. La opinión pública norteamericana no se avendría con el hecho que su gobierno y los servicios especiales se codean con rufianes. De ahí que se le haya declarado la guerra al Estado Islámico. Las acciones de Estados Unidos se describen como una cruzada. Pero aparte de toda esta cháchara vacía, la operación llevada a cabo contra el Estado Islámico se parece muchísimo a la "extraña guerra" librada entre fuerzas del Reino Unido y Francia contra Alemania durante 1939-1940.

A partir del pasado 8 de agosto, la aviación norteamericana ha estado atacando al Estado Islámico en Irak. El día 23 de septiembre pasado, el primer ataque fue dirigido contra las posiciones de los militantes en Siria. Según Thomas Donnelly, analista de políticas de seguridad del American Enterprise Institute (2) autor de "¿Se esperan más ataques en Siria?" publicado por el Weekly Standard, una fase aérea no es en absoluto suficiente.

Estados Unidos ha estado comprometido en Irak por más de diez años. Sencillamente no pudo observar el avance de los militantes sin mover un dedo. Si lo hace pasaría vergüenza. El bombardeo aéreo es lo menos que puede hacer para simular que defiende a Irak de los terroristas.

Por otra parte, Friedman sostiene que la combinación de poderío aéreo y operaciones de fuerzas especiales no conducirá a la eliminación del Estado Islámico o a divisiones al interior del grupo. Obama ha dicho que Estados Unidos no enviaría tropas al territorio, lo cual significa que otro estado tendrá que hacerlo. Irán pareciera un aliado natural, pero si se convierte en un aliado combatiente y actúa a favor de Estados Unidos, sería lógico vincular semejante involucramiento con otras cuestiones controversiales que afectan las relaciones de Irán y Estados Unidos. El programa nuclear y el levantamiento de las sanciones encabezarían la lista de candentes problemas. La breve reunión del Secretario de Estado, John Kerry, y el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, colateralmente a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, hizo que el gobierno norteamericano fuera duramente criticado, especialmente por parte de los neoconservadores. Todo conduce a la conclusión que, al margen de todas las atrocidades cometidas por el Estado Islámico, el gobierno de Obama considera al Estado Islámico por lo menos como un mal menor que Irán. Como máximo podría tratarlo como un aliado tras bastidores.

Con Estados Unidos vigilando como evoluciona la situación en Ucrania e Irak-Siria, el Estado Islámico podría gradualmente trasladarse al Cáucaso del Norte haciendo que afloren las fuerzas en la clandestinidad ahí y así abrir un nuevo frente. Friedman menciona esa posibilidad aunque le echa la culpa a Rusia diciendo que esta podría intervenir en el Cáucaso. El Estado Islámico ya ha declarado a Rusia como su principal enemigo. Uno de los líderes de la agrupación, Omar al Shishani, es de origen checheno.

Al mismo comienzo de la "Primavera Rusa", Dmitry Yarosh, líder del Sector de Derecha, visitó al presidente del Emirato del Cáucaso, Doku Umarov, para pedirle que lucharan juntos contra Rusia. Resultó absurdo creer que Doku Umarov había muerto antes del llamado. George Friedman expresa la opinión de aquellos que en Estados Unidos decidieron desatar una guerra mundial, cosa que noes nada absurda. Se trata de una realidad que es necesario tomar en cuenta.

  1. http://www.stratfor.com/weekly/ukraine-iraq-and-black-sea-strategy#axzz3EakkbQYi
  2. http://www.weeklystandard.com/blogs/more-strikes-syria-expected_806076.html

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

editorial@strategic-culture.org

 

Traducción desde el inglés porSergio R. Anacona

Strategic Culture Foundation

http://www.strategic-culture.org

 



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