Fin del bloqueo contra Cuba: Nueva Estrategia contra Venezuela

El camarada Alexis Arellano, en su artículo “¿Por qué el fin del bloqueo contra Cuba?”, publicado este Viernes, 19/12/2014 nos hace un recuento sobre lo que ha sido y significado este bloqueo para la tierra de Fidel, condenado y criticado por diversos gobiernos e instituciones internacionales como la ONU y la OEA, por criminal y absurdo en estos tiempos de la globalización.

Ciertamente, por años los presidentes norteamericanos callaban y se negaban a levantarlo, mientras Cuba resistía los ataques de la nación que más se jacta de su democracia “capitalista” hasta que debutó en el escenario político Hugo Chávez Frías, quien tuvo el valor de gritarles a todos en la ONU: “Aquí huele a azufre”, ante la presencia de los representantes norteamericanos. Muchos lo tildaron de irreverente e inoportuno, pero quienes lo vimos y escuchamos, sabíamos que iba a explotar. No había para dónde coger. Era el momento y él lo intuyó.

Por Chávez, el continente americano se llenó de valor, de coraje y sus presidentes sintieron que no estaban solos, que una voz resonaba por los cuatro costados de Latinoamérica, con proyectos y propuestas comunes en beneficio de una sola patria como la soñó Bolívar: UNASUR, ALBA, MERCOSUR, Tele Sur, entre otros.

Estas ideas y apoyos permitió estratégicamente colocar el nombre de Venezuela en el mundo como uno de los gobiernos democráticos más importantes y ejemplo a seguir para muchas naciones aliadas: Brasil, Bolivia, Ecuador, Argentina, Uruguay, Nicaragua, sin olvidar a aquellos, como Honduras, que han entendido el mensaje revolucionario del comandante eterno y han tratado de enrumbar sus gobiernos hacia un modelo de socialismo democrático y bolivariano, que pregona la libertad, la soberanía, el respeto a los pueblos, la paz y la solidaridad entre sus pueblos.

Obama sabe que el enemigo ya no es Cuba, es Venezuela. Por eso no le tembló el pulso para firmar la Ley que sanciona a los funcionarios venezolanos. Pero, en contrasentido, no ha hecho absolutamente nada para detener y deportar a los corruptos oligarcas de la banca y el empresariado venezolano que han estafado al país, sin importarle sus graves consecuencias para la economía y la tranquilidad de todos los ciudadanos. Amigo Arellano, las instrucciones de Obama para trazarles lineamientos a los demás presidentes, se acabaron.

Pero lo que si no se descarta es una futura arremetida del gobierno gringo contra Venezuela, que ya comenzó a dar sus frutos. Justo cuando EEUU y Cuba llegan a un acuerdo, Obama estampa su rúbrica en una Ley sancionatoria, cual tribunal internacional del mundo, en contra de nuestro país. ¿No les parece inquietante y hasta descarada esta decisión?

No hay que creer en el arrepentimiento de los gringos y en eso de que están cada vez más lejos del continente. Con una embajada en Cuba, el enemigo lo tienen ahora más cerca, olfateando sus movimientos y estrategias geopolíticas, con el propósito de consolidar sus intereses en esta zona del mar caribe, donde grandes consorcios del mercado mundial (China y Rusia) se posicionan, lo que no es visto con buenos ojos desde las playas de la Florida.

Cuba es grande. La dignidad y valentía de este pueblo fue la fuerza determinante, inmersa en su inconsciente colectivo que permitió enfrentar este bloqueo por más de 50 años pero que ante los ojos del mundo se fue debilitando y volviéndose obsoleto frente al poderío de EEUU. Aun así, se han alcanzado índices macro-económicos hasta de un 8% de su PIB. De ser concretado el desbloqueo, la recuperación de su economía y el auge de desarrollo socio-cultural y tecnológico pronto será una realidad.

Para nadie es un secreto que la CIA, como la mujer maravilla, invisible y cautelosa, se infiltra en todas partes y el Pentágono prepara a los presidentes de Estados Unidos decisiones hasta para las guerras e invasiones contra pequeños países, como Venezuela. Llego la hora entonces de que el gobierno de Raúl Castro le demuestre su apoyo y solidaridad, ante los posibles y futuros ataques norteamericanos.

Desde mi punto de vista, creo que a Obama la CIA le presentó la oportunidad de su vida: tomar una decisión geopolítica estratégica de gran envergadura para su desacreditado e impopular gobierno, que solo el maremágnum de los acontecimientos futuros determinarán su validez o rechazo.

Pero a Obama le llegó la hora de hacerle honor a su premio Nobel de la Paz, que nada hizo para merecerlo. Con esta decisión se puede intuir que está cumpliendo con el guion impuesto por la CIA. El silencio de las cúpulas del poder político-económico-militar habla por sí solo, pero esta decisión histórica, más que premiarlo, verdaderamente lo diferencian de los anteriores presidentes norteamericanos.

Las cartas ocultas y las típicas trampas de los gobiernos yanquis siempre están en las expectativas de los cubanos, que ahora tendrán al enemigo en su casa vigilándolos, cual guardia pretoriana del mundo.

jeesis@gmail.com

*Periodista y Docente Universitario.






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