El por qué del rechazo mundial al decreto de Obama

Siendo estos días corrientes los últimos del mes de Marzo del año 2015 del calendario gregoriano, una gran preocupación me acecha constantemente, y evidentemente que también a la mayor parte de los seres humanos habitantes del planeta tierra, en especial a nuestros hermanos latinoamericanos, preocupación que subyace a raíz de la orden ejecutiva –decreto– dictada por el premio nobel de "la Paz" Barack Hussein Obama quien a su vez funge como presidente de los Estados Unidos de América, el día nueve de marzo del año en curso, la cual está estructurada bajo dos premisas, las cuales pretendo y es menester desmenuzar a continuación en este pequeño análisis, que por cierto también es mi intención realizarlo con sindéresis y equidad.

En primera instancia, del decreto se puede abstraer lo siguiente: yo, BARACK OBAMA, Presidente de los Estados Unidos de América, me resulta que la situación en Venezuela (…) constituye una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política exterior de los Estados Unidos, y declaro (un estado de) emergencia nacional para tratar con dicha amenaza.

Evidentemente el presidente de los Estados Unidos de América hace distinción a dos sujetos (indeterminados) internos que hacen de Venezuela una amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de su país, a partir de lo cual viene lo preocupante, ya que el sujeto político llamado Venezuela no ha hecho ninguna declaración de guerra –lo que supondría un casus belli dentro del ius in bello– y también salta a la vista el hecho que tampoco posee el poderío militar suficiente y necesario como para considerar que pueda afectar la seguridad nacional de los Estados Unidos.

Resulta bastante alarmante si hacemos un pequeño ejercicio de memoria histórica y traemos a colación las veces que el sujeto político Estados Unidos se ha dedicado a tratar con las amenazas a su seguridad nacional, tal ha sido el caso de Afganistán e Irak, donde en el primero se lanzó a la caza del presunto autor intelectual de los terribles –y ya advertidos por la CIA– atentados a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001 y en el segundo tras la caza del presunto arsenal químico en manos de Saddam Hussein –quien era un tirano, pero nuestro tirano, a decir del mismísimo Henry Kissinger (exconsejero de seguridad de los Estados Unidos) –, lo cierto es que el objetivo político fracasó en ambos casos puesto que Osama Bin Laden (otrora socio de la familia texana dedicada al negocio del petróleo y que para entonces tenía un exponente en la Casa Blanca: el presidente George W. Bush) fue ejecutado en territorio del vecino Pakistán, y por otro lado, el "fulano" arsenal químico que sirvió como pretexto para invadir el suelo Iraquí, pues, parecerá inverosímil para una persona con los estándares mínimos de sapiencia, pero fue un pequeño "error de inteligencia" porque tal arsenal nunca existió. Sin embargo, sería iluso decir que representan un fracaso para los Estados Unidos de América tamañas injusticias que dejaron una huella de destrucción y una inconmensurable cifra de inocentes muertos y heridos, y lo que es peor, una situación –ahora que Obama habla de situación– interna de caos para ambos países, la cual dista de ser subsanada, y que por lo menos en el caso de Irak según palabras del exsecretario de la Organización de Naciones Unidas Kofi Annan, ha contribuido a la creación del tan dañino y mal llamado Estado Islámico, que por cierto, término acuñado por la ´Mass Media´ Internacional (replicado a partir de la denominación dada por las cadenas mediáticas Estadounidenses) para hacer referencia a un grupo armado que no dispone ni de población, ni de territorio dado, ni de estructura gubernamental, identidad nacional, y mucho menos de reconocimiento internacional –elementos básicos en la actualidad para ser considerados un Estado– , pero que tampoco son muy benevolentes con sus "hermanos" musulmanes, en vistas que asesinan a todo aquel que éstos consideren se interponen en sus macabros objetivos, es decir, asesinan indistintamente cristianos, musulmanes chiitas y/o sunnitas; desde luego que necesariamente será objeto de otro artículo este "fenómeno" que tanto favorece a la teoría del "caos controlado" que justifica la presencia perpetua de las potencias miembros de la OTAN (EEUU a la cabeza) en el medio oriente.

Desde luego que los dos ejemplos citados anteriormente no representan un fracaso para el complejo industrial-militar-financiero-comunicacional estadounidense, cuyas transnacionales históricamente se han visto beneficiadas de la política exterior ejecutada por quienes se "presume" han gobernado en la Casa Blanca, solo basta con repasar las empresas del sector petrolero que aún hoy en día siguen extrayendo y llevándose el petróleo desde la convulsionada Irak a los Estados Unidos, o de como se ha multiplicado la producción de Opio en Afganistán desde la llegada de la ISAF (coalición liderada por Estados Unidos) la cual era casi nula durante los últimos diez años antes de la invasión que pretendía "dar caza" al viejo socio Bin Laden, conflicto que yo me he atrevido a denominar "la tercera guerra del Opio", vale la pena ver las dos anteriores para encontrar muchas similitudes; esto por nombrar los aspectos más resaltantes pues no me detendré en esta ocasión a citar las empresas del sector logístico, de seguridad (mercenarios), de los fabricantes de armas, entre muchos otros, que hacen de la guerra un gran negocio, sino recordemos al viejo D. Eisenhower cuando a su salida de la presidencia en 1961 dijo: "Debemos cuidarnos de la adquisición de influencia injustificada, tanto solicitada como no solicitada, del complejo militar industrial" (fin de la cita), ese mismo que echó a andar la tambaleada economía estadounidense (tras la crisis del "martes negro" de 1929) a partir de lo que se conoció como la Segunda Guerra Mundial, en la cual "Ike" fue comandante supremo de los aliados.

Esto por no citar las numerosas operaciones militares en las que el gobierno de los Estados Unidos de América ha estado y está involucrado a nivel global, por ejemplo, en el caso de Libia, Sudán, Siria, entre otros.

En segunda instancia, del decreto se puede abstraer lo siguiente: (...) incluyendo la erosión por parte del Gobierno de Venezuela de las garantías de los derechos humanos, persecución de la oposición política, restricción de la libertad de prensa, uso de la violencia y violación de derechos humanos y abusos en respuesta a las protestas antigubernamentales, arrestos y detenciones de protestantes antigubernamentales, también de la exacerbada presencia de una significativa corrupción pública (fin de la abstracción). Seguidamente indica una serie de "medidas" a tomar y anexa una lista de funcionarios a los cuales supuestamente van dirigidas dichas medidas.

Por supuesto que no me dedicaré a demostrar el carácter surrealista de los señalamientos contenidos en dicho texto, puesto que en ningún lado y en ninguna instancia internacional Barack Obama se ha detenido a demostrar con pruebas tamaña acusación pública, por el contrario, continuamente el régimen político democrático de gobierno en la República Bolivariana de Venezuela se ha dedicado a mostrar pruebas de sus actuaciones apegadas al derecho consagrado en su constitución (carta magna) y en las leyes, que por cierto, cuenta con los organismos especializados en materia judicial siendo éstos los únicos facultados para determinar lo que el señor Obama (un sujeto intruso al derecho interno) absurdamente ha señalado, en torno al anexo de servidores públicos "sancionados" cabe preguntarse, ¿Cuáles son los números de cuentas bancarias en los Estados Unidos de América pertenecientes a cada uno?, ¿Dónde están las tarjetas de VISAS y cuáles son sus respectivos números de identificación pertenecientes a cada uno?, ¿Dónde están los documentos que acreditan como poseedores de propiedades a cada uno?. En un supuesto negado que cada uno de ellos posean visas, cuentas bancarias y propiedades en los Estados Unidos, ¿Bajo qué proceso judicial se ha determinado la procedencia ilegal de los mismos?, ¿En qué juicio se determinó la violación de derechos humanos por parte de dichos servidores públicos?, sin darse cuenta el mismísimo Obama violentó el derecho a la defensa y presunción de inocencia de los acusados, y esto sin traer a colación cuantos derechos ha violado a millones de personas a lo largo del mundo durante su mandato, ¡Vaya descaro!.

Pero lo anterior no es lo más aberrante, no obstante la nación que "preside" Mr. Obama ha violado sistemáticamente los principios más básicos del Derecho Internacional y particularmente el puntapié a la carta de la ONU en sus conocidas aventuras militares (continuadas por el premio nobel a la "Paz"), con este decreto también se violenta el Derecho Internacional, que si bien no cuenta estrictamente con organismos coercitivos históricamente ha contribuido a regular el comportamiento de los estados en el sistema internacional. Atenta especialmente contra la Declaración de la ONU relativa a las relaciones de amistad y cooperación entre los Estados (1974), de la cual hare mención al inciso: No intervención en los asuntos internos de otros Estados.

La historia nos ha mostrado quién probadamente ha resultado ser una amenaza para la tranquilidad de la comunidad internacional, cabe recordar lo escrito por el Dr. Roberto González Gómez (†) en su libro teoría de la política internacional:

«El negar el papel regulador, la esencia jurídica y el carácter imperativo de los principios del Derecho Internacional beneficia solamente a los interesados en violarlos, a aquellos que actúan al margen y en contra del ordenamiento jurídico internacional».

Resulta aún más preocupante cuando Venezuela tiene, al igual que otros países que ya han sido víctimas de las aventuras militares de los Estados Unidos, grandes recursos naturales apetecibles para el siniestro monstruo que comprende el complejo industrial-militar-financiero-comunicacional estadounidense, y lo que no es menos alarmante: aun cuando se parten de premisas equívocas tal es el caso de los señalamientos contenidos en el decreto, son éstas precisamente la razón de ser de la "teoría del caos controlado" bajo la cual Estados Unidos juega a ser la "razón ordenadora" y que permiten la intervención (económica-política-militar) estadounidense en todo aquel estado que represente una amenaza para su seguridad nacional, donde la palabra nacional paradójicamente hace referencia a lugares de allende sus fronteras. No en vano el consejero de seguridad y política exterior, y también hacedor de la orientación geopolítica estadounidense Zbigniew Brzezinski, ha señalado entre otros el principio orientador de "mantener la sumisión y obediencia de las naciones tributarias, como las de América Latina y el Tercer Mundo en general", lo cual se evidencia cuando el premio nobel de la "paz" y aparentemente juez internacional Barack Obama en entrevista del presente año concedida al portal estadounidense Vox señala: "Tenemos el Ejército más fuerte del mundo y en ocasiones tenemos que torcer el brazo a los países si no quieren hacer lo que queremos, a través de métodos económicos, diplomáticos y a veces militares".

Al respecto, el ya fallecido escritor y profesor de la prestigiosa universidad de Harvard Samuel Huntington, quien también fuere miembro del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y la Fuerza de Tarea Presidencial para el Desarrollo Internacional, escribió un artículo titulado ´The lonely superpower´ que en español equivale a "la superpotencia solitaria" en la reconocida revista ´Foreign Affairs´, en el que reseña una serie de iniciativas que Washington ha impulsado en los últimos años:

«Presionar a otros países para adoptar valores y prácticas norteamericanas en temas tales como derechos humanos y democracia; impedir que terceros países adquieran capacidades militares susceptibles de interferir con la superioridad militar norteamericana; hacer que la legislación norteamericana sea aplicada en otras sociedades; calificar a terceros países en función de su adhesión a los estándares norteamericanos en materia de derechos humanos, drogas, terrorismo, proliferación nuclear y de misiles y, ahora, libertad religiosa; aplicar sanciones contra los países que no conformen a los estándares norteamericanos en estas materias; promover los intereses empresariales norteamericanos bajo los slogans del comercio libre y mercados abiertos y modelar las políticas del FMI y el BM para servir a esos mismos intereses (...) forzar a otros países a adoptar políticas sociales y económicas que beneficien a los intereses económicos norteamericanos; promover la venta de armas norteamericanas e impedir que otros países hagan lo mismo (...) categorizar a ciertos países como "estados parias" o delincuentes y excluirlos de las instituciones globales porque rehúsan a postrarse ante los deseos norteamericanos ».

Ha quedado al descubierto las verdaderas intenciones del gobierno de los Estados Unidos y sus nefastas intenciones que giran en torno a este repudiable decreto, mismo que ha sido objeto de rechazo por buena parte de la comunidad internacional, ya que como se ha expuesto anteriormente, atenta contra la tranquilidad de la misma, y con mayor énfasis en contra del pueblo Venezolano, sin distinción de ideologías políticas o estratificación social.

Como muestras de rechazo, muchos son los actores que se han pronunciado en contra del decreto y en petición por la derogación del mismo; principalmente millones de Venezolanos a través de sus rúbricas, también a nivel de redes sociales millones de personas en el mundo se han hecho eco a favor del pueblo Venezolano, no menos importante han sido las declaraciones de actores internacionales tales como la UNASUR, CELAC, ALBA, MNOAL, entre otros, a nivel de parlamento, también se han pronunciado los diputados de la Asamblea Nacional de Venezuela, incluso fuera del país Eurodiputados han hecho lo concerniente; pero por si ello no fuera suficiente, líderes opositores incluyendo un gobernador y diputados también han manifestado su rechazo al decreto y piden la derogación del mismo, ya que consideran que Venezuela no representa una amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos.

Al gobierno de los Estados Unidos de América, presidido por Barack Obama, solo le queda un camino: hacer valer el significado de un premio Nobel a la Paz que se le otorgara a priori, apelar a la sensatez para escuchar el quorum de la comunidad internacional, rectificar su conducta internacional y derogar el susodicho decreto mediante el cual se pretende coercer la política interior de un estado cuya soberanía reside en la carta magna que lo constituye; de esta manera podrá disipar un poco la mala reputación que le precede por lo menos en cuanto a política exterior se refiere.

Luis Fernández, Maestrante de la cátedra de Relaciones Internacionales, en la ciudad de Caracas a los treinta días del mes de Marzo.

luis_rebirth90@hotmail.com



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